Mientras el Ministerio de Minas y Energía dice que se debe revisar la fórmula para reducir los precios, el Ministerio de Hacienda confirma el galón de gasolina continuará incrementando en los próximos ocho meses.

El precio de la gasolina en Colombia es el nuevo punto de tensión entre el Ministerio de Minas y Energía y el Ministerio de Hacienda. Este fin de semana, la ministra Irene Vélez anunció una serie de medidas ante el alto precio del combustible, producto de la más reciente alza de $600 para mayo.

Vélez confirmó que el Gobierno Nacional revisaría la fórmula que fija el precio porque “no tiene sentido que se tase con el precio internacional” . Añadió, incluso, que entre los mecanismos que se estaban estudiando estaban los precios diferenciales para no subsidiar grandes consumidores.

Hay una situación y es que la forma como está constituida esa metología hace que toda la gasolina se valore al precio internacional. Sin embargo, nosotros somos productores de la gasolina y más o menos el 50% de nuestra gasolina es nacional, entonces creemos que no tiene total sentido que se tase a precio internacional”, expresó la ministra Vélez.

Las declaraciones de la jefe de esa cartera desataron una oleada de críticas, por lo que horas más tarde los dos ministerios, Hacienda y Minas, confirmaron que en este momento el Gobierno realiza mesas técnicas conjuntas para evaluar diferentes alternativas ante los altos precios.

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No obstante, recordaron que se ha adelantando proceso de ajuste de precios de los combustibles, con el propósito de reducir el efecto negativo en las finanzas públicas del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), el cual alcanzó un déficit de $37 billones de pesos en 2022.

“En general, el gasto público que se asigna al pago de menores precios de los combustibles fósiles en el mercado doméstico se distribuye en mayor medida a los hogares con mayores ingresos del país y por tanto es inequitativo”, decía la comunicación enviada por el Gobierno.

El Ministerio de Hacienda confirmó, entonces, que analiza diferentes alternativas para mitigar el impacto del FEPC en las finanzas públicas: uno, el establecimiento de mecanismos de estabilización diferenciales; dos, mayores controles a los combustibles distribuidos con beneficios económicos y tributarios en zonas de frontera, y tres, revisiones regulatorias que en el marco de la discusión con todos los actores de la política de combustibles permitan identificar eficiencias en el sector.

Las tensiones

Aunque de entrada el pronunciamiento de Vélez no fue comentado por miembros del Gobierno, este lunes el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, habló sobre las propuestas planteadas por la ministra y de tajo negó un “control de precios” para obligar que Ecopetrol, que refina la gasolina nacional, venda por debajo de los precios internacionales.

“Yo no puedo obligar a Ecopetrol a que venda combustibles por debajo de los precios internacionales, eso es ponerle control de precios a Ecopetrol, y no vamos a llegar a eso”, explicó Bonilla en entrevista con Blu Radio.

Bonilla desmintió a Vélez y explicó que en este momento no se ha tomado ninguna decisión sobre el tema de los combustibles. De hecho, destacó que están avanzando las mesas técnicas, pero aún no tienen unas medidas en concreto.

Con el propósito de seguir con esa senda de responsabilidad fiscal, Bonilla confirmó que el Gobierno seguirá aumentando el precio de la gasolina corriente para reducir ese billonario déficit que hay. Recordó que la idea es que un un lapso de ocho meses el precio de la gasolina en Colombia suba a niveles del orden de los $16.000.

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Asimismo, se revisará el precio del ACPM, pues aunque para esta referencia no se ha concretado un alza, sí es necesario reducir esa presión fiscal que se genera.

Por ahora Jairo Gómez, presidente de Fendipetróleo, ha expresado en las últimas horas su preocupación de que la revisión pueda tener consecuencias no deseadas. “De aquí podría salir más grande la medicina que la enfermedad, ya esto se inventó en Venezuela y genera una distorsión en el mercado, porque termina comprándose gasolina para vehículos a precio bajo y entregándose a otro tipo de vehículos, dijo.

Luis Fernando Mejía, director del centro de pensamiento Fedesarrollo, añadió que subsidiar combustibles fósiles como la gasolina va en contra del mensaje de transición energética y sostenibilidad ambiental del gobierno. “No tiene sentido ni desde el punto de vista fiscal ni el punto de vista ambiental subsidiar un combustible fósil como la gasolina”, concluyó.