En medio del ‘boom’ de las series y películas colombianas, plataformas como Amazon, Netflix, Disney + o Apple TV están eligiendo al país como foco para sus producciones. Forbes hace una radiografía de lo que se viene para un sector que se está robando las miradas en América Latina.

Por: María Camila González Olarte y Lina Vargas Vega

¿Qué tienen en común Pasión de Gavilanes, Betty la Fea y Café con Aroma de Mujer? Todas son producciones colombianas que se están robando el show en las plataformas de streaming. Estas telenovelas juntas han permanecido más de _60 semanas en el Top10 global y encabezan las listas de las más vistas de habla no inglesa. Y aunque son apenas unos de los títulos más sonados, lo cierto es que Colombia promete volverse la nueva ‘meca’ de estas producciones de América Latina. Pero, ¿qué le falta para llegar a eso?

Solo basta con echarle un vistazo a las últimas realizaciones que se han lanzado para ver que el éxito del talento colombiano ha logrado conquistar varios rincones del mundo.

Las grandes plataformas pasaron de hacer una apuesta por el país como ‘un tiro al aire’ para empezar a competir por llevarse las mejores historias: los libros de Gabriel García Márquez, las obras de Mario Mendoza –dos de ellas ya fueron firmadas y se encuentran en producción–, también otras historias que no hacen parte de la literatura pero que siguen reafirmando la marca país.

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Datos oficiales demuestran ese ‘boom’ por el que está atravesando el cine colombiano. De acuerdo con el Ministerio de Cultura, desde el 2020 se han creado 59 proyectos audiovisuales en Colombia que se han publicado en plataformas como Amazon, Netflix y Apple TV, gracias a unos incentivos tributarios a las empresas.
Esos proyectos le han dejado al país en estos años 1,3 billones de pesos y la generación de 20.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. De estos proyectos, 18 han salido a la luz y el resto están en proceso de producción y posproducción.

Uno de esos es ‘Noticia de un secuestro’, una serie que fue lanzada el mes pasado por Amazon y está inspirada en la obra del Nobel de literatura colombiano, que narra la historia de una guerra que marcó al país en los años 80. Y esta plataforma reveló que prepara el lanzamiento de otras 11 producciones más con talento colombiano de aquí a finales de 2023 y no descarta sorprender con más contenidos.

Por su parte, el Santo Grial de la literatura colombiana, ‘Cien años de soledad’, está próximo a llegar a las pantallas alrededor del globo. “A nuestros miembros de todo el mundo les encanta ver series y películas en español, y creemos que este proyecto es una combinación perfecta para nuestra plataforma”, le dijo a Forbes el vicepresidente de contenidos originales de Netflix en Latinoamérica, Francisco Ramos.

Y pese a que no hay claridad de las obras que se vienen de Netflix en Colombia porque esa información todavía es reservada, la competencia está alerta y la carrera es reñida. La plataforma, aunque tiene altas expectativas con la adaptación del Nobel, no puede poner todos sus huevos en la misma canasta y dicen que apuntan a superar el éxito de ‘Pálpito’.

Esta serie, Pálpito, es protagonizada por Sebastián Martínez, Ana Lucía Domínguez y Michel Brown, dirigida por Camilo Vega y producida por CMO Producciones; fue declarada un éxito rotundo y se posicionó en el Top 10, principalmente en el primer lugar, de 27 países de América, 29 de Europa, 7 de África, 17 de Asia y 3 de Oceanía.

También con su entrada al país, Disney + y Star + ajustaron la competencia, acaban de lanzar ‘No fue mi culpa Colombia’, que se une al portafolio de más de 20 producciones que han contado con talento colombiano y latinoamericano. “América Latina y específicamente Colombia tienen grandes talentos y creativos que inspiran y colaboran para alcanzar la excelencia y altísima calidad que caracteriza a nuestras historias”, dijo a Forbes Cecilia Mendonça, vicepresidente de Contenido, Desarrollo y Producción de The Walt Disney Company Latin.

El camino de las producciones

Además de su aparición en plataformas de streaming, el nombre de Colombia viene sonando, sobre todo, desde la nominación a los Premios Óscar por la película El Abrazo de la Serpiente, dirigida por el colombiano Ciro Guerra, o también gracias a la filmación de Memoria, dirigida por el director independiente tailandés Apichatpong Weerasethakul que contó con la participación de figuras tan icónicas como Tilda Swinton y también tuvo en su nómina a la colombiana Diana Bustamante como productora y otros participantes locales.

Si bien el nombre de Colombia se ha posicionado con más fuerza en los últimos años con sus producciones originales, el detrás de cámaras para hacer atractiva a Colombia para el cine local e internacional tiene una historia de dos décadas de incentivos y recursos para impulsar a la industria.

Para dimensionarlo hay que hacer un recorrido al sistema de incentivos que tiene Colombia para el sector audiovisual y cinematográfico. Una de esas herramientas es la Ley 814 de 2003 que comprende la creación del  Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC) y de los Certificados de Inversión o Donación Cinematográficos como instrumentos para la creación y consolidación de esta industria.

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También está la Ley 1556 de 2012 que promueve el territorio nacional como destino y locación audiovisual. Y durante los últimos años se creó el Fondo Fílmico Colombia y de los Certificados de Inversión Audiovisual (CINA) que también benefician a series, videos musicales, videojuegos y realizaciones audiovisuales publicitarias, y otras etapas como la postproducción. 

Colombia pasó de 34 películas en los 90 con un promedio de estreno de 3,4 por año a 393 filmes con un promedio de estreno de 23 filmes cada 12 meses.

“En este periodo logramos que la Ley 1556 de 2012 a través del decreto 474 de 2020 tuviera tres cambios importantes: amplió los beneficios del Fondo Fílmico Colombia a otros géneros audiovisuales como las series y videos musicales; aumentó la vigencia de la Ley 1556 de 2012 hasta el año 2032, y se creó el CINE. Con respecto a los CINA se cumplió la meta de asignación del cupo fiscal del año 2021, que fue de 200.000 millones de pesos, y se expidió el Decreto 1701 del 2021 que permite la inscripción automática de estos certificados en el Registro Nacional de Valores y Emisores, lo que permitirá que por primera vez en la historia de nuestro país un título valor del sector cultura se pueda negociar en la Bolsa de Valores de Colombia”, le dijo a Forbes la cartera de Cultura.

Con este panorama más claro y gracias a este paquete de incentivos, Colombia pasó de tener 34 películas colombianas con un promedio de estreno nacional de 3,4 películas al año en los noventas a 393 películas nacionales, con un promedio de estreno anual de 23 producciones con la implementación de la ley del 2003 y las otras herramientas.

Lo que se viene

Como pasa en muchos sectores de la economía, cuando se escucha “reforma tributaria” se prenden las alertas y los jugadores de esta industria no se sienten ajenos a la discusión. La propuesta que hace Gustavo Petro y su ministro de Hacienda José Antonio Ocampo podría cambiar las reglas de juego.

En el proyecto de ley plantean derogar varias de normas que incentivan la producción audiovisual y la inversión de empresas extranjeras en ese sector como es el caso del Fondo de Desarrollo Cinematográfico, la Ley del cine y la Ley de filmaciones.
Con la noticia, grupos del sector han manifestado su preocupación por la medida y se han anunciado reuniones con el Gobierno para ver cómo se puede mitigar el golpe de la tributaria a este sector.

El argumento de las productoras es que llevan varios años luchando por fortalecer el sector y no quieren dar un paso atrás. Plantean incluso que la retribución del cine y la televisión no es solo económica, sino que también beneficia al tejido social y la cultura colombiana.

Camilo Vega, Dago Garcia, Ana Piñeres, Diego Ramirez | Fotografía Diana Rey Melo

“Quitar las exenciones tributarias del cine puede ser catastrófico porque es la herramienta que nos ayuda a atraer inversionistas. El cine, que hoy es difícil de financiar, puede desaparecer”, teme Ana Piñeres, cofundadora de CMO Producciones, en medio de su agenda con el Ministerio de Cultura. “Sería parar la industria que está configurando la cultura en Colombia”.

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Andrés Vargas, COO de Dynamo, creadores de ‘El robo del siglo’ y otras producciones, piensa algo similar y dice que la reforma tal y cómo está planteada afectaría no solo al cine y la televisión, también a las industrias creativas que dependen del séptimo arte.

Para dimensionar el impacto que podría tener esta medida, basta con mirar los datos que arroja la cuenta satélite del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de la economía naranja, que incluye también estas producciones audiovisuales: el sector pesó 2,61% del Producto Interno Bruto de Colombia en 2021, con un valor agregado de 24 billones de pesos.

Para el caso de las industrias culturales, que incluye a los segmentos de editorial, fonográfica, audiovisual, y agencias de noticias y otros servicios de información, estas actividades aportaron 5,82 billones de pesos en 2021 a la economía colombiana.
Solo en Bogotá, el clúster de industrias creativas tiene 12.237 empresas y aporta el 3,5% del PIB de la ciudad.

Con esta foto más clara, hay quienes ven el vaso medio lleno. El director colombiano Camilo Vega sabe que la calidad de las producciones sello Colombia ya marcó un precedente y que no hay marcha atrás. Si las plataformas llegaron por un beneficio tributario, se quedarán porque encontraron lo que estaban buscando: el paraíso de las locaciones, talento humano e historias reales que enganchan.

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