El ingeniero Mario Huertas, uno de los encargados de las obras en Bogotá, habla sobre las fechas de entrega y por qué no se suele trabajar en las noches.
Los varios frentes de obras que se registran en Bogotá han puesto en jaque la movilidad de los ciudadanos. Las críticas que se han desatado han provocado que la alcaldesa, Claudia López, salga en varios medios de comunicación a pedir calma e incentivar incluso el uso de transporte público en reemplazo del vehículo particular.
Aunque si bien se trata de un plan de la ciudad para revolucionar la infraestructura vial en el mediano paso, lo cierto es que todo parece indicar que las primeras obras se entregarán entre este año y el 2025.
Así precisamente se lo confirmó a Forbes Colombia el ingeniero Mario Huertas Cotes, quien está a cargo de varios contratos en la capital del país. De acuerdo con el empresario, en este momento trabajan en la compra de predios, viviendas y fábricas, así como en la socialización y coordinación con las empresas de servicios públicos y la secretaría de movilidad. Eso, añade, es lo ha generado los retrasos en el proceso constructivo.
Huertas explica que buscar llegar con los plazos a 2023, 2024 y 2025, todo si “logramos una solución coherente entre las entidades y empresas públicas para el cumplimiento de los plazos en la construcción de estos proyectos”.

Con casi 500 frentes de obra, la empresa de Huertas, MHC, actualmente tiene ocho contratos en Bogotá, entre los que se destaca la Troncal de la Avenida Caracas hacia el sur, la ampliación del Transmilenio de Bogotá hasta Soacha, los cuatro tramos de la construcción de la Troncal de la Avenida 68; y el desarrollo de la ALO Sur, una vía de 5G, que va desde Chusacá hasta la Calle 13.
Cuenta que hoy están entre 25% a 30% de desarrollo en la capital, pues han tenido limitaciones porque, dice, “la estructuración se hizo prácticamente como si existiera una armonía entre, las entidades distritales, las empresas de servicios públicos y considerando el alcance a construir de las obras en estos proyectos, situación que no se encontró al entrar a ejecutar las obras lo que ha impedido un avance superior al que se ha venido realizando”.
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En las obras que adelanta en la Avenida 68, el empresario confía que podrían estar listas en diciembre del 2024 y algunas conexas en diciembre el 2025. A su vez, sostiene que la ALO Sur aún está en etapa de preconstrucción y organización de la estructuración financiera. No obstante, el tema aquí es más complejo, pues “desafortunadamente ha afectado el alza en la tasa interés y la subida del dólar”, dice.
¿Por qué no se trabaja en las noche?
El empresario entiende las críticas por las obras y a quienes cuestionan el por qué no se trabaja de noche en la ciudad. Sin embargo, responde que lo que no sabe la ciudadanía es que cuando se ha intentado resultan “entutelados”, pues a fin y al cabo, “la gente también necesita descansar”. De hecho, aclara que todos los proyectos se llevan a cabo en horarios nocturnos, en la medida en que la ciudadanía, el tipo de trabajos y las autoridades lo permiten.
“No se pueden tener todas las máquinas en las noches trabajando. Algunas de ellas tienen frecuencias altas de vibración y es incómodo para los habitantes de la zona. Esto se ha entendido por parte de los habitantes y de ahí que se terminen las jornadas de 10 a 11 de la noche y se renuevan a partir de las 5 de la mañana”, dice el ingeniero Huertas.
Y concluye: “El otro problema es que las conexiones de redes de servicios públicos que interfieren con las obras y que están en servicio, no pueden ser trasladadas por el constructor a las conducciones nuevas que se están ejecutando, pues esto es una maniobra de cargo de las empresas de servicios públicos como lo son acueducto, gas, energía, telecomunicaciones, etc”.
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