Colombia está listo para jugar en un mercado que al año puede mover US$100.000 millones. Las empresas celebran la decisión del Gobierno Nacional y aseguran que esta reglamentación jalonará el empleo y el ingreso de divisas.
Colombia tiene todo listo para volverse una potencia mundial en la exportación de flor seca de cannabis. Con la expedición de la Resolución 539 de 2022, las empresas del sector ya ven una ventana de oportunidades para aumentar sus envíos hacia el exterior, así como ingresar más divisas al territorio nacional.
Este fin de semana, el Ministerio de Justicia, el de Agricultura, el de Comercio y Salud emitieron finalmente una Resolución conjunta, en la que se “reglamenta el comercio exterior semillas para siembra, grano, componente vegetal, plantas de cannabis, cannabis, derivados de cannabis y productos relacionados”.
Lo cierto es que de fondo dicho documento abre paso para regularizar lo que anunció el año pasado el presidente Iván Duque, cuando con bombos y platillos confirmó que el Gobierno permitiría los envíos de flor seca al mundo, así como una nueva regulación para otros usos industriales del cannabis.
“Eso representa para Colombia entrar a jugar en grande en el mercado internacional”, dijo Duque en ese momento tras la firma del decreto. “Quiere decir que vamos a tener una potencialidad de exportación por ejemplo a Alemania, a Asia, a Oceanía”.
El anuncio de Duque se hace una realidad ahora que el Gobierno Nacional permitirá que las empresas exporten este producto al mundo. Se estima que el potencial de América Latina en ventas de productos del cannabis es de US$6.000 millones. Este horizonte ya la ve la multinacional colombiana Clever Leaves, que confirmó que está preparada para comenzar a aprovechar el marco regulatorio y exportar la flor de cannabis molida antes del tercer trimestre de 2022.
De acuerdo con la empresa, la Resolución, que completa el marco regulatorio, detalla el proceso y los requisitos para la exportación de flor y derivados de cannabis medicinal.
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Después de exportar flor de cannabis desde sus instalaciones portuguesas y haber comprendido la complejidad del proceso, Clever Leaves ha decidido trabajar desde hace seis meses en el desarrollo del producto y los requisitos normativos. De esta forma, añadieron, han sido capaces de producir con éxito flor de cannabis con alto contenido en THC, y espera las primeras exportaciones antes de finalizar el año.
“Clever Leaves se ha estado preparando para el cambio de regulación. Con la resolución emitida por el gobierno colombiano, esperamos abastecer con flor a nuestros mercados objetivo en el 2022”, dijo Andrés Fajardo, CEO de la empresa.
Fundada en 2016, con cultivos en Pesca, Boyacá, en donde tienen 18 hectáreas — que se traducen en una extensión de alrededor de 25 canchas de fútbol —, un laboratorio y una planta de extracción en Tocancipá, Clever Leaves tiene operaciones directas en en países en Colombia, Portugal, Alemania y Estados Unidos. Hoy exporta a más de 11 países en el mundo y ha sido una de las pioneras en el desarrollo industrial de este sector.
En este momento ya tienen firmados acuerdos comerciales en sus mercados objetivo y espera cumplirlos antes de finalizar el año. De hecho, según confirmaron, la compañía también tiene previsto lanzar la flor colombiana en Alemania a través de su filial Clever Leaves Germany GmbH, la cual ya ha comercializado con éxito la marca IQANNA.
Julian Wilches, director Asuntos Regulatorios de Clever Leaves, explicó que “con la expedición de la Resolución Conjunta 539, el gobierno dota a la industria de una normativa sólida y moderna que aumenta la competitividad de Clever Leaves”.
“Hemos estado trabajando en la preparación regulatoria y técnica para cumplir con los nuevos requisitos colombianos y las especificaciones locales en nuestros mercados objetivo con el fin de suministrar flor desde Colombia en el 2022 y comenzar a cumplir con los acuerdos comerciales ya establecidos”, concluyó.
Otra de las empresas que ya alistan toda su operación para aprovechar la coyuntura es Flora Growth. Basada en Toronto, Canadá, pero con cultivos netamente en Colombia, la multinacional le ha apostado a la expansión de cultivos a cielo abierto en países como Alemania, Israel, Italia, Malta, China y Australia. Hoy tiene varios puntos de infraestructura en el país, con cultivos y laboratorio en Bogotá y Bucaramanga.
Asimismo, en los últimos meses ha ido anunciando una serie de adquisiciones estratégicas en mercados claves, con el objetivo de fortalecer su cadena de distribución y comercialización. Esto ha abonado terreno para que la empresa siga consolidando su expansión en el mundo, en medio del ‘boom’ por el que atraviesa el sector.
Flora ve con buenos ojos la reglamentación de la exportación de flor seca. La industria genera más de US$200.000 millones al año, de cuales el 50% de este total proviene de la la flor seca. Luis Merchán, CEO de Flora Growth, destaca que dicha Resolución “culmina un proceso que autoriza a los productores de cannabis a cultivar y exportar flor seca desde Colombia al mundo”.
El CEO añade que este paso representa que el país tendrá la oportunidad de vender en el segmento de ventas más grande de cannabis a nivel mundial. Destaca, incluso, que Colombia tiene una ventaja competitiva por su ubicación, su geográficas y su potencial agrícola.
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La venta
Un estudio de Asocolcanna revela que un gramo de flor seca de cannabis psicoactivo al detal puede costar entre los US$10 a los US$20, dependiendo de sus características. Producirlo en Colombia puede costar entre US$0.05 a US$0.50 por gramo, dependiendo de la calidad y las instalaciones de producción.
Asimismo, actualmente, un gramo de flor seca de cannabis no psicoactivo (cáñamo) para venta al detal puede costar entre US$5 a US$15 por gramo y más del 50% de los consumidores norteamericanos gasta entre US$$11 a US$50 para comprar la flor.
Por estas razones Colombia tiene una ventana de oportunidades en este mercado, que podría impulsar no solo el ingreso de divisas sino también la creación de empleo en un mediano y largo plazo.
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