Desde hace 26 años la marca peruana puso en marcha un laboratorio que le apuesta al desarrollo y testeo de fórmulas exclusivas. Allí trabajan perfumistas y científicos de todo el mundo, dándole vida a unas 100 nuevas fórmulas al año.
En un edificio en Fort Lauderdale, a menos de una hora de Miami, Estados Unidos, se esconde el que por 26 años ha sido ‘la joya de la corona’ de la marca de belleza Yanbal: su Centro de Innovación y Desarrollo. Un lugar creado para desarrollar y testear fórmulas exclusivas para la marca.
La creatividad se ve en cada detalle. Paredes de colores, puertas de cristal y aromas de todo tipo hacen parte del ambiente del lugar. No podría ser diferente, allí trabajan científicos, químicos y perfumistas de la marca que cada año le dan vida a unas 100 nuevas fórmulas de fragancias, maquillaje y productos para el cuidado facial que la compañía lanzará al mercado.
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Marie Cassou, química francesa, es la gerente de investigación y desarrollo de la marca y la líder del Centro. En conversación con Forbes, la experta habló del proceso de creación de nuevas fórmulas y entregó detalles de la operación de este lugar.
“Básicamente estamos encargados de dos cosas principales: darle vida a las ideas que desde el área comercial llegan, porque son necesidades del mercado; y experimentar y crear con las materias primas que recibimos, que son de altísima calidad. Todo exclusivo para la compañía.”, cuenta Cassou en conversación con Forbes. Muchas de esas materias primas vienen de otro laboratorio de la marca en Francia, dedicado a la búsqueda de nuevos ingredientes activos naturales para la cosmética que puedan revolucionar la industria. “El extracto de uchuva es uno de esos descubrimientos. Nos dimos cuenta de que la cáscara que recubre la fruta tiene componentes muy efectivos en procesos antienvejecimiento”, agrega la científica.
Cuando una fórmula está lista, ‘ver nacer’ un producto final puede tomar entre uno y tres años, detalla Cassou. “Entramos al laboratorio con cantidades de prueba muy pequeñas que testeamos y enviamos a aprobación con los diferentes equipos. Es un trabajo conjunto en el que no solo se evalúa que la fórmula sea efectiva sino también que el producto final sea agradable al tacto, a la vista, al olfato. Necesitamos no solo demostrar científicamente que una crema hidrata, por ejemplo, sino que los usuarios al aplicársela sientan que efectivamente su piel está hidratándose. De lo contrario no nos sirve”, puntualiza.
Una vez se tiene la aprobación de todas las áreas involucradas en el proceso estas fórmulas son enviadas a sus plantas de producción en Perú y Colombia, en donde se fabrican en cantidades industriales y salen al mercado.

Foto: Yanbal.
Debido a lo largo del proceso el lugar suele trabajar adelantándose uno o dos años a los lanzamientos del mercado. En agosto, fecha en la que Forbes visitó en lugar, ya estaba listo el perfume estrella de su campaña de fin de año, que junto a otros productos tendrá como protagonista a la colombiana Carolina Gaitán. A ese ritmo avanzan.
Una apuesta por lo exclusivo
Por años la marca peruana ha apostado por mantener ‘in house’ estos procesos de creación, en una búsqueda por la exclusividad, como lo hacen las grandes multinacionales del mundo. Por eso dentro de los cerebros de su Centro de Innovación están figuras como Arnaud Winter, perfumista francés destacado por ser una de las mejores 10 ‘narices’ del mundo. Winter tiene a su disposición en su laboratorio de Fort Lauderdale una ‘biblioteca’ de olores con más de mil referencias que de manera exclusiva ha encontrado para Yanbal. Su olor favorito, dice, es el azafrán.
¿Y el testeo? Yanbal no prueba sus fórmulas con animales, explica Cassou. Sus procesos de testeo están enfocados en pruebas químicas, algunas de ellas de la mano de grandes laboratorios de Brasil y Europa, y otras con voluntarios.

‘Alma Latina’, su esencia
Yanbal nació hace 55 años en Perú, de la mano de Fernando Belmont. El empresario tiene la sexta mayor fortuna de ese país, con un capital de 1.100 millones de dólares, y hoy por hoy es considerado uno de los gurús de la cosmética en Latinoamérica, gracias a la apuesta que ha hecho por llevar la compañía a todos los países de la región.
Actualmente Janine Belmont, hija del fundador, es la CEO global de la compañía y desde hace unos cinco años la tercera generación de la familia está involucrada especialmente en su nueva misión: conquistar al mercado joven. Daniela Aguirre, hija de Janine y gerente de Marca de Yanbal habló con Forbes sobre este reto. “Estamos enfocados en construir una comunicación mucho más cercana a los consumidores jóvenes, queremos poner a la marca de moda y llegar a las mujeres de 30 años”, comenta Aguirre.
En pro de este objetivo la marca relanzó su imagen en 2021 bajo el eslogan ‘Alma latina’, “porque estamos orgullosos de nuestras raíces y queremos destacarlas”, puntualiza la gerente. El cambio incluye detalles como volver a utilizar a modelos de Colombia, Perú o México en las campañas y catálogos.
Su segundo gran objetivo, menciona, es visibilizar el respaldo científico de los productos de la marca, que se subestima debido al modelo de venta por catálogo que caracteriza a Yanbal. “La gente cree que por ser una marca de venta directa no existe un respaldo de calidad, investigación y desarrollo alrededor de los productos. Queremos derribar la connotación negativa de la venta directa“, dice.

Una marca que no para de crecer
Para este 2022 Yanbal espera crecer un 16% a nivel regional y un 40% sobre el volumen producido en 2021.
A la fecha ya tienen presencia en nueve países del continente. Cuentan con una planta de 3.000 colaboradores: 1.300 de ellos en Perú, 920 en Colombia, 350, Ecuador y 110 en Bolivia y el 61% de posiciones de liderazgo son ocupadas por mujeres. Además, en medio de su apuesta por lo social y la generación de empleo para las mujeres, cuentan con 600.000 consultoras que generan ingresos vendiendo productos de la marca.
En cuanto a nuevos mercados, concluye Aguirre, la compañía está enfocada en fortalecer su operación en México y Estados Unidos. “En México llevamos 30 años pero no hemos sido tan exitosos como en Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia. En Estados Unidos llevamos 5 años y estamos ganando espacio. Nuestro fuerte en ese mercado es la venta directa, que nos ha llevado a ganar reconocimiento”.

Foto: Forbes Colombia.