La agencia de calificación crediticia estima que Castillo será destituido o dimitirá antes del 2026. En dicho escenario, aumentaría el potencial para la elección de un gobierno más moderado. La política macroeconómica sostiene la solvencia del país, dijo Moody’s en un comentario.

La agencia de calificación de riesgo crediticio, Moody’s, estimó hoy que es “poco probable” que el presidente peruano, Pedro Castillo, culmine su mandato en 2026.

Creemos que es poco probable que Castillo termine su mandato, que se extiende hasta 2026, y que será destituido de su cargo o dimitirá“, dijo en un comentario publicado este lunes, a propósito del segundo proceso fallido de vacancia presidencial que afrontó el profesor cajamarquino ante el Congreso de la República el pasado 28 de marzo por su presunto involucramiento en tres casos de corrupción.

Según la agencia, la segunda moción de vacancia presidencial contra Castillo “refleja la profunda polarización política del país, destacando los desafíos de gobernabilidad de larga data que han fomentado la incertidumbre política y inversión restringida”.

Al respecto, Moody’s observó que las múltiples reorganizaciones del gabinete presidencial dan también dan cuenta de la “inexperiencia” y “la impopularidad” de la administración de Castillo.

Fundamentos macroeconómicos como garantía

Sin embargo, Moody’s destacó que el marco de la política macroeconómica del país –definida por su compromiso con bajos déficits fiscales y deuda pública, supervisión monetaria y financiera prudente, apoyo al libre comercio y flujos de capital y comercio– seguirá sosteniendo la solvencia económica del país.

“A pesar de la parálisis de las políticas y la incapacidad de impulsar reformas que mejoren la productividad, los encargados de formular políticas económicas en el banco central y el Ministerio de Finanzas han mantenido la credibilidad de los inversionistas a lo largo de la gestión de Castillo y navegado la turbulencia política con consecuencias mínimas para la economía”, destacó la agencia.

Escenario ante un eventual nuevo gobierno

Para Moody’s, la destitución de Castillo o dimisión antes de que termine su mandato tendría implicaciones crediticias mixtas para el país. “Inmediatamente después [de la destitución o renuncia de Castillo], la volatilidad financiera y la incertidumbre política aumentarían porque sería probable que se celebraran nuevas elecciones generales”, dijo en el comentario.

En esa línea, agregó que, dependiendo del campo electoral, se produciría una nueva oleada de salidas de capital (como ocurrió los meses previos a la última contienda presidencial en Perú). Esto último “debilitaría el tipo de cambio, mellaría la confianza económica y aumentaría la percepción de riesgo de los inversionistas sobre el Perú”, dijo.

“Más allá de la incertidumbre inicial, los fundamentos económicos y crediticios de Perú no cambiarían materialmente y aumentaría el potencial para la elección de un gobierno más moderado”, agregó Moody’s.

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