Una acta de la junta directiva de Sura le ordena al presidente Gonzalo Pérez empezar el trámite para vender su participación en Sura. La organización la desmiente y dicen que no han tomado ninguna decisión. Hay polémica.
Tras más de un año desde que el banquero Jaime Gilinski y su hijo Gabriel lanzaron la primera Oferta Pública de Adquisición (OPA) por Nutresa, se continúan escribiendo nuevos capítulos en esta disputa empresarial con el GEA. En esta oportunidad, se trata de una acta que se conoció en la que la junta directiva de Sura le ordena al presidente Gonzalo Pérez empezar el trámite para aceptar la más reciente oferta de los árabes por Nutresa.
La historia ha generado polémica en las últimas horas e incluso provocó un nuevo comunicado de Sura este martes, argumentando que “no se ha tomado una decisión alguna para la venta de las acciones de Grupo Sura en Grupo Nutresa”. No obstante, el documento existe, la junta se reunió y ahora está en manos de las autoridades analizar y decidir quién tiene la razón.
El más reciente episodio arranca el pasado martes cuando asesores del Bank of America le mostraron a la junta de Sura un análisis sobre Nutresa. Ellos llegaron a la conclusión que el valor fundamental de la multilatina de alimentos no sobrepasaba los $45.000 por acción, una cifra 67% más baja de lo que están ofreciendo los árabes al pagar US$15 por título, que, a la TRM de hoy representa $71.502.
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Aunque ese día no se llegó a ninguna conclusión, dos días después, el jueves 10 de noviembre, la junta directiva se reunió en pleno para revisar los estados financieros y hablar sobre la OPA. Sin embargo, muy temprano, la opinión pública conoció que la Superintendencia de Sociedades había inhabilitado a Luis Javier Zuluaga y Sebastián Orejuela por algunos conflictos de interés en la organización.
La reunión se llevó a cabo ese jueves, pero solo hasta las 7:39 de la noche se publicó un comunicado en la Superintendencia Financiera que decía: “El día de hoy, Luis Javier Zuluaga, Sebastián Orejuela, Santiago Cuartas y Pablo Londoño, presentaron sus renuncias como miembros de la Junta Directiva con efecto inmediato. Eso significa que no hay una Junta Directiva de Grupo Sura debidamente integrada, que
cumpla los requisitos establecidos en la Ley 964 de 2005 y pueda tomar decisiones”.
Lo que se conoce hasta el momento es que tras la reunión, a eso del medio día, se dio la renuncia de Palacio y Orejuela Martínez, y se sumaron las de Santiago Cuartas Tamayo y Pablo Londoño Mejía. Ellos cuatro, representantes del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).
Con estas dimisiones, quedaron los miembros de Gilinski en la junta, Ángela María Tafur, María Ximena Lombana y Andrés Bernal, quienes realizaron una sesión presencial para decidir sobre la OPA. Forbes conoció que Santiago Cuartas sí participó, pero no votó. Por eso los tres miembros fueron los que dieron la orden, que es la que se conoció en la acta.
Hoy existen diversos argumentos jurídicos, pero lo cierto es que el acta existe y las opiniones de la administración están divididas. Sura dice que “la supuesta acta que circula en medios es un documento privado entre tres personas que no tienen la capacidad legal ni estatutaria de tomar la decisión mencionada”. Pero del otro lado se argumenta que cuando hay dos impedidos, el quórum se ajusta en la votación.
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Al revisar el documento de la reunión extraordinaria, que incluso fue enviado a la Superintendencia Financiera, se estableció que en la junta estaban presentes cuatro de los cinco habilitados para realizar la votación: Bernal, Cuartas, Tafur y Lombana.

En las proposiciones destacan que aprueban la venta del 35% de Sura en Nutresa y que el pago se deberá hacer en dólares. Asimismo, le ordenan a Gonzálo Pérez, presidente del Grupo Sura, presentar la aceptación del Grupo Sura a la oferta formulada por los árabes.
“En igual sentido, deberán adelantar todos los actos que sean necesarios para ofrecer la totalidad de las acciones ordinarias de las que es propietaria en el capital del Grupo Nutresa”, dice el documento.
Por ahora no se sabe qué pasará teniendo en cuenta que el periodo de aceptaciones de la OPA termina este viernes 18 de noviembre. Se trata de un lío jurídico que se suma a los que vienen de meses atrás y el cual confirma que la disputa entre el GEA y el Grupo Gilinski va para un largo rato.
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