La propuesta del expresidente apunta a un acuerdo quinquenal de incremento salarial y de productividad.
Una de las voces más calmadas de la oposición hasta el momento ha sido la del expresidente Álvaro Uribe. Si bien ha mantenido varias conversaciones con el mandatario actual, Gustavo Petro, mediante un tono tranquilo y sereno, no se había registrado un pronunciamiento potente de su parte… hasta hoy.
El exprimer mandatario acaba de sumarse a las voces de preocupación frente al contenido de la reforma laboral radicada este jueves por el presidente y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez. Sobre el texto, el que gobernara Colombia entre 2002 y 2010 aseguró que la propuesta es “dañina” y con un potencial importante para perjudicar tanto a los trabajadores como para los empresarios.
El exmandatario, que se encuentra en Cartagena en un foro de su partido, el Centro Democrático, propuso como alternativa que se promueva un acuerdo quinquenal de incremento salarial y de productividad, sin complicar más las normas laborales. Asimismo, se refirió a la labor de la colectividad de la que es líder, y destacó que su partido “es crítico, de oposición, pero propone alternativas”.
De acuerdo con Uribe, las sugerencias del Centro Democrático apuntan a una economía fraterna, de menos impuestos para los empleadores y de mejor remuneración para los trabajadores, oponiéndose al odio de clases. Y es que a juicio del también exsenador, esta reforma laboral “ilusiona a los trabajadores y después los frustrará”.
“Sus normas apuntan a que no se genere empleo formal por exceso de costos y de regulaciones, crea un aumento superior al 30% en los costos laborales de la pequeña empresa, que emplea al 78% de los trabajadores colombianos”, añadió Uribe.
Para el exmandatario, esta reforma nos pone en la situación de Argentina, donde no hay generación de empleo formal, así como de Venezuela, donde las normas laborales se convirtieron en incumplibles, y los trabajadores se ofrecen hoy por la comida. Y es que solamente 34% de los venezolanos tiene una ocupación en la actualidad, ocupando los últimos lugares en estos indicadores del Banco Mundial.