Un análisis del Comité de la Regla Fiscal concluye que no firmas nuevos contratos petroleros disminuiría en hasta 30% la inversión y provocaría una caída en la producción de hasta 286.000 barriles diarios.

La decisión de no firmar nuevos contratos petroleros en Colombia, tal y como lo ha dicho el presidente, Gustavo Petro, y la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, tendría profundos impactos económicos en el mediano y largo plazo, según el más reciente análisis del Comité Autónomo de la Regla Fiscal.

Hoy, la industria minero-energética es una fuente importante de crecimiento en Colombia, que aportaría, según el Marco Fiscal de Mediando Plazo (MFMP), 0,1 puntos al crecimiento del PIB de 2022 y 0,3 puntos en 2023. Es una fuente de recursos importantes del Gobierno y desde los últimos años ha sido determinante para la balanza de pagos, pues es a principal fuente de divisas de la economía, aportando cerca del 40% de las exportaciones y del 20% de la inversión extranjera directa.

A propósito de las declaraciones del Gobierno Nacional y ante la aprobación de la reforma tributaria el año pasado, que golpea al sector, el Comité detalla en un informe que se podría dar una disminución de hasta 30% en la inversión anual en el periodo 2023-2030, lo que llevaría a una caída de la producción en 2030 de cerca de 286.000 barriles diarios. Hoy el país produce poco más de 771.000 barriles diarios.

“La disminución en la producción petrolera también llevaría a una disminución de los ingresos de la Nación, comparado con el escenario base, a 2030. Sin embargo, en los primeros años, dados los recaudos adicionales por la sobretasa de renta y la no deducibilidad de las regalías, aprobadas en la reforma tributaria, se observaría un aumento de los ingresos del GNC. Estos caerían, de forma paulatina, y se volverían menores a los del escenario base”, explicaron en un documento publicado este jueves.

El Comité advierte que también, en un escenario base, el déficit comercial alcanzaría el 3,2% del PIB en 2030; “Con una caída de la inversión de 30%, el déficit comercial se estabilizaría alrededor de 3,5% del PIB”, destacaron.

Actualmente, cerca de 430.000 barriles por día son destinados a las refinerías nacionales, mientras el resto de la producción se exporta. Por eso, agregan que la disminución proyectada en la producción tendría un efecto directo sobre las exportaciones petroleras. “En el caso donde la inversión se disminuyera en 30%, hacia el año 2030, las exportaciones petroleras se disminuirían en 55%”.

En el escenario que caiga la inversión 30%, el informe concluye que se disminuirían los ingresos fiscales de 2030 en $12,7 billones, un 26% de los ingresos fiscales del escenario base.

“El análisis permite concluir que la ausencia de nueva exploración podría reducir de forma importante los ingresos petroleros de la nación y las regiones, y afectar la oferta de dólares a través de menores exportaciones e inversión”, advirtieron.

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