Se prevé que muchas unidades en general tendrán afectaciones por cuenta de la propuesta de reforma de impuestos.

Muchos gremios y empresarios vienen advirtiendo sobre el impacto de la reforma tributaria en las empresas de muchos sectores, inclusive en aquellos que no serán gravados directamente.

Los presidentes de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, y de la Andi, Bruce Mac Máster, así lo han señalado en distintos escenarios.

Según Mac Máster solo los impuestos que afectan a las compañías y los emprendedores valen cerca de $14 billones, lo que ya en sí sería la reforma tributaria más grande de la historia.

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Por su parte, Cabal pidió al gobierno que no se acuda solo al expediente de más impuestos para cubrir el hueco fiscal y cumplir con las necesidades de inversión.

Yansen Estupiñán, gerente de Neos Centro, se pronunció en el mismo sentido.

“Todas las personas en su imaginario tienen que la reforma no les afecta porque no son grandes compradores o grandes consumidores ni tienen salarios altos”, explicó al señalar que esa idea está equivocada: “por ejemplo, el impuesto al plástico afecta a toda la cadena de consumo: el arroz, el azúcar, la panela, vienen en plástico y si aumenta ese insumo, aumenta el precio final a los consumidores”, señaló el empresario. “Si colocamos ese impuesto al plástico, va a subir la canasta familiar”, ratificó.

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Este desafío de los nuevos impuestos se podría sumar a todos las demás situaciones que ha venido enfrentando el sector productivo: problemas logísticos, subida de precios en materias primas y aumento en costos financieros por las mayores tasas de interés. Eso agravaría el impacto de la reforma tributaria en las empresas.

Según Estupiñán, la economía ha respondido bien desde finales del años pasado, inclusive a pesar de los paros y la pandemia. Pero esa tendencia no es sostenible.

“En el caso de los centros comerciales, se desocuparon muchos locales y a esto se le suma que muchas familias no tuvieron los suficientes recursos para salir a comprar”, comentó.

Para enfrentar esas dos situaciones han venido trabajando por la vía de reducción en los arriendos de locales y mayores promociones para reducir precios de venta.

“Nos tocó bajar los arriendos, bajar las condiciones y exigencias para que los comerciantes empezaran a tener lugar físico para vender. De la misma hemos trabajado para generarles comercialización en redes sociales y en web. Esos ahora son nichos de mercado más importantes”, dijo el empresario.

Para él, es clave lograr consistencia en el ritmo de recuperación, porque hasta el momento buena parte del mejor crecimiento está explicado por medidas extraordinarias como los días sin IVA y las jornadas Fenalco, donde hay promociones y convocatorias para los consumidores.

“Somos optimistas de que va a mejorar la economía, pero la reactivación no ha pasado de 55% o  60% frente a antes de la pandemia. Los días sin IVA y las fechas Fenalco sin lugar a dudas impactan, pero luego vuelve y recae la actividad. No es constante el ascenso”.

Destacó que todavía hay problemas de suministro y en el caso de tecnología y confecciones, las actividades siguen golpeadas, porque resulta muy difícil traer insumos del exterior. En el caso de prendas de vestir, los componentes que vienen del exterior pueden llegar a ser 90% o 95%. La situación es parecida en tecnología y maquillaje. Eso se agrava con el alza en el precio del dólar.

“Muy importante es generar ese ambiente de confianza en el país que no lo hemos podido lograr: aún hay temor con el nuevo gobierno por las medidas o temor por las carreteras del país porque se recrudezca la violencia. La gente no invierte y lo que tiene es que invertir para que mejore la economía”, finalizó.