Las empresas que hagan negocios con PDVSA podrían enfrentarse a una persecución por parte del sistema de justicia estadounidense.

Ecopetrol ha realizado una solicitud formal a Estados Unidos para obtener un permiso para negociar con la empresa petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.

Colobia y Venezuela han estado trabajando en los últimos meses para mejorar las relaciones y establecer una conexión energética, pero PDVSA actualmente se encuentra bajo sanciones de Estados Unidos, que limita a las empresas y personas realizar negocios con ella.

Para importar gas, Ecopetrol ha solicitado una licencia para operar con PDVSA, similar a la autorización limitada otorgada a Chevron, reportada primero por El País. El objetivo llevar a cabo un contrato beneficioso para ambos países que sea ejecutable durante 2023.

Sin embargo, es probable que sea difícil obtener el permiso, ya que Estados Unidos. ha utilizado previamente su influencia para bloquear acuerdos entre los dos países. En el pasado, la embajada de Estados Unidos envió cartas a funcionarios colombianos para recordarles que ciertas empresas venezolanas, como la aerolínea pública Conviasa, están en la “lista Clinton” de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) y que cualquiera que haga negocios con ellas podría enfrentar persecución por parte del sistema de justicia estadounidense.

A pesar de estos obstáculos, los dos países están decididos a seguir adelante con sus planes energéticos. Venezuela otorgó recientemente permiso a la empresa privada Prodata Energy para exportar gas natural a Colombia por primera vez, y los dos países esperan diversificar sus exportaciones de energía y reforzar el suministro.

La solicitud de permiso de EE. UU. se produce después de un acuerdo de conexión energética binacional de 2004 entre Colombia y Venezuela, que establecía que Ecopetrol y Chevron venderían gas a PDVSA. El trato duró de 2007 a 2015, con PDVSA pagando todo lo que debía. De 2015 a 2027 se suponía que sería al revés, con Venezuela vendiendo gas a Colombia, pero el plan no ha podido implementarse debido a El Niño y las sanciones de Estados Unidos, así como al descubrimiento de más gas en Colombia.

Recientemente, la representante a la Cámara por Bogotá Carolina Arbeláez (Cambio Radical) denunció un contrato de Ecopetrol fimado con la firma Eversheds Sutherland Nicea para “asesoría jurídica internacional externa en aspectos legales, regulatorios y mercado Oil & Gas venezolano para negocios que puedan desarrollarse, principalmente para la compra, importación y servicio de transporte de gas natural a Colombia y contratos suscritos”.

Al respecto, Ecopetrol confirmó la existencia de un contrato de “suministro internacional de gas, en virtud del cual Pdvsa Gas suministraría gas a Ecopetrol bajo determinadas condiciones técnicas, comerciales y económicas”, pero precisó que el contrato “no ha conllevado transacciones comerciales”, bajo la figura de “estabilización de equipos”. La petrolera sostiene que este contrato se ha mantenido inactivo y no se han generado obligaciones comerciales “ni entrega de gas”.

Colombia actualmente produce el 80% del gas que consume, pero el presidente Petro está buscando mover al país hacia la energía verde, lo que puede conducir a una disminución en la producción.

Mientras los dos países trabajan para lograr una asociación energética exitosa, la decisión de Estados Unidos sobre si otorgar permiso a Ecopetrol y PDVSA será crucial. La solicitud está siendo considerada actualmente por la OFAC.