Dejó la universidad y con poco más de 20 años de edad ya se había convertido en millonario.

Hubo un momento en que la vida de Daniel Ek se detuvo. Deténgase. La depresión no sabe cuando viene y cuando se va, solo sabes cuando estás en medio con todas las dificultades que solo pueden ser imaginables para aquellos que, afortunadamente, nunca han tenido que lidiar con ella. 

El fundador de Spotify , con una fortuna estimada en unos 5.200 millones de dólares por Forbes , tiene una vida que de alguna manera podría compararse con una canción de jazz: notas que parecen aleatorias y que en cambio encajan a la perfección, altibajos repentinos y casi momentos amortiguados, si se escuchan. no te detengas Como cuando pausas una canción en Spotify.

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Siempre ha estado en medio de un poco de música y un poco de tecnología. Hijo de madre soltera que trabaja como maestra de párvulos, nieto de abuelos músicos y con un padre que se dedicó a la informática. Por eso, desde niño, algunos instrumentos musicales se alternan con las PC como obsequio para los momentos de celebración.

Para los 14 años -a finales de los 90- ya era programador. “Creía que para esa edad ya era bastante hábil. Había aprendido a programar HTML por mi cuenta y la gente me preguntaba si podía ayudarlos a crear páginas para sus negocios. Al principio cobraba 100 dólares, luego US$200, y así fue hasta que comencé a pedir US$5.000 por cada una. En ese momento tenía muchos clientes”, recuerda. 

Sin embargo, como no era posible pensar en hacer todo solo, decidió ‘contratar’ a sus primeros ‘empleados’: “Involucré a mis compañeros de colegio: les di iPods, celulares, videojuegos y cosas así a cambio de lo que hacían por mí”.

A los 16 años quiso unirse a Google , pero luego de presentarse fue rechazado porque no contaba con un título universitario. Optó por terminar la secundaria y después se matriculó en el Instituto Real Sueco de Tecnología para estudiar ingeniería. Después de ocho semanas, al darse cuenta de que todo el primer año se centraría únicamente en las matemáticas teóricas, dejó la universidad. 

Prefirió seguir sus instintos y desde entonces confía en ellos ciegamente. Se propuso encontrar trabajo en el área e ingresó a Tradedoubler, una empresa de marketing digital en donde desarrolló un programa que les proporcione información sobre los sitios para los que trabajan. El programa funcionó tan bien que Tradeboulder decidió comprarle sus derechos de creación por un millón de dólares, a los que se suman más por la venta de patentes similares a otras empresas por parte de Daniel que, con poco más de 20 años ya se había convertido en millonario.

Aunque el camino parecía resuelto para ese punto en su vida laboral, Ek apenas iniciaba su etapa más dura. Se encontró con aspectos de su personalidad que no había identificado: “estaba profundamente inseguro de quién era y de quién quería ser. Pensaba que quería ser un tipo mucho más genial de lo que era. Entonces lo que pasó fue que me deprimí mucho. Creía que todo iba a ser mucho mejor con el dinero, pero no es así”, recordó.

De nuevo tomó decisiones radicales: vendió su lujoso Ferrari, dejó su casa y se mudó en medio del bosque a una vivienda modesta donde pasaba su tiempo tocando guitarra, bajo, piano, batería y armónica. En ese momento llegó la idea de dedicarse a combinar música y tecnología. Para la época, inicios de los 2000, las páginas web para escuchar música ilegal estaban en auge. “Me inquietó el hecho de que la industria de la música se había ido por el desagüe, a pesar de que la gente escuchaba más música que nunca y de una mayor diversidad de artistas.”, recuerda Ek. Tras dos años de trabajo ininterrumpido, entre la creación de la plataforma, el desarrollo de la publicidad y acuerdos con sellos discográficos, llegó Spotify.

Su caso es uno de los pocos en donde se puede concluir diciendo “el resto es historia”. Hoy Spotify cuenta con unos 320 millones de usuarios en todo el mundo y la canción con más reproducciones de 2020, según los datos comunicados recientemente por la plataforma, ha sido escuchada 1.600 millones de veces. 

Terminó creando la principal plataforma de música del mundo y Daniel Ek ya no parece tener ninguna intención de pausar la lista de reproducción de su existencia.