Muchos se preguntan cómo serán los cambios en la junta directiva del Emisor, durante el próximo gobierno. Todo indica que no habrá mayores contratiempos.

Se ha venido especulando acerca de cómo serán las movidas del nuevo gobierno en la que es la principal autoridad en materia monetaria y cambiaria del país: la Junta del Emisor.

La Junta está conformada por cinco codirectores nombrados por el Presidente de la República. Además, forman parte de la Junta el gerente general del Emisor y el Ministro de Hacienda de turno.

Los codirectores actuales son Roberto Steiner, Bibiana Taboada, Mauricio Villamizar, Jaime Jaramillo y Alberto Carrasquilla, y todos han sido nombrados por el actual presidente Iván Duque, bien por las renuncias de anteriores codirectores como Carolina Soto y José Antonio Ocampo, o por el cumplimiento de la regla de reemplazo de dos codirectores cada cuatro años. Ha sido una época muy agitada en materia de nombramientos de la junta directiva del Banco de la República.

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Ante esta circunstancia se ha especulado sobre cómo va a quedar conformada la Junta con el nuevo Presidente, Gustavo Petro, que tomará posesión el 7 de agosto próximo.

Lo primero que hay que decir es que el periodo para la Junta Directiva del Emisor es institucional, no personal. Ese período define el tiempo en que el Primer Mandatario puede tomar la decisión de reemplazar a dos de los miembros.

El periodo actual de la Junta empezó en febrero de 2021 y terminará en febrero de 2025.

Aquí viene la sorpresa: solo hasta ese momento, el nuevo Presidente de la República podrá tomar la decisión de cambiar a dos miembros de la junta.

Es decir, Gustavo Petro solo tendrá la opción de nombrar miembros de la junta directiva cuando hayan pasado dos años y medio de la nueva administración. Esto ocurrirá, en consecuencia, más allá de la mitad del mandato presidencial.

Esto vuelve a poner a la institución en condiciones de normalidad pues por cuenta de la reelección presidencial -que ya desapareció del arreglo institucional colombiano- y de las renuncias de los codirectores, se ha presentado el caso de que los últimos presidentes han terminado nombrando a toda o casi toda la junta.

Cabe recordar que las otras posibilidades de cambio en la Junta del Emisor se dan cuando haya una renuncia de alguno de los miembros por razones personales, que fue lo que ocurrió durante los últimos cuatro años. No obstante, los expertos dan por descartado que alguno de los actuales miembros renuncie a la junta en las próximas vigencias. Entonces cabe esperar algo de tranquilidad en los nombramientos de la junta directiva del Banco de la República y, en consecuencia, de la política monetaria y cambiaria.

Otra de las posibilidades de cambio se da cuando alguno de los codirectores cumple tres periodos seguidos en la institución, esto serían 12 años. En esa circunstancia el cambio es obligatorio. En la actual junta, ninguno de los codirectores ha completado siquiera un periodo de cuatro años.

La conformación de la Junta Directiva del Banco de la República ha sido motivo de debate en todos los gobiernos, desde que se creó la nueva institucionalidad con la Constitución de 1991.

Al aparecer la figura de la reelección presidencial durante los Gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, se habló mucho del poder del Presidente en esta institución.

No obstante, las propias decisiones de la junta han mostrado que se ha mantenido cierta ortodoxia en la política monetaria, lo que significa que el marco institucional actual les permite a los codirectores mantener independencia frente al gobierno de turno; al final del día, el Presidente de la República los nombra, pero no los puede “desnombrar”, a menos que se termine un periodo institucional de cuatro años. Aún así, en ese momento solo puede seleccionar a dos miembros.

En consecuencia, lo que se debe esperar para los próximos dos años y medio es tranquilidad al interior de la junta, lo que permitirá afrontar de mejor manera las decisiones de política monetaria en el contexto de la recuperación poscovid. Ese mensaje es clave para todos los colombianos que estamos enfrentando un choque inflacionario importante.

Cabe recordar que ambos candidatos que llegaron a segunda vuelta lanzaron propuestas que preocupan como la de que el Emisor juegue un rol más clave en impulsar el crecimiento y mejorar los indicadores de empleo o reducir el déficit fiscal. Eso sería posible exclusivamente jugando a la ruleta rusa con la política monetaria, algo que a países como Venezuela y Argentina les ha salido bastante costoso en términos de inflación e inestabilidad macro.

Es necesario hacer énfasis en el carácter técnico de esta instancia. Gustavo Petro dijo en campaña que considera necesario que en la Junta haya personas que representen a algunos sectores como la agricultura o la industria.

Eso sería un retroceso porque según la propia Constitución, los miembros de la Junta deben representar exclusivamente el interés de la Nación. Eso significa básicamente, velar por la estabilidad en el poder adquisitivo, combatiendo la inflación.

En la institucionalidad previa a 1991, existía la Junta Monetaria que tenía representación gremial y eso significó mayores niveles de alza en los precios de toda la economía.

Si las cosas salen como debe ser, viene un tiempo de tranquilidad para la Junta del Banco, lo que es una muy buena noticia para la economía nacional.

*Esta nota fue publicada originalmente el 2 de junio de 2022 y se actualizó el 19 de junio de 2022 con los resultados de las elecciones.

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