Es el décimo incremento en el último año y llega en un contexto de alta inestabilidad bancaria.
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció este miércoles una nueva subida de los tipos de interés, de 0.25 puntos, que sitúa las tasas en una horquilla de entre el 5 y el 5.25%.
La subida, la décima en el último año, está en línea con lo pronosticado por los analistas y llega en un contexto de alta inestabilidad bancaria. En el comunicado, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) no aclaró si esta podría ser la última subida antes de hacer una pausa por la inestabilidad del sistema bancario
“Al evaluar la postura apropiada de la política monetaria, el comité continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para el panorama económico”, afirmó el comunicado.
Así, el FOMC tendrá en cuenta “el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los rezagos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y los factores económicos y financieros”.
La Fed está “preparada” para ajustar la postura de la política monetaria “según corresponda” si “surgen riesgos que podrían impedir el logro de los objetivos” de llevar la inflación al 2%, añade el comunicado.
En el comunicado el regulador hizo una breve referencia a la situación bancaria y aseguró que “el sistema bancario estadounidense es sólido y resistente”.
La Fed explicó que, tras las diez subidas consecutivas de los tipos desde marzo de 2022, la actividad económica se expandió “a un ritmo moderado en el primer trimestre”. La creación de puestos de trabajo “ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”, mientras que “la inflación sigue elevada”, precisó.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, celebrará en unos minutos una rueda de prensa para comentar esta decisión
En su anterior reunión, en marzo, los miembros del comité decidieron subir solo un cuarto de punto los tipos, ante la incertidumbre desatada por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank.
Aunque las causas de la quiebra son extensas, la investigación sobre lo sucedido apunta a que su situación financiera empeoró por la política monetaria del organismo.
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Los principales responsables económicos del país, Powell incluido, han insistido en las últimas semanas que la situación no desembocará en una crisis financiera, pero los mercados volvieron a tambalearse la semana pasada ante las fuertes caídas bursátiles del banco First Republic.
Nuevamente la crisis logró contenerse después de que el banco estadounidense JPMorgan Chase anunciara la compra de la entidad, pero nada asegura que no lleguen nuevos episodios críticos en el sector bancario.
Reacción de Axel Christensen, Chief Investment Strategist para Latinoamérica de BlackRock:
Como se esperaba tanto por nosotros como por el mercado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) decidió por unanimidad aumentar la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos, hasta un rango objetivo de 5% a 5.25%. Este fue el décimo aumento consecutivo en la tasa de política, totalizando 5 puntos porcentuales desde que se inició el aumento de la tasa en marzo de 2022. En esta decisión, el FOMC reconoció que su objetivo de reducir la inflación aún no se había logrado. Además de la decisión sobre la tasa de política, el FOMC anunció que seguiría reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro de EE. UU. y valores de agencias, también como se esperaba.
La declaración que acompaña a la decisión, en una divergencia con respecto a la reunión anterior del FOMC el 22 de marzo, cambió su redacción que insinuaba la necesidad de aumentos adicionales (es decir, un aumento de 25 puntos básicos en la reunión de política de mayo) a una que hace que las decisiones futuras del FOMC dependan de la información entrante, abriendo la posibilidad -aunque no la certeza- de pausar en las próximas decisiones de política.
La decisión de hoy fue ampliamente esperada, ya que se tomó en continuación de los desarrollos en el sistema bancario de EE. UU. que han evidenciado grietas financieras causadas por condiciones financieras más ajustadas debido a su decisión de aumentar las tasas en sus esfuerzos por reducir la inflación. Al igual que en la declaración de marzo, la Fed detalló su opinión de que “el sistema bancario de EE. UU. era sólido y resistente”. Sin embargo, la declaración también reconoció que “es probable que las condiciones crediticias más ajustadas para hogares y empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación”, aunque reconoció que los efectos aún eran inciertos.
En sus decisiones futuras, el FOMC reconoce que tendrá que considerar los efectos acumulativos del endurecimiento de la política monetaria y el retraso en los efectos sobre la actividad económica y la inflación. Lo que era solo una insinuación en la declaración de marzo de que el futuro camino de las tasas en EE. UU. sería “dependiente de los datos”, la decisión de esta reunión lo deja claro. La dependencia de los datos introduce un elemento de incertidumbre ya que la Fed tendrá que evaluar información que aún no se conoce.
La reacción inicial del mercado ante la decisión de la tasa de la FOMC y la declaración que la acompañó hizo que los precios de las acciones subieran y los rendimientos de los bonos gubernamentales bajaran ligeramente, ya que la Fed señaló que la posibilidad de aumentos de tasas podría haber llegado a su fin. Sin embargo, una vez que el presidente Powell inició su conferencia de prensa, las reacciones iniciales del mercado cambiaron de dirección, con caídas en los precios de las acciones y los rendimientos de los bonos del Tesoro revirtiendo la disminución. Powell enfatizó que la persistencia de la inflación impidió que los recortes de tasas fueran apropiados y que la economía de EE. UU. tendría que suavizarse aún más antes de que la FOMC actuara en esa dirección.
En resumen, la Fed parece haber señalado que han llegado “al final del principio” (es decir, este es el último aumento), pero también reconocieron que aún no hemos llegado “al principio del fin” (es decir, a los recortes de tasas).
*Con información de EFE