En materia de género, las mujeres siguen teniendo menor acceso a servicios financieros que los hombres, pese a que ambos tienen un comportamiento similar al usar estos productos.

La Banca de Oportunidades presentó su Reporte de Inclusión Financiera del primer trimestre de 2022, en el que destacó que el número de adultos con al menos un producto financiero de depósito o de crédito en establecimientos de crédito, cooperativas con actividad financiera y ONG microcrediticias llegó a 33,9 millones. Esta cifra representa el 91,2% de la población adulta del país.

Los productos de depósito o transaccionales lideran en materia de penetración. El 90% de adultos (33,4 millones) contaban con al menos un producto de depósito al finalizar marzo, 0,9 puntos porcentuales más que en diciembre de 2021. Además, luego de la pandemia, las billeteras digitales o monederos electrónicos siguen ganando terreno: ya alcanzaron los 21,7 millones de usuarios, de estos para marzo 16,4 millones se encontraban activas.

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“La pandemia llevó a millones de colombianos a cambiar la forma en que pagaban sus alimentos o la factura de servicios públicos, generando un mayor uso de los pagos digitales. Tenemos una oportunidad crucial de consolidar un ecosistema de pagos digitales inclusivo que, a su vez, pueda desempeñar un papel fundamental en la dinamización del acceso al financiamiento”, afirmó Paola Arias, directora de Banca de las Oportunidades.

El acceso a crédito no creció de la misma forma. Solo el 34,6% de la población adulta del país tiene al menos un producto de crédito vigente, es decir, 12,8 millones de personas. La tarjeta de crédito fue la más utilizada con 8,0 millones, seguida por el crédito de consumo, con 7,1 millones y el microcrédito, con 2,3 millones.

Sin embargo, las mujeres (87,8%) siguen teniendo un menor acceso a los servicios financieros que los hombres (94,3%), a pesar de que ambos tienen un uso similar de estos productos: las mujeres tienen un porcentaje de productos activos de un 74%, mientras que los hombres de un 78%.

La brecha se hace aún más grande cuando se trata de población rural, allí el porcentaje de personas con al menos un producto financiero es del 63,9%, mientras que en zonas urbanas esta cifra llega al 94,7%.

“Mejorar el acceso al financiamiento de la población desatendida, como los micronegocios, la población rural y las mujeres, y encontrar soluciones innovadoras y disruptivas para generar una base amplia y diversificada de fuentes de financiación, que incorpore tanto a la banca pública como privada y a los esquemas cooperativos, es una prioridad del Gobierno Nacional”, puntualizó Arias.

Por departamentos, los datos más altos se dieron en Antioquia, Huila, Valle del Cauca, Risaralda y Santander donde se registraron cifras de acceso por encima del 90%, mientras que La Guajira, Amazonas, Chocó, Vaupés, Vichada y Guainía mostraron los resultados más bajos.