La primera escuela de 'Programemos el futuro' se lanza en Quibdó a mitad de año y ya se está viendo el modelo para replicar en más regiones del país.

Para 2025, el BID estima que se necesitarán 1.2 millones de desarrolladores de software para suplir la demanda de empleo en este campo en América Latina.

La digitalización de las industrias, el crecimiento de emprendimientos de base tecnología y la misma pandemia ha acelerado la adopción de herramientas tecnológicas que ha llevado a un aumento de demanda de de parte de programadores, a nivel mundial

El problema que sale de este aumento de demanda, es que la cantidad de personas preparadas para suplir esta necesidad en el mercado no existe.

El fondo de inversión General Atlantic mismo reporta que las universidades de Latinoamérica están graduando 40.000 personas en este campo al año y la necesidad es de 100.000.

Viendo este desfase entre la oferta y la demanda por parte de programadores, unos emprendedores colombianos han decidido crear la primera escuela de programación – presencial – en Chocó.

“Hoy en día vemos muchos proyectos de educación online, pero la verdad es que no son afines a la realidad del país. Sobre todo de las zonas remotas, donde el acceso a internet, la falta de computadora, y una falta de preparación de estudiantes para hacer educación virtual no está”, afirma Pedro Gutiérrez, fundador del proyecto Programemos el Futuro.

Para reforzar este punto, justo la semana pasada Quibdó reportó estar sin internet por más de 72 horas por una fallas del cableado de internet.

Según una entrevista al presidente de Skynet, del año pasado en la Colombia profunda, áreas distantes a nivel geográfico y tecnológico, la penetración del internet fijo no supera el 3%, especialmente en Chocó y San Andrés.

Para esto, se han unido Pedro Gutierrez, Jimmy Garcia de la Escuela de Robótica de Chocó y  el empresario Andres Gutierrez, fundador de Tappsi y Tpaga, para crear una escuela que buscará educar a 20 personas de bajos recursos, para que al cabo de 6 meses puedan ser contratadas por empresas de tecnología como Frubana, Merqueo, Mi Megáfono y Tpaga, que se han sumado a apoyar la causa.

“Después de trabajar más de 15 años como programador en casas de software y startups, he visto en primera mano cómo hoy en día el camino que puede crear mayor riqueza e impacto social es el de programar. Si logramos que más personas aprendan a programar, creo que pueden haber menores tasas de desempleo y mayor nivel de riqueza, sobre todo en las regiones más apartadas del país”, aseguró Jimmy Garcia, fundador de la Escuela de Robótica de Chocó.

La primera escuela se lanza en Quibdó a mitad de año, y ya se está viendo el modelo para replicar en más regiones del país. www.programemoselfuturo.com ya está recibiendo aplicaciones de estudiantes y empresas aliadas que quieran apoyar esta iniciativa.