Cuando los hilos y textiles que se abrazan entre sí dan paso a arquitecturas habitables que reflejan un esfuerzo por preservar los recursos finitos del planeta, afirma el diseñador bogotano Agustín Nicolás Rivero
La ropa es el espacio más pequeño en el que podemos estar; es la arquitectura que nos resguarda; aquello que comunica lo que muchas veces no podemos decir y un eco de identidad. Agustín Nicolás Rivero diseña bajo ese pensamiento.
Por eso, cuando se dispone a dar vida a sus creaciones plasmadas en papel siempre se pregunta: ¿qué importancia tiene el diseño planteado?; ¿qué dejará esa prenda u objeto al mundo? Pues su misión en la industria no es responder a las tendencias de la moda, sino desarrollar productos que respondan a intereses más primigenios, que tenga un sentido individual y colectivo, trascendental.
El diseñador tiene muy claro que la moda no sólo debe reflejar belleza, también debe fomentar un consumo responsable y despertar en las personas la iniciativa de cuidar aquella arquitectura que habitan, e incluso, repararla para darle una segunda oportunidad.
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“Una prenda zurcida no es simplemente un objeto reparado, es una cicatriz que esconde trauma, memorias y reparación”, asegura con una firmeza que estremece.
Desde hace tiempo, Nicolás Rivero dejó de presentar sus colecciones en la Semana de la Moda en París porque consideró que dicha práctica no se alineaba con la visión que tiene sobre la sostenibilidad. “Me volqué hacia la quietud y el silencio para desarrollar objetos que obedezcan a una necesidad, que sean capaces de enamorar a las personas. Y creo que esa fue la práctica más sostenible que pude ejercer”, sentencia.
Con dicha praxis, el diseñador bogotano apostó por entender sus procesos creativos y evitar forzarlos. Aunque esto no significa que los conceptos que ha forjado a través de su firma denominada A New Cross dejen de transmitir un mensaje pujante en diferentes esferas. Sus tres principales líneas: ‘Todo lo que no tejí’, ‘Arquitecturas ligeras’ y ‘Silencio’, con diseños que están hechos para perdurar en el tiempo, ponen en relieve las reflexiones compartidas por Nicolás Rivero.
PIEZAS ELEMENTALES
Los recorridos por diferentes regiones de Colombia y Latinoamérica han dado al artista de la moda las bases para forjar sus diseños. Su trayecto por tierras entrañables es enriquecedor porque se preocupa por comprender los contextos, carencias, costumbres e ideas que nutren a los habitantes que forman parte de esas geografías, para así impulsar cocreaciones con artesanos y exponentes de diferentes disciplinas artísticas.

Para lograrlo, confiesa, debe ser sumamente cuidadoso para “no caer en el ejercicio superficial de la apropiación cultural”. Por eso profundiza en cada hallazgo y hace de ese descubrimiento un hilo conductor de respeto e ingenio compartido.
Una prenda zurcida no es simplemente un objeto reparado, es una cicatriz que esconde trauma, memorias y reparación”
Agustín Nicolás Rivero
“Estamos en un mundo que carece de cosas especiales y estas necesitan tiempo, dedicación y amor. Por eso he empezado a trabajar con los artesanos, porque me gusta dedicarles tiempo a las cosas”, comenta el diseñador haciendo notar que los artesanos saben, mejor que nadie, lo que representa volcar toda la atención en los pequeños detalles.
Para llegar a este punto, donde las creaciones del corazón surgen de las manos artesanas, Nicolás Rivero tuvo que hacer un trabajo introspectivo que lo llevó a navegar entre la belleza exuberante del país y Latinoamérica, para comprender toda la riqueza que existe en la región y congregarla en diseños minimalistas, apegándose a los cortes limpios, el patronaje y la construcción rigurosa que adoptó del viejo continente.

Esa búsqueda dio como fruto una marcada personalidad en sus diseños que pone a flote los detalles más sutiles que constituyen su construcción. En palabras del diseñador, Latinoamérica se está transformando en la meca del diseño porque todos los ojos están apuntando hacia ella, ya que sus tradiciones y su excepcional cultura y sentido de la estética tienen mucho por decir y demostrar.
El principal cometido de Agustín Nicolas Rivero es generar, por medio de su quehacer creativo, conversaciones sobre un consumo más consciente, que no sólo gire alrededor de un precio o una emoción pasajera, sino sobre un diseño cada vez más ético.
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