El mandatario colombiano sugiere que los dólares con los que se pagaban las drogas producidas en Colombia se están 'quedando' en otros países.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, presentó el viernes una singular hipótesis sobre la devaluación del peso colombiano durante la primera Asamblea de Organizaciones Cultivadoras de Coca del Catatumbo. Según el Jefe de Estado, la devaluación se debe a la pérdida del monopolio de Colombia en el negocio de la cocaína. Explicó que el narcotráfico ha evolucionado y ahora pasa bastante desapercibido en el sistema financiero mundial, muchas veces disfrazado de mercancía barata para lavar dinero. Como resultado, los dólares generados por el narcotráfico se quedan en otros países, en lugar de ser devueltos a Colombia.
“Alguien se ha preguntado por qué se cayó el peso colombiano? El peso colombiano tuvo que caerse porque ya no entran dólares en la misma cantidad que antes. ¿De dónde venían los dólares que entraban a Colombia? De los del petróleo, sí, de los del carbón, sí. Pero también eran los de la cocaína. Si el peso colombiano se cayó, evidencia una realidad económica y es que los dólares de la cocaína ya no están entrando en Colombia. Se quedan en el camino: en Wall Street, New York, México, Tegucigalpa, Madrid, Bruselas, Luxemburgo, etcétera, etcétera, etcétera”, afirmó Petro.
En respuesta a este tema, el presidente propuso cambios a las políticas de sustitución de cultivos, incluyendo permitir que los campesinos cultiven legalmente la hoja de coca mientras esperan que las primeras cosechas de cultivos sustitutos sean rentables. También sugirió que los funcionarios a cargo de la sustitución de cultivos deberían pasar tiempo en los territorios con los campesinos para comprender mejor las realidades sobre el terreno.
Petro enfatizó la importancia de no solo extraer materias primas y enfocarse en la economía individual, sino alentar a los campesinos a formar cooperativas y apropiarse del proceso de industrialización de sus cultivos como colectivo y región. “No es solo sembrar cacao para obtener sus frutos, sino que tiene que haber una chocolatería en manos de productores de cacao de la misma región. Porque si no, los procesos de valorización no llegarán al campesinado”, indicó.