La inusitada belleza de sus playas y la inquebrantable presencia de ciudades coloniales proyectan al Caribe colombiano en el top 3 del ranking ‘Los 10 mejores destinos para viajar en 2022’, presentado por forbes life latinoamérica.
Definir el Caribe colombiano con una sola palabra sería imposible. Aunque quizá no: ‘contrastes’ es el término perfecto para referirse a un territorio inolvidable, en el cual convergen nieves perpetuas, desiertos de dunas, sorprendentes arrecifes de coral y playas de una belleza insólita, que quitan el aliento a quien se atreve a mirarlas de frente.
Si Cartagena es su máximo baluarte, San Andrés, Santa Marta, Barranquilla, Providencia o Palomino aguardan impasibles para sorprender al visitante con una propuesta turística sin igual. Aquí la alegría de la gente se contagia a cada paso, a través de los sabores de su gastronomía, los acordes musicales y la calidez de su clima. Por este motivo recibe a cerca del 25% del turismo nacional e internacional de Colombia.
“El gran Caribe colombiano es una región que acoge culturas tan variadas como las indígenas wayúu, kogui o zenú y las raizales palenqueras o isleñas. La cultura se expresa en su legado arquitectónico colonial y su música vallenata, cumbia y porro, pero también en el imaginario garciamarquiano”, resalta Flavia Santoro, presidenta de ProColombia.

Por ello, este inolvidable refugio natural e histórico se ubicó en la tercera posición del ranking “Los 10 Mejores Destinos Turísticos de Latinoamérica”, presentado por Forbes Life Latam y elaborado en conjunto con un grupo de expertos en la industria de la hospitalidad que consideraron en su decisión aspectos como protocolos sanitarios, infraestructura y propuesta turística para atender a los viajeros ávidos de recrear momentos entrañables a lo largo del año en curso.
Un mar de siete colores
Quizá la propuesta de sol y playa más sofisticada del país vive en un pequeño archipiélago localizado a cerca de 700 kilómetros de distancia del litoral colombiano.
Este paraíso se compone por las islas de Providencia, Santa Catalina y San Andrés y fue declarado Reserva de la Biosfera Seaflower por la UNESCO en el año 2000.
Pero es San Andrés la que acapara la infraestructura hotelera más importante. En parte, por ello el año pasado fue elegido en los World Travel Awards como ‘Destino de Playa Líder en América del Sur’. Basta admirar desde las alturas su mar de siete colores (que se difuminan desde el azul profundo hasta el verde aguamarina traslúcido y matices lilas) para percibir por qué es un verdadero paraíso tropical en donde la búsqueda por encontrar el atardecer perfecto es una tarea sencilla.
El pequeño oasis caribeño es resultado de influencias inglesas, españolas, piratas y corsarios que se mezclaron con el pueblo afro, dando como resultado una cultura de gran riqueza cultural, la cual persiste hasta nuestros días. Y gracias a un cuidadoso plan de desarrollo ha conformado una sofisticada propuesta gastronómica y de naturaleza.

Debido a que en 2020 los huracanes Iota y Eta impactaron sus costas, se desarrolló una iniciativa llamada Black Crab (cangrejo negro, un crustáceo característico de la zona) en donde participan el gobierno de Colombia en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta tiene la intención de llevar a cabo la reconstrucción sostenible del archipiélago.
Al abrigo de la muralla
Hablar del Caribe colombiano sin referirse a Cartagena es imposible. Además de la inconmensurable belleza de su centro histórico, esta ciudad colonial también ha conformado una exclusiva propuesta de hospitalidad y residencial en la zona de Bocagrande. Un área dispuesta a estrechar el pasado con el rostro cálido del futuro que proyecta un destino prodigioso.
Muy cerca de ahí, un complejo de más de cinco islas revela una serie de idílicas playas en Islas del Rosario, San Bernardo, Tierra Bomba y Barú.
En esta última, Accor inauguró a finales de 2021 el Sofitel Barú Calablanca Beach Resort. La exclusiva propiedad es la primera del sello hotelero en un lujoso destino de playa enclavado en Colombia y Sudamérica.
“Barú es un tesoro del Caribe colombiano. Sus playas, su entorno natural, la identidad cultural de las comunidades y su biodiversidad lo hacen un destino espectacular”, comenta David Mulin, gerente general de este hotel.
Como agrega la presidenta de ProColombia, la nueva estrategia del gobierno busca que los turistas prolonguen su viaje a otros lugares de la misma región. El objetivo es mantener intacta la belleza inexplicable de una región de contrastes en la cual el tiempo trascurre sin prisas.
Autor: Manuel Grajales | Forbes Centroamérica.