La familia Char, una de las más ricas del país, acaba de entrar a Bogotá con Ísimo, una cadena de supermercados de bajo costo que competirá de manera directa con Tiendas D1 del Grupo Santo Domingo. ¿Guerra de titanes?

El negocio de los bajos precios ya tiene un nuevo jugador. A la competencia entre D1 y Ara, se ha sumado en las últimas semanas Ísimo, una cadena de descuento que entra a reemplazar al extinto Justo & Bueno, con un agresivo plan de expansión y una abultada chequera de una de las familias empresariales más importantes de la costa Caribe: Los Char.

Los nacientes supermercados acaban de abrir sus primeras tiendas en Bogotá (Suba, Polo y Cedritos) tras varias aperturas en Barranquilla y Puerto Colombia. Se trata de una estrategia en la que se busca desembarcar a ciudades estratégicas, de cara a alcanzar unas 420 tiendas en este primer semestre, según voceros de la compañía.

“Esta nueva marca pretende transformar el mercado del hard discount bajo el liderazgo de un equipo idóneo, comprometidísimo y con una sólida visión de negocio”, dijeron esta semana a través de un comunicado. Ísimo tendrá como diferenciales una oferta de farmacia y un surtido completísimo y fresquísimo de perecederos, gracias al respaldo del Grupo Empresarial Olímpica”.

Las tiendas de color morado buscan tomarse a Colombia en una clara apuesta de los Char por entrar a un negocio que en los últimos años ha crecido exponencialmente. Cifras de la investigadora de mercados Kantar Worldpanel muestran, por ejemplo, que en 10 años este tipo de supermercados pasaron de no tener participación a superar el 20% del gasto de los hogares colombianos.

Emulando el éxito que han tenido con Olímpica en la Costa Atlántica, la familia Char, una de las más ricas de Colombia, ya ha girado un cheque por US$60 millones para convertir a Ísimo en una de las cadenas más grandes del país. Bajo el lema ‘ísimo, bacanísimo y baratísimo’, buscan entonces enamorar a los colombianos que valoran la simplicidad, la practicidad y la comodidad.

Pero la tarea no es fácil: entran en un terreno que ya está dominado por Tiendas D1, que pertenece a Valorem, el holding de inversiones de familia Santo Domingo. Desde su fundación, en 2009, D1 ha logrado democratizar el consumo masivo en Colombia, superando las 2.000 tiendas en 450 municipios.

En 2021, la cadena entró al selecto club de las 15 empresas con mayores ventas en Colombia, al lograr ventas por $10,9 billones, muy por encima de Alkosto que llegó a los $9,09 billones, y Censosud que sumó poco más de $4 billones.

Hoy D1 solo está por debajo del Grupo Éxito y avanza en su plan de llegar a los territorios más apartados del país. Gracias a sus buenos resultados se ha convertido en la joya empresarial de los Santo Domingo, otra de las familias más ricas de Colombia y quienes también son propietarios de Cine Colombia, Ditransa y Caracol Televisión, entre otras empresas.

Lea también: Cómo las Tiendas D1 se convirtieron en la nueva joya de los Santo Domingo

A esto se suma Ara, que con inversión portuguesa han logrado entrar fuerte a Colombia impulsando los bajos precios y quitándole mercado a las cadenas mayoristas como Makro, Cencosud o Alkosto. En 2021, vendieron $3,9 billones y actualmente tienen más del 22% de participación de mercado, con una red de tiendas y centros de distribución que les permiten alcanzar eficiencias y lograr márgenes de rentabilidad.

A finales del 2022, Ara alcanzó su tienda número 1.000 en Colombia, con más de 11.500 colaboradores y 500 proveedores colombianos, según confirmó en su momento Pedro Leandro, CEO de Jerónimo Martins Colombia.

Por ahora el plan de los Char es ambicioso y busca materializarse en un año en el que los precios están por los cielos, a causa de la alta inflación. Llegan con una propuesta de bajos precios en medio de la carestía y prometen crear más de 2.350 puestos de trabajo para cerrar el 2023 con 700 tiendas en operación.