Ana Margarita Albir Sarmiento tiene a su cargo una apuesta de US$120 millones como presidente de ADL Digital Lab, el laboratorio multientidad que impulsa la transformación digital de Grupo Aval, en el que más de la mitad de los ingresos de producto ya provienen de canales digitales.
Antes de ser la cabeza de las iniciativas disruptivas y en general, de la transformación digital del conglomerado empresarial y financiero más relevante de Colombia, Ana Margarita Albir Sarmiento hizo carrera rodeada de titanes del sector tecnológico mundial.
Su primer trabajo fue como analista de datos y desarrollo de software luego de haber estudiado Física en MIT. No tenía previsto que las habilidades que había adquirido en su carrera le iban a servir para eso. “Me gustó la creatividad y el potencial de tener impacto”, dice Albir en entrevista con Forbes.
Esa experiencia la motivó a cursar un MBA en la Universidad de Stanford, una experiencia que, sostiene, la inspiró a soñar en grande, la retó a desafiarse en cualquier área, despertando un espíritu de creatividad y de impacto social. Por eso se quedó trabajando por varios años en Silicon Valley.
Vivió también en Kenia, trabajando para para el fondo de impacto Acumen y luego regresó a Estados Unidos con la firma Marine View Ventures, desde donde se fundaban compañías que incluían a tribus indígenas. De ahí se lanzó a emprender con Moondrop Entertainment, una compañía con sede en San Francisco que aún existe y que obtuvo respaldo del Gobierno, para desarrollar una aplicación que apoyara a estudiantes, especialmente latinos.
En 2018, un llamado la convenció de volver a Colombia. Grupo Aval, fundado por su abuelo Luis Carlos Sarmiento Angulo y escalado por su familia, se enfrentaba al desafío de transformarse digitalmente para que no se convirtiera en un dinosaurio inamovible que se quedara congelado en el tiempo. El reto era escalar los proyectos que se habían iniciado en las entidades y dar origen a nuevos. Con un bagaje de 16 años en la industria tecnológica, decidió mudarse de San Francisco a Bogotá.
“Me pareció que podía aportar. Eso coincidió con el nacimiento de mi primer hijo, dándole la oportunidad de crecer aquí y que supiera lo que es ser colombiano. Me radiqué con toda mi familia”, explica Albir, de 41 años, que inició siendo vicepresidente de estrategia digital del grupo y que ahora es presidente de ADL Digital Lab, que opera como una compañía independiente desde 2020 para acompañar transversalmente a todas las empresas del grupo. “Aval abordó su transformación de una manera sumamente innovadora. Fundamos ADL como el primer laboratorio multientidad de América Latina, con el reto de hacer las cosas más rápido, de una forma más eficiente, generando una alineación que permea las distintas entidades”.
Ella, que ha conocido de cerca tanto el mundo de las startups como el de los grandes corporativos, confiesa que es retador trabajar a dos velocidades, pero que tiene sus ventajas.
“Hay silos súper profundos de conocimiento en las entidades y el reto que tenemos nosotros es aprender a verlo y a utilizarlo para trabajar en conjunto y apalancarlo a los ritmos que la innovación requiere para competir y ser efectivo”, puntualiza Ana Margarita. “Trabajamos con las entidades para trabajar los negocios actuales, pero también para liderar iniciativas de innovación. Todo se complementa”.

Con un equipo de 750 personas –de las cuales el 20% trabaja remotamente fuera de Bogotá–, ADL Digital Lab tiene prevista una inversión de US$120 millones. Los ecosistemas digitales los arman con una metodología ágil colaborativa y con mesas multidisciplinarias en proyectos de analítica o digital que reemplazan proyectos existentes de los bancos que surgen como semillas de innovación y que van ejerciendo presión para transformar procesos, así en los últimos años han llevado a cabo 150 proyectos con 19 empresas y entidades, centralizando los esfuerzos de innovación del grupo.
“Lo que buscamos como grupos es acompañar a los clientes en sus ciclos de vida”, prosigue Ana Margarita para mencionar ecosistemas que están completamente a su cargo, como la plataforma de búsqueda de carros Carroya y la plataforma inmobiliaria Metrocuadrado, que fueron compradas a El Tiempo Casa Editorial, para complementarlas con productos de financiación y de seguros.
“Para nuestro grupo se ha vuelto una ventaja competitiva súper fuerte que construimos una plataforma para centralizar datos, porque uno no puede innovar a la velocidad que se requiere si no tiene una visual de los datos y si no son accesibles de una manera rápida y sencilla”, cuenta Ana Margarita. “Hoy en día, después de cuatro años, el 57% de las ventas de producto pasan por digital, el impacto es tangible”.
Con miras al futuro, desde ADL Digital Lab están liderando los esfuerzos de finanzas distribuidas y de su propia plataforma tecnológica de marketing para distribuir los productos.
Así mismo, Ana Margarita encabeza la apuesta de colaboración con startups, ofreciendo una intermediación para hacer integraciones rápidas con una capilaridad que les permite a empresas emergentes desplegar un alcance de una tubería que llega a millones de clientes, tanto personas como empresas.
“Ya tenemos experiencia suavizando requisitos a empresas en etapa temprana, hemos desarrollado la experiencia para identifica oportunidades y cuáles de esos requisitos históricos se pueden eliminar. Lo hemos hecho en muchísimos casos. Al inicio no había apertura y ahora sí la hay”, recalca Ana Margarita.
“Hay startups que quieren reemplazar a los bancos; eso lo considero saludable porque nos estimula a cambiar y creo que lo estamos haciendo bien. También hay startups con las que vemos oportunidades de colaboración, como verificación de antecedentes, factoring, servicios para pymes y otras innovaciones relacionadas con los ecosistemas. Estamos en una posición única”.
Más allá del grupo, califica como “interesante” el grado de innovación que se está experimentando en Colombia.
“La mitad de nuestro equipo de liderazgo está encabezado por mujeres y me encanta ver también mujeres liderando empresas fintech”, agrega.
A su trayectoria de disrupción, el grupo, dice, le ha sumado rigor en asuntos como la búsqueda de la rentabilidad sistemática, en responsabilidad en procesos y en el manejo de riesgos en seguridad.
“Me siento orgullosa que con mi equipo en ADL hemos inventado metodologías para ejecutar en esos tres frentes”, concluye Ana Margarita.
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