Carolina Durán, quien hasta el mes pasado fue secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá, repasa los retos que quedan en la ciudad para seguir impulsando a emprendedores.

Como una montaña rusa, con altos y bajos, describe Carolina Durán sus dos años al frente de la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá, donde estuvo hasta finales de enero para embarcarse en nuevas oportunidades laborales, luego de una trayectoria en la que ha sido una voz destacada del ecosistema emprendedor en Colombia.

“La gente, las empresas y los empleados necesitaba que llegáramos rápidamente con los programas”, recuerda Durán sobre el momento en el que, un poco más de dos meses después de haber asumido el cargo, llegó la pandemia. “Ahora tengo conocimiento de cómo se mueve el aparato público, estando adentro haciendo que las cosas pasen. En el Gobierno está todo montado para que las cosas no se puedan hacer, hay muchas limitaciones que vuelven las cosas operativas, por lo que tuvimos que tender puentes de confianza mostrando resultados, lo que nos permitió mover muchas cosas que estaban estancadas desde hace muchos años”.

Una de sus apuestas fue entender como en la capital colombiana conviven las economías del pasado, del presente y del futuro. “Fue una tarea de ir a recorrer las localidades, cuáles son los problemas que los afligen, salirme del escritorio fue clave”, recalca.

Fue así como pusieron en marcha 23 programas enfocados en temas de empleo, formación, competitividad, apoyo al emprendimiento, transformación digital y abastecimiento, para las distintas tipologías de economías que hay en la capital.

Durán reconoce que a la ciudad le quedan retos como la informalidad que aumentó en la pandemia, por lo que cree que a futuro será clave facilitar el financiamiento a la base de la pirámide para que personas y empresas no tengan que acudir al gota a gota para financiarse.

También dejó en revisión el marco jurídico del Bogotá VC, un fondo de capital de riesgo del Distrito Capital que quedó aprobado en el plan de desarrollo y que está fondeado hasta por US$10 millones, para impulsar empresas no solo que surjan en la ciudad, sino que establezcan en la ciudad sus operaciones principales.

“Bogotá tiene talento, gente con ganas, pero hay que formarla en habilidades y competencias del siglo 2021”, comenta Durán. “Bogotá puede ser la meca del emprendimiento en América Latina, por lo que hay que mover esas barreras que aún existen como el acceso al crédito y al talento”.