Adres seguirá siendo el girador, pero cabe preguntarse cómo serán la auditoría y la glosa de los recursos por parte de los nuevos actores del sistema.

Ya quedó claro que a pesar de la promesa del Presidente Gustavo Petro y su ministra de que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no desaparecerán, todo indica que el efecto final de la reforma que acaban de radicar en el Congreso es el contrario. No habrá más labor de aseguramiento y en consecuencia estas entidades desaparecerán.

Por eso ahora vale la pena preguntarse cómo será el recorrido del dinero para consolidar un sistema de salud que no solo cubra a la totalidad de la población sino que sea pertinente, de calidad y eficiente. El Gobierno está convencido de que hay una mejor forma de irrigar los $68,8 billones que hoy forman parte de los recursos para proteger la salud de todos los colombianos.

La historia es así: actualmente, el sistema de salud nacional tiene diversas fuentes como el Sistema General de Participaciones, recursos del Presupuesto Nacional y cotizaciones de trabajadores y empleadores, rubros que sumados son el 86% de la financiación de las atenciones. 

Hoy esos recursos se aplican principalmente a través de EPS públicas y privadas que contratan prestadores (IPS) tanto el régimen subsidiado como el contributivo. Las EPS hacen el giro de esos recursos que les ha girado la Adres (entidad encargada de administrar los recursos) a través de la Unidad por Capitación (UPC) que es el dinero que se le reconoce a cada aseguradora anualmente por cada afiliado. Hoy el valor de la UPC es de $1’289.246,40 para el régimen contributivo, por ejemplo.

Pues resulta que la reforma crea “Fondos Territoriales de Salud” que serán los encargados de recibir los recursos de la Adres, del SGP, de rentas de destinación específica y los propios de los territorios para el sector salud. Lo que se supone es que estos fondos territoriales serán los encargados de ejecutar el gasto en salud y la Adres la encargada de pagar.

El experto en temas de salud Andrés Vecino, explicó que así las cosas, “la Adres será un pagador que ejecuta contratos, no solo un fondo”. De ahí se pregunta si la entidad “¿Tiene capacidad para hacerlo?”.

Esta es la columna vertebral de la reforma, porque como queda claro, el problema central del financiamiento en salud es estrictamente económico, pues los recursos siguen siendo escasos, a pesar de lo abultado del presupuesto. El asunto es si existe el riesgo de que el gasto se multiplique hasta agotar los recursos más pronto de lo que lo hacen hoy con las aseguradoras. Ese escenario sería catastrófico si los controles no solo para evitar la corrupción sino la ineficiencia son bajos.

El debate va a estar para alquilar balcón en el Congreso de la República, pues ya muchos congresistas, inclusive el presidente del Senado, Roy Barreras, del partido de Gobierno, han mostrado sus reservas acerca de la iniciativa.

De hecho, el partido de oposición Centro Democrático, acaba de radicar otro proyecto de ley, en una movida que busca generar la unificación de proyectos para adelantar un único debate.

Consulte aquí el texto completo de la reforma radicada por el Centro Democrático.