Los expertos señalan que es posible que el próximo año se siga sintiendo la escasez de divisas, porque la moneda estadounidense seguirá siendo refugio en contextos de incertidumbre.
Son muchas las preguntas que los inversionistas se están haciendo ahora mismo, porque la incertidumbre se ha tomado los mercados financieros.
La normalización de la estrategia de los Bancos Centrales más poderosos implica un aumento de las rentabilidades en los mercados desarrollados como Estados Unidos y Europa; eso lleva a que muchos prefieran el dólar y los activos denominados en esa divisa, porque son los que mayores rentabilidades empiezan a mostrar.
Pero la pregunta es si la carga magnética de la política monetaria va a cambiar y se va a convertir en procíclica, es decir, puede agudizar las tensiones económicas y llevar a una eventual recesión.
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Según el presidente de la firma Valton Capital, José Ignacio Murcia, el panorama para la economía colombiana con el dólar sigue siendo muy volátil. “Yo creo que todo lo que le empiece a golpear a la economía le pega al dólar. Hemos tenido unos temas de flujos que nos conducen de $5.100 a $4.700; nos hemos movido en ese rango, fundamentalmente, la economía no pareciera ir a buen sitio”, explicó.
Para Murcia, desde el punto de vista financiero, que la inflación se mantenga, según las cuentas del Banco de la República, al rededor del 7% y el crecimiento económico por debajo de 1%, quiere decir que técnicamente la “rentabilidad” de la economía colombiana en términos reales será negativa en 2023.

“Se pierde poder adquisitivo de la moneda en términos reales”, comentó.
Lo que es evidente es que el dólar seguirá caro. Valton considera inclusive que en 2023 se pueden presentar choques coyunturales que lleven el precio de esta divisa a $6.000.
“En general, vemos que el dólar va a seguir en su proceso de devaluación. El año entrante podemos llegar a ver dólar a $6.000, pero balancearán los flujos de ingresos del exterior y las utilidades de Ecopetrol”, explicó.
Para el experto una cosa que podría generar más divisas para el país y ayudar a moderar la presión externa es que se concreten los acuerdos de la COP27, para crear un fondo billonario de protección del Amazonas. Eso daría muchos recursos para proyectos de sostenibilidad ambiental en el país.
“Yo como inversionista estaría buscando qué proyectos de energías alternativas hay con potencial de convertirse en el nuevo ‘petróleo’. Si se logra una movilización importante de capitales en cuanto a energía renovables eso compensaría mucho en términos de dólar”.
Para Murcia, el país debe tener cuidado en materia fiscal y hacer las cuentas bien sobre qué tantos subsidios puede soportar el Presupuesto General de la Nación. En cambio, dijo que los colombianos deberían estar implementando con urgencia políticas y decisiones para mejorar la competitividad y la productividad de muchos sectores.
“Termina siendo regresivo que el Estado copte la riqueza que genera el sector productivo. Cabe recordar que la tributación efectiva del sector privado aumentó con la última tributaria. La economía se puede cansar. Por eso existe hoy mucho recelo por parte del sector empresarial, porque cualquier tipo de inversión está poniéndose en revisión”, explicó.
Destacó que en materia de recaudo tributario, 2023 va a ser duro, pues la desaceleración implica que las utilidades de las compañías también se resientan.