Desde su salida a bolsa, Nubank está pasando de la euforia del unicornio al horizonte del largo plazo. Su cofundadora, Cristina Junqueira y la gerente en Colombia, Catalina Bretón, hablaron sobre este proceso en exclusiva con Forbes, que las ha incluido a ambas entre las mujeres más poderosas en sus países.

A sus cuarenta años, la brasileña Cristina Junqueira sabe exactamente que es un doble parto no porque haya tenido gemelos, sino porque es madre de tres hijas que ha tenido en los últimos años, al tiempo que ayudaba a escalar Nubank, la fintech que cofundó junto al colombiano David Vélez y el estadounidense Edward Wible, que se convirtió en el neobanco más grande del mundo. 

Cuando estaba embarazada de su primera hija viajó así hasta California en Estados Unidos para convencer a fondos de capital de riesgo que invirtieran en el negocio, cuando estaba embarazada de la segunda apareció en la portada de Forbes Brasil protagonizando el listado de las mujeres más poderosas de ese país y cuando estaba embarazada de la tercera tocó la campana de la Bolsa de Nueva York en el debut en el mercado bursátil que ocurrió en diciembre del año pasado.

“Estoy muy orgullosa de lo lejos que hemos llegado, pero creo que estoy especialmente orgullosa de poder construir mi familia en el camino, creo que eso es algo que decidí que era una gran parte de lo que significaba el éxito para mí”, dijo Junqueira en una entrevista exclusiva con Forbes durante su primera visita a Colombia hace unas semanas. “Es díficil, pero se siente francamente bien que he podido equilibrar ambos lados de la ecuación”. 

Junqueira pasó de ser una empleada de Itaú como gerente del portafolio de tarjetas de crédito a una de las mujeres más ricas de América Latina. El año pasado alcanzó el status de billionaire, porque posee el 2.9% de las acciones de Nubank, aunque con el paso de los meses lo ha perdido, porque por la turbulencia en los mercados el precio de la acción de Nubank ha caído en un 55% a un precio de US$5 al cierre de esta edición, dejando su fortuna por encima de lo US$500 millones, según cálculos de Forbes. Sin embargo, dice que su vida se mantiene común y corriente y que no está pendiente del precio de la acción. 

“Solo quiero hacer cosas simples que solía hacer con mis hijos incluso hace cinco años, cuando estoy con ellos hacemos rompecabezas y muchos juegos con disfraces como si jugaramos a las princesas. Estamos en una situación cómoda económicamente en el sentido de que tendrán acceso a una gran educación y a una atención médica, pero realmente no ha cambiado mucho. La gente piensa que voy a estar en la playa y durmiendo más horas, pero realmente estoy aquí, trabajando”, sostiene Junqueira. “Puedo tardar días sin mirar el precio de la acción, lo que realmente nos importa es donde estará dentro de cinco o diez años. En el corto plazo hay tantas cosas como la volatilidad y las tasas de interés, justo ahí tienes que ser capaz de dar un paso atrás y mirar el panorama general con suficiente tiempo con un un horizonte suficiente para comprender realmente si estás creando valor o no y estamos muy comprometidos con el largo plazo”.

La cofundadora de Nubank asegura que en la compañía no está permitido un solo estilo de liderazgo y que el suyo es el liderazgo situacional. Cree que este ha sido un camino díficil que la ha vuelto más madura, paciente y resistente. 

“Habrá situaciones en las que tendrás que ser más directivo, habrá situaciones en las que desempeñes un papel más facilitador y harás que las personas consigan respuestas por su cuenta, pero ya sabes te gusta facilitar el camino para que realmente comprendas el contexto del equipo de negocio de ese momento, el sentido de urgencia y qué es lo que estás tratando de lograr. Si tuviera que definirlo, es más como un estilo de liderazgo adaptativo en todo caso”, apunta.

Catalina Bretón, gerente de Nu Colombia y Catalina Bretón, cofundadora de Nubank. Foto: © Diana Rey Melo / Forbes.

En eso la acompaña Catalina Bretón, la gerente de la filial Nu Colombia, que ha sido catalogada por Forbes como una de las mujeres más poderosas en el país, donde hace tres años lideraba un proyecto secreto en un equipo de tres personas y ahora encabeza un equipo de más de 300 personas, que atiende a 214.000 clientes. 

“Al principio mi estilo de liderazgo era hacer de todo, ir por el café, buscar la oficina, pensar en la estrategia y en el producto. A medida que crecemos mi papel ha evolucionado”, anota Bretón. “Siempre decimos que Nubank es una empresa en hipercrecimiento, todo el tiempo tenemos que pensar diferente dependiendo de la situación y en el momento de negocio en el que estemos”. 

Frente a los aumentos en las tasas de interés, que ha obligado a Nubank a elevar el interés que cobra a sus usuarios y que ha dificultado el acceso a capital a las compañías de base tecnológica, Junqueira explica que después de la “ola de impresión de dinero” que hubo durante la pandemia es una consecuencia a natural. 

  • Cristina: No es coincidencia que hubieramos hecho nuestra salida a bolsa justo antes, la ventana de capital se cerró y sabíamos que eso se avecinaba.
  • Forbes: Entonces tuvieron una bola de cristal..
  • Cristina: Bueno, eso fue solo una buena gestión de riesgos y diría que ahora estamos muy bien capitalizados. Tenemos US$3.500 millones esperando ser dispersados como para ser distribuidos en los diferentes países. Y por cierto, no necesitamos más capital para Brasil porque Brasil ya está generando ganancias. Estamos en una situación de privilegios.

La historia es diferente en la operación colombiana, donde Catalina admite que el crédito es muy intensivo en capital. En abril esta compañía obtuvo un crédito de US$650 millones que apalancará el financiamiento que otorgan en Colombia y México. La expectativa que tienen es que su negocio en estos dos mercados crezca mucho más rápido que Brasil.

“Decidimos no cobrar una cuota de manejo y esas es la forma en la que queremos jugar en el terreno de los precios”, expresa Bretón. “Tendremos que encontrar capital que es mucho más caro para formar eso. Estamos en una operación crítica que registra un largo crecimiento todos los días, así que hemos tenido que subir nuestra tasa de interés por eso”.

En medio de tantos competidores que han surgido, desde Rappi Pay con su tarjeta sin cuota de manejo, que devuelve el 1% de todas las compras, hasta Lulo Bank, que tiene licencia bancaria, Junqueira está convencida que su diferenciación es el esfuerzo por comprender a los clientes.

“Siempre es bueno que haya competencia real para el mercado porque los clientes tienen más opciones”, agrega Junqueira. 

Al auge de tendencias en la industria fintech como cripto y el ‘compre ahora y pague después’, Cristina revela que en Nubank tratan ir más lento que la tendencia hasta comprobar que se resuelve un problema y una necesidad real de los clientes.

“Algunas cosas son simplemente brillantes, luego vendrá la siguiente y se desvanecerá”, opina Junqueira. “La forma en la que pienso sobre cripto, es que es algo que ha estado sucediendo durante un tiempo, es como si hubiera un interés genuino por esta clase de activos, como si estuviéramos viendo mucha diversión en el intercambio de cripto, así que en Brasil ya tenemos una plataforma cripto en la que los clientes pueden encontrar no solo los ETF, sino también las criptomonedas. Estamos siguiendo la demanda de los clientes”.

Y sobre el ‘compre ahora, pague después’ (BNPL, por sus siglas en inglés) enfatiza que es un modelo que se ha popularizado en Estados Unidos y Europa porque allá no tienen los productos de financiación a plazos que ya existen en América Latina. “Definitivamente hay una necesidad, pero ya hay un producto, solo que esto suena más elegante”. 

Desde su lado emprendedor advierte que “no todo es tan glamuroso como parece desde afuera, no es para todos. Hay vidas muy interesantes, relevantes e impactantes sin necesariamente emprender, no es para todos, primero tienes que entender todo y conocerte a ti mismo”.