A sus 66 años, Óscar Isaza Benjumea está desarrollando su quinta terminal portuaria en el Golfo de Urabá. Se trata de un megaproyecto que asciende los US$774 millones y que prevé entrar en operación en la primera mitad del 2025 como un nuevo ‘hub’ de comercio exterior.
Óscar Isaza Benjumea dice que sigue trabajando porque su misión en este mundo es generar riqueza social. Tiene 66 años, ha sido promotor y gestor de cinco terminales portuarios y ahora –no en vano con todos sus éxitos– adelanta uno de los megaproyectos más ambiciosos del país: el desarrollo de Puerto Antioquia.
Tardó ocho años para empezar las obras, desde cuando el hoy fallecido bananero Guillermo Henríquez le presentó la oportunidad de construir una terminal en el Golfo de Urabá, una región con alto potencial agroindustrial. Dice que inicialmente el cronograma era de dos años, pero el tiempo se extendió cuando se dio cuenta que se requerían estudios de mercado, licenciamiento ambiental, construcción de un modelo financiero y gestión con banca de inversión.
La primera vez que visitó el proyecto viajó de Bogotá a Rionegro, bajó a Medellín y desde allí abordó un avión para el Urabá. Al llegar, se encontró que lo único que estaba en venta era un lote de 36 hectáreas, pues tan solo estaban cuatro barcazas cargando banano. “Lo único que les dije fue: ¿Cuánto vale lo que están vendiendo? Era comprar la idea, porque había que hacer una ingeniería total, desde lo básico hasta los detalles”, recuerda en diálogo con Forbes. “Fue ahí cuando firmamos un documento de intención vinculante sujeto a cierre financiero”.
Hoy las obras ya están en marcha luego de surtir el tema preoperativo y lograr convencer a los accionistas. Se trata de un proyecto que asciende a los US$774 millones, que vendrán gracias al cierre financiero que se logró con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Davivienda, Bancóldex y Gestión Integral de Proyectos (GIP), así como los aportes de accionistas.
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“Tenemos una licencia que cubre absolutamente todos los aspectos técnicos, operativos y sociales del proyecto. Eso se debe decir porque fue así como logramos el cierre en las condiciones que está, con US$400 millones de deuda principal, con US$100 millones de deuda mezanine y con cerca de US$260 millones de aportes de los socios”, añade Andrés Bustos, que además de ser el gerente de Puerto Antioquia, es sobrino de Isaza.

PIO SAS (Puertos, inversiones y obras), la empresa de Isaza, es el gestor de la obra, mientras Eiffage Obras Civiles Marítimas y Termotécnica Coindustrial los encargados de construir la infraestructura física, el viaducto en los muelles y las vías de acceso, entre otros. Hace unos días, la firma Jan De Nul, de Bélgica, terminó el dragado del puerto, por lo que se alcanzó la profundidad necesaria para atender a los buques Panamax, que son los más grandes que pasan por el Canal de Panamá y que, incluso, reciben en Colombia.
“Será el puerto más cercano a los centros de consumo y producción como son Medellín, Antioquia y Eje Cafetero”, reitera Isaza, al confirmar que el proyecto traerá desarrollo económico no solo para la región, sino para el país. Según el cronograma, Puerto Antioquia planea entrar en el primer trimestre de 2025 y para su desarrollo se prevé que se demandarán por lo menos 17.000 empleos, entre directos e indirectos.
El nuevo megaproyecto de Isaza es parte de un listado de obras que ha ayudado a gerenciar y construir. Su historia en este negocio empezó exactamente hace 30 años, cuando el entonces presidente César Gaviria permitió a los privados administrar las concesiones. Fue así como, en 1992, Isaza y un puñado de socios arrancaron la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, que años más tarde convertiría al directivo en uno de los empresarios más importantes de este sector en el país.
De la gasolina a los puertos
Oriundo de Cali, nació en el barrio La Campiña, muy cerca al Centro Comercial Chipichape. Su padre fue maquinista de Ferrocarriles Nacionales del Pacífico y su mamá, modista. Estudió ingeniería civil en la Universidad del Valle y desde muy joven emprendió con la venta de libros y mercancía.
En la universidad conoció a Amparo Pinzón, que años más tarde se convertiría en su esposa. De hecho, fue ella quien le dijo que podría vincularse a Colpuertos, que era la empresa de puertos de Colombia. Al no firmar unos requerimientos de su jefe, fue despedido, pero su suegro, José Joaquín Pinzón, le dijo que podía administrar una estación de gasolina, para luego pagársela.
Isaza arrancó en el negocio de la gasolina y le dio vida a la estación de combustibles Brisas del Pacífico, que llegó a convertirse en el mayor proveedor de combustible del país. De ahí que años más tarde se abrió la posibilidad de empezar su promotora portuaria cuando el gobierno firmó la ley 1 de 1991. “Yo era el presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Buenaventura y, junto al gobierno nacional, hicimos un acuerdo para fuera el presidente de una promotora de la Sociedad Portuaria de Buenaventura”, dice. “Arranqué junto a otros tres compañeros, como lo son Víctor González, Fabio Grisales y Oscar Payán. Con ellos, armamos la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura”.
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Tras su éxito, en el 2000 formó el Grupo Empresarial del Pacífico (Gepsa), con el que ganó la concesión del Puerto de Caldera en Costa Rica. Luego arrancó la Terminal de Contenedores de Buenaventura (TCBuen) en 2003, junto a un socio de puertos de Barcelona; y más tarde Puerto Solo, que es un puerto energético y de hidrocarburos. Ahora, no es vano con todo lo que ha hecho, quiere poner en marcha Puerto Antioquia, un proyecto que prevé dinamizar las exportaciones del centro del país.
“Nosotros buscamos que más personas encuentren en el Urabá y en Puerto Antioquia el apalancamiento para crecer sus negocios. Este no es un proyecto que llega necesariamente a robar cuotas de mercado o a repartirse un pastel que ya existe”, dice Bustos, gerente del proyecto. “Creemos firmemente en las condiciones especiales de este proyecto, que está 350 kilómetros más cerca del 70% del Producto Interno Bruto colombiano”.

Nuevo centro de comercio exterior
Puerto Antioquia prevé convertir a Urabá un centro de comercio exterior. El proyecto se conectará a lo adelantado con las vías 4G, con lo que se facilitará el transporte de mercancía en esta zona del país. Se estima que su puesta en operación permitirá la llegada de 800 nuevas empresas, tanto de transporte, como de oficinas de aduanas, logística, hoteles, restaurantes y empresas de servicios. “En fin, servirá para todo un tema de relocalización industrial”, comenta Bustos.
En Puerto Antioquia se movilizará carga de todo tipo, excepto hidrocarburos y minerales. Se proyecta que el volumen ascenderá entre siete a ocho millones de toneladas al año, con especial énfasis en el banano, el plátano, el cacao y la yuca, entre otros.
Dice Isaza que será un dinamizador económico, que permitirá jalonar mayor inversión extranjera en Colombia. Aunque los cálculos son preliminares, se estima que, como consecuencia del puerto, podrían entrar más de US$50 millones nuevos al año a la economía regional.
Por ahora, dice Bustos, avanzan viento en popa para cumplir con los tiempos y entregar, en menos de tres años, el puerto. Según explica, el sueño se materializará gracias al trabajo de Isaza, que sabe cómo nunca desfallecer. “Él siempre dice que se deben encontrar caminos en las dificultades. Para mi es un ejemplo de perseverancia, al que todos los días le sigo aprendiendo”, concluye.
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