La primera Master Blender de Johnnie Walker habla con Forbes sobre su experiencia en la industria.

A inicios de 2022, Emma Walker se convirtió en la primera mujer en asumir como la guardiana del scotch en los más de dos siglos de existencia del whisky Johnnie Walker, tras suceder como Master Blender a Jim Beveridge, uno de los químicos más consolidados del sector, a quien la Reina Isabel II otorgó la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la industria. 

Con un nombre más que acertado, aunque sin relación con la familia Walker, Emma se unió a Diageo hace 13 años y adquirió un amplio conocimiento y experiencia en la producción e innovación del whisky escocés, para convertirse en una mezcladora ampliamente respetada que ha trabajado en la destilería durante los últimos seis años: sus innovaciones incluyen la serie de whiskies Johnnie Walker Blue Label Ghost & Rare, y Jane Walker

La posición de Master Blender del whisky Johnnie Walker es una de las más codiciadas, y Emma lidera un equipo de 12 expertos fabricantes de whisky en la búsqueda de un sabor excepcional, elaborando y mezclando whiskies de los cuatro rincones de Escocia para crear las numerosas variantes de la compañía que se venden en más de 180 países de todo el mundo. 

FOTO: Diageo

“Mi jefe me llamó para ofrecerme el puesto y no podía creer que lo hubiese conseguido. Fue muy emocionante pero también aterrador, por el peso de la responsabilidad de Johnnie Walker. Es una marca increíble, con una herencia maravillosa. Estos whiskies son amados en todo el mundo y eso conlleva la tremenda responsabilidad de garantizar que ese gran legado continúe en los próximos 200 años”, cuenta en entrevista con Forbes.

Los primeros acercamientos de Emma con la química fueron en la época escolar. Se dio cuenta que disfrutaba estudiando, pero elegir qué carrera quería continuar en la universidad no fue fácil. “Cuando llegué, alguien me dio un vaso de Talisker y fue el inicio de mi amor con el whisky. Mi pasión por el sabor”. 

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Posterior a hacer un doctorado en Química, Emma siguió motivada por la mezcla de sabores y por conocer la ciencia detrás de los mismos. Sabía que quería algo que uniera sus intereses y en 2009 solicitó un puesto de trabajo en el Centro Técnico de la muntinacional de licores Diageo, en Menstrie (Escocia).

“Desde entonces no he mirado atrás. Me considero una fabricante de whisky y ahora Master Blender de Johnnie Walker. Tengo uno de los mejores trabajos del mundo elaborando uno de los mejores whiskies, junto a un equipo con el que tenemos la oportunidad de trabajar en Escocia y otros países”, dice. 

LA MUJER Y EL WHISKY

FOTO: DIageo

“Una de las cosas que más me gusta de trabajar como mezcladora es que no hay dos días iguales. Cada día implica trabajar con una serie de personas y de tipos de whisky increíbles. En cualquier momento estamos llevando a cabo cientos de experimentos y explorando una amplia gama de sabores e influencias innovadoras, condiciones de destilación, granos, acabados de barriles y tipos de barriles de roble”. 

“Todo en busca de un sabor excepcional”, agrega Walker. 

El rol de la Master Blender y su equipo es comprender los whiskies individuales de diferentes destilerías de Escocia, sus características e impactos, y también cómo se combinan entre sí, creando un carácter adicional con capas de sabor para explorar. 

“La amplitud de sabores que se puede encontrar en el whisky escocés es increíble: el humo de las islas occidentales y los whiskies de una destilería como Caol Ila. Las notas florales de Glenkinchie en las Lowlands. Los bellos whiskies de un gran número de destilerías de Speyside, y la miel y las especias de las Highlands y Clynelish”, explica.

¿A quién considera su mentor en la industria y qué es lo que más destaca de sus aprendizajes? 

“He tenido la suerte de tener varios mentores en la industria, pero tengo que destacar al Dr. Jim Beveridge, del que he aprendido mucho y al que he seguido en el papel de Johnnie Walker Master Blender. El modo en que Jim permitió y potenció a nuestro pequeño equipo de 12 mezcladores, para que trabajasen en equipo y sacasen a relucir cada uno de los increíbles talentos individuales, es algo en lo que continuaré trabajando. Tenemos un gran equipo y cada uno aporta algo diferente, inclusive de sus propias personalidades a la mezcla. Esta diversidad y la libertad para expresarse que Jim fomentaba han contribuido al éxito del equipo”

¿Qué mensaje daría a las mujeres que quieren abrirse camino en la industria?

“Mi consejo para las personas que quieren trabajar en el sector del whisky es que sean responsables. Que prueben tantos whiskies como puedan, que piensen en los sabores y en cómo hablar de ellos. Que hablen con la gente que trabaja en el sector, que busquen diferentes tipos de funciones disponibles y que adquieran experiencia”. 

“A menudo me preguntan si trabajo es un sector masculino, pero para ser sincera, esto no refleja mi experiencia. He llegado a la posición en la que me encuentro gracias al apoyo que he recibido de personas increíbles y a las oportunidades que he tenido para desarrollar mi capacidad. Nuestro equipo de Johnnie Walker ha sido seleccionado por sus méritos y hemos crecido juntos, alcanzando orgánicamente una división por sexos. A lo largo de los años ha habido muchas mujeres mezcladoras de whisky y de gran talento, como las Master Blender de Buchanan’s, J&B rare y Signature, ¡que han trabajado con mezcladores masculinos como Jim! Esta diversidad se refleja en la gestión de nuestras destilerías y vemos mujeres operadoras, coperas, toneleras e ingenieras en todos nuestros centros de Escocia”. 

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A nivel personal y como mujer ¿qué retos debió superar en su entorno? 

“A lo largo de mi formación y carrera he tenido una experiencia positiva como mujer. Siempre me han animado a esforzarme y desafiarme, a menudo de formas que ni yo misma hubiese pensado. Es importante que la industria de whisky y Diageo sigan hablando y mostrando la diversidad de personas que trabajan en el whisky: si ves a alguien como tú haciendo un trabajo, es más fácil imaginarte a ti mismo en un papel similar”.

“Creemos firmemente que el whisky es para todo y fomentamos la inclusión y diversidad en todos los sentidos. En el lugar de trabajo, en las comunidades y con nuestros consumidores. Se está avanzando, pero aún queda mucho camino por recorrer y estamos decididos a liderar esa agenda. El plan de acción a 10 años de la compañía tiene ambiciosos objetivos de inclusión y diversidad. Seguiremos rompiendo barreras y desafiando los prejuicios para que sea un hecho que las mujeres trabajen y disfruten bebiendo whisky, y no se hable de ello como un problema a superar. Así que no me siento como una pionera, sino como una más del equipo en una industria tan diversa como el whisky”. 

Como maestra mezcladora de Johnnie Walker, ¿cuáles son sus principales objetivos para los próximos años? 

“Continuar con el legado que se ha construido durante más de 200 años: utilizar los ya creados en el pasado para producir whiskies a nuestros clientes de ahora, al mismo tiempo que se creen whiskies que se utilizarán en el futuro”. 

Es precisamente ese futuro el que se ha reflejado en los hitos durante el primer año de Emma a la cabeza de los mezcladores, como la edición limitada de Johnnie Walker Blue Label, Cities of the future 2220, con colaboración del artista Luke Halls y que imagina cómo se verán 10 de las ciudades más icónicas del mundo dentro de dos siglos, como Ciudad de México, Londres, Hainan, Taipei, Seúl, Sydney, Bangkok, Berlín y Singapur. E incluso, otro planeta: Marte. 

A su vez, salió un nuevo integrante de la familia Walker con Johnnie Walker Blonde, especialmente elaborado para mezclar con bebida de limón, a raíz de su toque de vainilla trigo y malta afrutada.