Durante la época decembrina, las ventas de la familia de vinos Enalia crecen hasta un 30%, impulsadas principalmente por su icónica marca Cariñoso. El objetivo de la compañía vinícola es encontrar nuevas ocasiones de consumo para seguir acompañando las fiestas de los colombianos.
En tierra de aguardiente, ron, güisqui y cerveza, hay una familia de vinos que ya es tradición: el vino Cariñoso remite a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo y a las populares anchetas decembrinas en Colombia.
“Tenemos la suerte de que son marcas que, como pocos vinos o productos en el mundo, son parte tan integral de la cultura de un país”, resalta Gonzalo Entrecanales, presidente ejecutivo de Entrecanales Domecq e hijos, principales accionistas de Enalia, que produce los vinos Sanson y Cariñoso.
Durante la temporada de fin de año, estima Juan Darío Velásquez, gerente general de Enalia en Colombia, las ventas tienen un incremento del 30%, debido al factor de estacionalidad: se llegan a vender en promedio 1,4 millones de unidades de la marca Cariñoso.
Lea también: Mercado del vino en Colombia mueve más de US$330 millones al año
Según cifras de Euromonitor, indica Velásquez, el mercado de vinos en Colombia es de 38 millones de litros, de los que Enalia produce aproximadamente 4 millones de litros al año, lo que representa una participación del 10% del mercado. En la categoría de vinos locales y en los segmentos de dulce y de frutas, Sanson y Cariñoso son líderes en el mercado, alcanzando una participación del 85% y el 35%, respectivamente. De acuerdo con los registro de la Cámara de Comercio de Bogotá, la compañía el año pasado llegó a vender casi $33.000 millones.
Vino es lo que hay
“Sin duda, para nosotros la temporada de Navidad sigue siendo la más importante del año, pero nuestro objetivo es que como compañía no dependamos de Navidad, y tenemos unos vinos tan buenos, que le gustan a la gente y que no hay razón por la que solo deberían consumirse en esa fecha”, destaca Entrecanales.
Enalia se ha propuesto desestacionalizar sus productos. Por ello han expandido su portafolio de vinos y a la fecha cuentan con 17 referencias, entre las que se listan además Alteza, Sangría Fiesta, Tinto de Verano, Ducarles, así como el vino de Misa y el vino Sazón para cocinar. “Tenemos estos otros vinos que fortalecen esa estrategia de no ser un vino con el que cuentan solo para Navidad y hemos dado grandes pasos para que se consuman a lo largo de todo el año y no sea solamente estacional”.

Lea también: Cómo estos dos amigos convirtieron a Osaka en un marca mundial de exportación
De acuerdo con Velásquez, las marcas bajo la sombrilla de Enalia han estado presentes en el Día de la Madre, en los grados, matrimonios, aniversarios y demás eventos que reúnen a las familias, y el objetivo es seguir fortaleciendo este vínculo. “Nos enorgullece estar cerca de las celebraciones de los colombianos, porque eso es lo que queda en el recuerdo”, dice.
Recetas ‘colombianizadas’
Fue en 1907 cuando se empezó a comercializar el vino Sanson en Colombia, exportado desde España por la familia Barcelo, recuerda el empresario. Tal fue su acogida en el país que las bodegas vinícolas que lo producían se aventuraron a abrir una planta de fabricación local, ubicada en Cali, Valle del Cauca.
Hoy, el gerente general de Enalia cataloga la decisión como una gran y visionaria apuesta, debido a que el vino no es –ni ha sido– la bebida tradicional del país. “Hubo una oportunidad y es que la conexión que tuvo el consumidor colombiano con nuestros productos, iniciando por Sanson, fue en un clic, fue inmediata, y eso nos dio pie para seguir invirtiendo y creciendo sobre esa base de aceptación”, agrega Velásquez.
La compañía celebró 60 años en el país, desde que inició operaciones en 1962. Durante seis décadas, Enalia ha fortalecido la industria vitivinícola y ha conquistado a un consumidor acostumbrado a otras bebidas. Según sus directiva, la apuesta es por una oferta de vinos con altos estándares de calidad y a precios accesibles.
“Nuestros consumidores han ido trascendiendo hacia otras clases de vino. Muchos se quedan con nosotros, por la receta original que tenemos, pero nos sentimos muy orgullosos de ser ese referente en el mercado y de haberlo impulsado”, destaca Velásquez.
Lea también: Industria del vino a nivel mundial logra récord histórico de exportación
El toque colombiano ha sido la clave del éxito de Enalia. De acuerdo con Gonzalo Entrecanales, en el vino Sanson se percibe la diferencia que hay entre la receta elaborada en Europa y la que se adaptó al gusto de los colombianos, pues esta segunda cuenta con notas más dulces, es un vino con un perfil más abierto, divertido y fácil de entender, alejándose de la concepción de complejidad que guarda el vino en el viejo continente.
“Todas las demás recetas, como Cariñoso (1978), se han desarrollado aquí y por eso creo que somos una compañía colombiana y tienen tanto éxito nuestros vinos”, dice. “Hay muy pocas empresas que elaboran sus vinos aquí, la mayoría son importados y no conocen el gusto y las preferencias colombianas”.
Los propósitos de Año Nuevo
Gonzalo Entrecanales afirma que Colombia es un mercado dinámico, que cambia constantemente y en el que el consumidor siempre está buscando algo nuevo, por lo que el reto futuro para Enalia es adaptarse a ese ritmo y ampliar su portafolio de vinos.
El desafío no será sencillo en medio de un contexto nacional y global marcado por la incertidumbre económica, apunta Juan Darío Velásquez, pero confía en que podrán superarlo.
Para el 2023, contarán con inversión de $8.000 millones destinada a la adquisición de nuevos equipos industriales de última tecnología, lo que les permitirá incursionar en nuevos formatos y segmentos, y paliar un año complejo.
Asimismo, retomarán su plan de exportaciones a los mercados de Venezuela y Panamá, con miras a expandirse a otras regiones del continente.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información de negocios.