El Grupo Romero, uno de los conglomerados económicos más grandes de Perú, continúa agitando el negocio de los combustibles en Colombia tras el desembarcó de Primax en 2018. Sus ventas ya ascienden a los $6,02 billones y este año esperan alcanzar más de 900 estaciones de servicio de la mano de un millonario plan de inversión.
El 30 de noviembre de 2018, Colombia amaneció con la noticia según la cual un conglomerado peruano acababa de realizar una millonaria transacción para adquirir unos activos estratégicos en el negocio de los combustibles. Se trataba de la compra de las 742 estaciones de servicio de Exxon Mobil, un negocio que ascendía a los US$242 millones y que abría la puerta del mercado nacional a una nueva marca.
El cierre de la operación permitió que Primax se quedara con el 22% de las estaciones que funcionan en Colombia, ubicadas principalmente en Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla. Desde entonces, el país se fue inundando – poco a poco- de una oleada naranja en las principales regiones del país: se buscaba reducir el terreno ganado que ya había consolidado el gigante Terpel.
“Nos enfocamos en retomar la empresa en una ruta de crecimiento que se había perdido con Exxon Mobil”, dice a Forbes Juan José Martínez, Country Manager de Primax en Colombia. “Llegamos con toda la energía para posicionar una marca en el país, compramos 742 estaciones, pero el año pasado cerramos con cerca de 880. En la medida que cambiamos la marca y tuvimos más estaciones, las ventas nos han ido acompañando”.

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Primax se ha convertido en una empresa billonaria en Colombia, alcanzando en 2021 ventas que ascienden a los $6,02 billones, según la Superintendencia de Sociedades. Ya está dentro de las 20 organizaciones más grandes del país y su rápida expansión les ha permitido convertirse en la joya de la corona del Grupo Romero, uno de los grupos más importantes de Perú.
Con operaciones en por lo menos 20 países, el Grupo Romero, que tiene en su portafolio empresas de consumo masivo, agrícola, energía, industria, servicios logísticos y financiero, se ha volcado entonces a posicionar a Primax en Colombia, en compañía de sus operaciones hermanas de Perú y Ecuador. Hoy ya suman más de 2.100 estaciones en los tres países y avanzan en un ambicioso plan para continuar incrementando sus operaciones en un ambiente de incertidumbre económica.
Así lo ratifica Martínez, quien añade que son “muy optimistas frente a lo que viene”. Cuando desembarcaron a Colombia, cuenta el ejecutivo, la empresa vendía 850 millones de galones al año, mientras este año esperan alcanzar los 1.000 millones de galones. Esto obedecería a un crecimiento cercano al 20% frente al 2018, que sin duda estará marcado por los ambiciosos planes comerciales que están ejecutando.
¿Gasolina barata?
Aunque la empresa continúa en la senda de crecimiento, no está ajena a la situación del sector y a la coyuntura macroeconómica del país. Martínez asegura, por ejemplo, que los anuncios en el incremento de los combustibles en Colombia son el camino adecuado, pese a que son insuficientes. La razón: la paridad del precio es “mucho” menor a lo que internacionalmente se vende la gasolina.
“Somos conscientes que el consumidor final se verá impactado en la medida que el Gobierno empiece a homologar el precio subsidiado en Colombia con los precios internacionales”, dice Martínez, al comparar que mientras hoy un galón se vende en US$2,14 en el país, a nivel internacional puede costar entre US$5 para la gasolina y US$5,7 para el diésel. “Cuando usted habla de aumentos de $300 a $400 está yendo en la dirección correcta, pero el gap todavía es muy grande con lo que está sucediendo”.
Los incrementos que se prevén en la gasolina no impactan como tal la operación de Primax, según destaca el CEO. Confirma incluso que para 2022 tienen un plan de inversiones que asciende a aproximadamente U$26 millones, con el objetivo de cerrar el año con más de 900 estaciones.
Por ahora la estrategia de mediano y largo plazo apunta a seguir expandiendo la marca a nuevos mercados de la región, pese a que Martínez no revela cuál sería el próximo destino. No obstante, en febrero de este año, Álvaro Granada, CEO del Grupo Primax, sostuvo a varios medios de comunicación que ya estaban analizando oportunidades en Chile y Centroamérica, con la visión de convertirse en una multilatina de energía y multiservicios.

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Martínez está enfocado en sacar adelante las operaciones en Colombia, por lo que continúa atento a las decisiones de política económica que tome el nuevo gobierno de Gustavo Petro. Primax es un jugador importante de la cadena de hidrocarburos, que se podría ver afectado en el eventual escenario que se perdiera la autosuficiencia energética. Hoy le compra el producto refinado a Ecopetrol y no depende de importaciones.
Por eso Martínez detalla que la transición energética debe ser gradual, acompañada de una producción local en ese periodo. “No es un problema fácil el que tiene el nuevo gobierno, pero creo que se han hecho esfuerzos en el sector. Tendremos que ir viendo cómo se mueve la marea”, concluye.