Carlos Ángel, un exgerente de Uber en Colombia, está detrás de esta compañía que quiere armar una laguna de talento de más de 10.000 jóvenes.
Con una ronda de inversión pre-semilla de US$500.000 por parte del fondo alemán Flash Ventures, propiedad de la tecnológica alemana Rocket Internet, nace la startup Yobz, una plataforma de empleo fraccional (por horas) dirigida a jóvenes de entre 18 y 28 sin necesidad de experiencia, y cuyo objetivo es e”mancipar económicamente a la Generación Z en América Latina”.
Se describe como una compañía Web3, que se visiona a mediano plazo como una cripto-cooperativa que quiere crecer los activos digitales en su tesorería a más de US$10.000 millones.
Fundada en Medellín por un exgerente de Uber en Colombia, Carlos Ángel, Yobz cuenta con dos tipos de entidades: la primera es una plataforma móvil que conecta en tiempo real a un pool de mano de obra de 10.000 jóvenes independientes con empresas de todo tipo durante sus picos y valles de demanda; y la segunda es una cripto-cooperativa que genera soluciones descentralizadas de ahorro, inversión, educación y recreación para sus 10.000 miembros ‘Yobzers’, en la que cada uno es dueño de un NFT que lo autentica como miembro y beneficiario de la cripto-cooperativa, y puede vender o arrendar su cupo NFT en caso de no poder aportar las horas de trabajo suficientes a la plataforma.
“La idea nació durante mi periodo como gerente general de Uber en Colombia, un cargo que despertó mi deseo de generar empleo masivamente de manera flexible e hiper eficiente. Tras tres años lanzando y cerrando Pilalá, la primera API de Open PILA en Colombia, empecé a buscar una nueva manera de usar la creación masiva de empleo flexible como instrumento de desarrollo social”, afirma explica Carlos Ángel, fundador de Yobz. “En un proceso de más de cinco meses en plena pandemia, note una asimetría en el mercado laboral: en un ambiente de desempleo histórico la población más perjudicada eran jóvenes entre 18 y 28 años, lo cual me generó gran preocupación, pues la juventud es nuestro mayor activo y nuestra mayor debilidad como sistema laboral, cultural y económico, y a la vez me abrió los ojos como emprendedor por el increíble valor intrínseco de este sector de la población como nativos digitales con un supercomputador en la mano”.
Los recursos de la inyección de capital se invertirán en el lanzamiento del Beta de Yobz en Medellín para llegar a 10.000 Yobzers en la plataforma y buscarán ser admitidos en la la aceleradora Y Combinator en Silicon Valley para levantar entre US$5 y 10 millones este año, antes de lanzar una nueva colección de 50,000 Yobzer NFTs en Bogotá.
“Creemos que esos 10.000 jóvenes en la plataforma trabajando por horas pueden crear un valor total de alrededor de US$20 millones de dólares al año en 2023 en Medellín. Eso muestra el potencial de fraccionar el trabajo y maximizar la productividad de tantas personas que hoy están ociosas. Y a partir de ahí, a Bogotá llegaríamos con otra ronda de inversión”, agrega Carlos Ángel.
La plataforma consta de dos aplicaciones móviles disponibles para iPhone y Android: La primera es para Yobzers y la otra, Yob Owners, es para negocios de todo tipo. Los Yob Owners pueden reservar mano de obra independiente por horas o días a través de su app.
La mayor ocasión de consumo son picos y valles de demanda como el día sin IVA, que muchas empresas tienen como problema estructural de su negocio. Y en cuanto a los Yobzers, se trata de una laguna de talento de más de 10.000 jóvenes que aplicarán a los turnos de trabajo según su locación, horario, habilidades y preferencias.
El Yobzer usa su app para el check-in en el punto de trabajo escaneando un QR que tendrá el Yob Owner y en ese momento empieza a correr el cronómetro de tiempo y dinero según lo acordado previamente por las partes en un contrato inteligente. Una vez termina el turno, el check- out se hace de manera automática y el Yobzer recibe su dinero en su cuenta Nequi en tiempo real cuando el Yob Owner califique su desempeño en el Yob.
“Hemos reunido una base de datos de más de 15.000 jóvenes buscando empleo en Medellín, lo que representa 10% del universo de esta población en el Valle de Aburrá. Nuestra meta es lanzar el Beta con un pool de 10.000 Yobzers y 1.000 empresas en el cuarto trimestre de este año para sacar ventaja de la gigante demanda por mano de obra fraccional durante el último trimestre”, explica Carlos Ángel.
Actualmente existen plataformas 2.0 en el espacio del trabajo fraccional tipo gig como Rappi, Zubale y Time Jobs en América Latina; Zenjob y Job and Talent en Europa; y Traba en Estados Unidos.
Esta compañía dice que usa la Web3, que surge de la tecnología blockchain, que permite generar grandes economías de confianza sin grandes empresas en el medio absorbiendo la mayoría de las ganancias.
“Las soluciones de empleo fraccional existentes carecen de tecnología, criptografía e imaginación. Nuestra ambición es no solo monetizar el tiempo libre de un millón de jóvenes en la región, sino emanciparlos económicamente por medio de la cripto-cooperativa. Nosotros tendremos pagos en tiempo real en pesos, dólares y más de diez criptomonedas incluyendo la propia, póliza sombrilla de US$1 millón por Yob y el mejor proceso de verificación de identidad y antecedentes en el mercado”, agrega el fundador de Yobz.
Los fundadores de Yobz consideran que Colombia está en un punto de inflexión político y económico que la definirá por el resto del Siglo 21 y que para acercarla a las sociedades más avanzadas del mundo es vital enfocarse en el potencial humano, tecnológico, criptográfico y creativo de la Generación Z. Por eso su plan es consolidarse primero en Medellín, ganando la batalla local contra el desempleo juvenil antes de llegar a otras ciudades, y de ahí levantar una Serie A para abrir el frente bogotano, tras lo cual llegarán las siguientes rondas para expandirse en América Latina, empezando por los lugares de mayor desempleo juvenil como México, Perú, Brasil y Chile.
“Nuestra cripto-cooperativa es borderless por su naturaleza criptográfica, lo cual nos permite imaginar un gran frente de jóvenes independientes luchando de manera autónoma y descentralizada por sus derechos laborales y económicos a lo largo y ancho del continente”, concluye Carlos Ángel.