Desde el pasado mes de febrero circula en Medellín un carro, propiedad de la compañía Hevolución, que se tanquea literalmente con agua convertida en hidrógeno. Diego Arboleda, CEO de Hevolucion, detalló a Forbes cómo fue el proceso para ponerlo a rodar en el país.
Por las calles de Medellín y también en carreteras de Antioquia, desde el mes de febrero está circulando una camioneta blanca con un diseño limpio y futurista, cuyo combustible es diferente al de los vehículos que la rodean: hidrógeno.
Se trata de una Hyundai Nexo, propiedad de la compañía Hevolución, que fue importada al paíos en diciembre del año pasado.
“El carro se tanquea con seis kilos de hidrógeno. Con nueve litros de agua se genera un kilo de hidrógeno. Con eso, se pueden recorrer 150 kilómetros”, dijo a Forbes el conductor más habitual del carro, Diego Arboleda, cofundador y CEO de Hevolución, la compañía que trajo el carro a Colombia.
Arboleda, junto a su socio Juan Camilo Múnera, un doctor en ingeniería de materiales, tardaron varios meses buscando un vehículo como este con la intención de permitir a los clientes de Hevolución, una empresa que produce hidrógeno, acercarse a esta tecnología de una forma más cercana que no fueran equipos industriales.
Hevolución, (conocida antes como Opex), fue presentada por Forbes en 2021 como una de las 30 promesas de los negocios en Colombia. Desde ese momento venían hablar en pasar una compañía que vende y alquila baterías eléctricas para impulsar el hidrógeno como combustible.

Averiguaron que fabricantes podría venderles un carro de hidrógeno y fue así como viajaron hasta el norte de California, en los Estados Unidos, a un concesionario de Hyundai, a buscar un Hyundai Nexo, un buque insignia presentado en la feria tecnológica CES en Las Vegas en 2018.
Diego y Camilo consiguieron que les vendieran el carro (cuyo precio rodea los US$60.000) a través de una comercializadora, con la intención de luego importarlo a Colombia.
“Fue una odisea”, comenta Arboleda. “Tuvo que cargarse y descargarse en varios puertos en diferentes países hasta que llego a Cartagena”.

No obstante, una vez salido del contenedor, el automóvil mandó una alerta a la fábrica avisando que el carro estaba en un lugar en el que no podía estar. Desde Hyundai los llamaron pero se encontraron con la sorpresa de que los dueños producen hidrógeno y podrían darle uso al vehículo.
Como un vehículo no puede salir sin placa, ni SOAT a carretera, ante el Ministerio de Transporte gestionaron una placa especial para que este, matriculado en Estados Unidos, rodara bajo la figura de importación temporal bajo pruebas, ya que ellos efectivamente pusieron a andar el carro para hacer pruebas.
Hevolución, cuyo negocio es producir hidrógeno para la movilidad industrial, especialmente para montacargas y movimiento de camiones, montó una estación en Medellín que bautizaron como ‘Andes’ la cual hasta ahora funciona exclusivamente para el carro.
Ahí funciona un hidrolizador que con agua y energía eléctrica, a través de un proceso llamado electrolisis, produce hidrógeno, con el que tanquean el carro.
El tránsito de Opex a Hevolución y de la electricidad al hidrógeno, se dio porque notaron que las baterías gigantes que tenían en su inventario no almacenan tanta energía como quieren. Cuando iban a hacer instalaciones en edificios, instalar un cargador era casi un obstáculo.
“No podían tener un cargador más si la capacidad está copada. Si es así, el edificio se apaga”, cuenta Arboleda.
Por ello están construyendo una planta, que aspiran a que inicie a operar en enero de 2023 y que produzca 1.000 kilogramos de hidrógeno diarios, por ello han estado buscando el respaldo de la banca de inversión para sacar adelante el proyecto.
“Ya tenemos comprometida casi la totalidad de la venta de lo que vamos a producir. Hay un cliente que está dispuesto a mover toda la mercancía de su empresa con hidrógeno”, recalca el CEO de Hevolución.
El pasado mes de marzo, el presidente Iván Duque y Ecopetrol mostraron un carro Toyota Mirai que hace parte de un programa piloto de la compañía dentro de la refinería de Cartagena el que producen hidrógeno con aguas industriales.
El Gobierno de Colombia ha estado trabajando en una hoja de ruta del hidrógeno, que pretenden movilizar entre US$2.500 millones y US$5.500 millones entre 2020 y 2030, creando entre 7.000 y 15.000 empleos.
El país espera a 2030 tener la capacidad de desarrollar entre 1 y 3 gigavatios (GW) de electrólisis para la producción de hidrógeno verde y producir, al menos, 50 unidades de energía (KT) de hidrógeno azul anuales.
Otro de los objetivos es alcanzar un 40 % de hidrógeno de bajas emisiones respecto del total del consumido en la industria, y desplegar una flota de entre 2.500 y 3.500 vehículos movilizados a partir de hidrógeno.