El presidente atribuyó nuevamente la violencia a agrupaciones armadas relacionadas con el narcotráfico, cuya existencia también vinculó al apoyo que reciben en la región de Arauca de "un país limítrofe" -en alusión a Venezuela- "que da protección, santuario y patrocinio a estos grupos terroristas".
El presidente colombiano, Iván Duque, defendió este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU el proceso de paz de su país y se jactó de recibir “un respaldo casi unánime” de sus miembros, aunque abundaron entre las intervenciones las expresiones de preocupación por los numerosos actos de violencia cometidos contra activistas de derechos humanos o líderes sociales.
Duque, que había solicitado intervenir personalmente ante el Consejo, expuso algunos de los que consideró los principales logros nacidos del proceso de paz, que cumplió cinco años a fines de 2021: el principal, la reducción de la violencia durante el último cuatrienio, a niveles -aseguró- nunca vistos en los pasados cuarenta años, tanto en asesinatos como en secuestros.
Reconoció, sin embargo, que no puede “cantarse victoria” cuando persisten abundantes atentados que en los últimos años se están ensañando con líderes sociales, indígenas y afrodescendientes, que fueron recordados por prácticamente todos los oradores que tomaron la palabra en el Consejo de Seguridad y que exigieron a Colombia un mayor esfuerzo para proteger a todos los activistas amenazados.
El presidente atribuyó nuevamente esta violencia a agrupaciones armadas relacionadas con el narcotráfico, cuya existencia también vinculó al apoyo que reciben en la región de Arauca de “un país limítrofe” -en alusión a Venezuela- “que da protección, santuario y patrocinio a estos grupos terroristas”.
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Pero además, extendió también la responsabilidad a los países donde se registra un elevado consumo de cocaína, un consumo que no es sino “combustible para el narcotráfico” y por el cual pidió un esfuerzo de “corresponsabilidad” para ayudar a Colombia a vencer esa plaga.
Aseguró que bajo su mandato, que culminará en agosto próximo, Colombia ha batido récords de erradicación de plantaciones de coca y también de incautaciones, con 670 toneladas solo el pasado año, pero pese a ello “el consumo mundial sigue creciendo”, lamentó.
En cuanto a los cuestionamientos sobre abusos de las fuerzas de seguridad en sus operaciones contra los grupos armados, que con frecuencia acaba pagando la población civil, Duque quiso exonerarlas de responsabilidad: “La fuerza pública se gana a diario el afecto de la ciudadanía”, sostuvo, y añadió que existen suficientes “mecanismos de control” que garantizan “cero tolerancia con las violaciones de derechos humanos”.
Más bien atribuyó esas violaciones a los grupos armados, y las enumeró: reclutamiento de menores, atentados contra mujeres, vejaciones contra miembros de la fuerza pública, delitos todos ellos que deberá esclarecer la justicia transicional, subrayó.
EFE.