El potencial en producción alimentaria de América Latina ha sido una de las bases centrales en la alianza con los mercados europeos.

Este año, Europa tuvo el verano más caluroso registrado en toda su historia. De ahí que el miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, Javier López, detallara la necesidad de tomar acción en el corto plazo.

Y es que una ola de calor o una sequía no solo pueden provocar aumentos de mortalidad, sino también un impacto económico, pues los eventos climáticos han estado afectando durante los últimos años a la producción de energía nuclear y al transporte marítimo.

Todo esto hace que sea necesario apostar por las energías limpias. De ahí que una de las consecuencias para Europa, de acuerdo con López, es la aceleración en la implementación del European Green Deal.

“Para nosotros ya era la hoja de ruta marcada por la Comisión Europea, y lo que va a provocar es que no solo sea necesario por las apuestas climáticas, sino también por razones geopolíticas”, sostuvo el eurodiputado.

Bajo esa perspectiva, Latinoamérica se proyecta como uno de los aliados clave en el corto plazo, sobre todo en materia de seguridad y soberanía alimentaria. De hecho, López destacó que la región debe ser un “socio estratégico” para la comunidad internacional.

Dicha sociedad apunta a solventar “las dos mayores crisis” que vive ahora mismo el planeta: la seguridad alimentaria y la crisis energética. Al respecto, sostuvo que Latam también puede convertitse en un proveedor de hidrocarburos y energías al resto del mundo.