Los taxistas habían anunciado un posible cese nacional de actividad el próximo martes 24 de enero ante el incremento de costos.
Durante los últimos tres meses del 2022, el precio de la gasolina aumentó gradualmente, de a $200 cada mes, según lo establecido por el Gobierno. Este incremento en el valor del combustible ha descuadrado las cuentas de los taxistas, quienes han manisfestado su insatisfacción con la medida.
Ante esta situación, los taxistas anunciaron que contemplarían la posibilidad de irse a un paro nacional a finales de enero. Pocas horas antes de que desde la Asociación de propietarios y conductores de taxis – ASOPROCTAX tomara la decisión de unirse o no al paro, el Ministerio de Transporte se sentó a dialogar con su representante, Hugo Ospina.
El ministro Guillermo Reyes insistió en que “no existían razones para convocar a un paro cuando el Gobierno Nacional ha estado abierto al diálogo y la concertación”, según informó la entidad en un tuit oficial.
Frente a las demandas del gremio de taxistas, el Ministerio de Transporte anunció una disminución del 50% del precio del SOAT para los propietarios de este tipo de vehículos.
Dentro del paquete de cartas que jugó el Ministerio para frenar el cese de actividades, señaló además que se revisarán las acciones para tener un mayor control sobre el transporte informal de prestación del servicio público de vehículos particulares y motos.
También se acordó establecer mesas de trabajo para evaluar los costos del etanol y el biodiésel; asimismo, se concertarán espacios con el Ministerio de Hacienda para evaluar el ajuste de los costos por el cambio de camiones cisterna a poliductos.
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