La ministra de Agricultura, Cecilia López, dijo que la compra de 3 millones de hectáreas a Fedegán podría ser con deuda. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, salió a desmentir esta afirmación y explicó que eso "no se puede hacer".

El pasado jueves 6 de octubre el Gobierno Nacional y la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) llegaron a un acuerdo para la compra y venta de 3 millones de hectáreas de tierras fértiles. El anuncio fue calificado como un pacto histórico, que servirá como pieza fundamental para la ambiciosa Reforma Agraria Integral a la que le apuesta Gustavo Petro.

El acuerdo establece que las 3 millones de hectáreas deberán acreditarse como propiedad privada conforme a la ley, no tener ningún proceso agrario en curso y cumplir con las disposiciones ambientales y agrarias. Además, deberán ser tierras fértiles para que sean entregadas a los campesinos y campesinas del país.

A partir de ahora, según confirmaron, vendrá un trabajo conjunto entre Fedegán y el Ministerio de Agricultura”, en el que lo más difícil, según dijo Petro el fin de semana, será “conseguir los dineros” para comprar 500.000 hectáreas al año. De acuerdo con el Gobierno, el valor de cada una de las tierras dependerá del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), quien determinará precios mínimos y máximos de cada una de las ofertas, fruto de los análisis y de los resultados del catastro multipropósito.

Foto: Presidencia de la República.

El Gobierno dijo que asumirá los costos a “los que haya lugar” para materializar el respectivo negocio jurídico. De hecho, reiteró que “el pago se efectuará con bonos de deuda pública u otra forma que determine el gobierno”.

Aunque aún no se tiene un valor exacto de la tierra, hace casi un mes Petro lanzó una cifra al aire y explicó que cada hectárea estaría entre $10 y $20 millones. Eso, en cuentas de servilleta, quiere decir que dicho plan costaría entre $30 y $60 billones.

Fuentes de financiación

La ministra López le dijo a La República que la compra es un hecho e incluso aseguró que el próximo año se harán las primeras transacciones. López aseguró que el Agustín Codazzi y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra) irán adelantando el tema para avanzar ‘rapidamente’ en este plan.

¿De dónde saldrá entonces la plata para comprar las tierras? El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicó el viernes pasado en una rueda de prensa que no se podrían comprar tierras con bonos o TES (títulos de deuda pública). El jefe de la cartera desmintió a los funcionarios del gobierno que ya hacían planes con deuda e incluso reiteró que eso no está autorizado.

“No sé si el presidente dijo que sería con TES o no, pero en el Ministerio de Hacienda tenemos claro que no se puede hacer, no se puede comprar tierras con bonos o TES. Eso no está autorizado”, argumentó Ocampo, quien le ha tocado en los últimos días salir a corregir varias declaraciones que se han gestado desde otras carteras.

La ministra López aseguró que uno de los viceministros de Hacienda ya está trabajando con el Gobierno para encontrar posibles fuentes de financiamiento, pero lo cierto es que todavía no es claro de dónde saldrá esa plata.

En este momento las necesidades fiscales son altas e incluso el Gobierno Nacional está precisamente tramitando una tributaria para buscar nuevos recursos que les permita cumplir con su política social. Tampoco es claro si algo de la tributaria irá para la compra de dichas tierras, que, según como dijo López, se hará a través de un fondo.

Fondo de tierra

López anunció que crearán un fondo nacional de tierras para la compra de estos predios. Dicho mecanismo, según destacó la ministra, aún no ha sido legalizado con el Ministerio de Hacienda, por lo que le tendrán que pedir permiso a Ocampo para ver la viabilidad de este sistema.

Es de resaltar que Ocampo aseguró que en ese proyecto se mirará la regla fiscal, de cara a no incurrir en gastos mayores que no les permitan cumplirla.

Por ahora el compromiso del Gobierno Nacional es democratizar la tierra y reconocer los derechos territoriales de comunidades campesinas, pueblos afrocolombianos e indígenas, según confirmaron. Las intenciones del Ministerio de Agricultura son buenas, pero todo dependerá de la chequera o los mecanismos de pago que les otorgue Minhacienda. Ahí, realmente, estará el verdadero debate.

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