Un análisis de Corficolombiana proyecta que las reservas de petróleo de Colombia cerraron en 7,2 años en 2022. Concluyen que es fundamental continuar fomentando la exploración y la inversión.

Colombia está a la espera de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) publique finalmente su informe anual de reservas petroleras y de gas. El documento, tal y como lo ha informado el Gobierno Nacional, será el punto de partida para definir la política minero-energética del país, así como la hoja de ruta que definirá si se firman o no nuevos contratos de exploración y producción.

Los últimos cálculos muestran que se tienen 2.039 millones de petróleo, lo que muestra un horizonte de 7,6% de autosuficiencia. En gas, las reservas probadas llegan a los ocho años, con 3,164 giga pies cúbicos. Aunque no se tiene certeza sobre cómo se movieron los remanentes en el último año, un informe de Corficolombiana arroja algunas pistas sobre a cuánto ascendieron las reservas de hidrocarburos en 2022 y por qué será necesario que se continúe fomentando la inversión.

El documento, de 13 páginas, proyecta que al cierre del año pasado el país alcanzó unas reservas probadas de petróleo llegaron a 2.176 millones de barriles (mbl) y para el 2023 probablemente se ubicarán en 2.245 Mbl. “En consecuencia, las reservas como proporción de la producción anual cayeron en 2022 y seguirán cayendo en 2023”, detallan.

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Corficolombiana estima que las reservas de crudo a 2022 alcanzan para 7,2 años, mientras en 2023 para 7,1 años. Destacan que para el caso del gas hay cierta estabilidad: “al final del 2023 nos quedarán 8 años de reservas. Estos cálculos señalan que, en ausencia de un cambio importante en la actividad exploratoria, el país podría agotar sus reservas de hidrocarburos hacia el 2031”.

Frente a este escenario, concluyen que es necesario que el Gobierno abra espacios para la adjudicación de nuevos contratos de exploración y producción. Esto con el fin de cuidar y seguir estimulando la inversión de las empresas del sector, garantizando así una transición energética que tenga a su disposición la oferta necesaria de combustibles fósiles.

Para Corficolombiana los contratos adjudicados en las anteriores rondas, que se llevaron a cabo en el gobierno de Iván Duque, son insuficientes para mantener la inversión en exploración que necesita el país para garantizar la autosuficiencia en hidrocarburos. De hecho, pese a que en las últimas subastas se alcanzaron compromisos mínimos por más de US$1.100 millones, dichos montos “lucen insuficientes si se les compara con la inversión en exploración previa al 2014 de más de US$1.900 millones por año”.

Citando cifras de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), la análisis aclara que la inversión en exploración aumentó en el 2022, llegando a los US$1.290 millones. Para 2023, se proyecta que las empresas del sector destinen U$1.240 millones. “Esto permitiría adiciones de petróleo por 18,6 y 58,7 Mbl en 2022 y 2023 respectivamente. En gas, nuestras proyecciones apuntan a menores adiciones que serían de 0,01 y 0 TPC”, confirman.

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Es de resaltar que un análisis del Comité de la Regla Fiscal concluye que no firmar nuevos contratos petroleros disminuiría en hasta 30% la inversión y provocaría una caída en la producción de hasta 286.000 barriles diarios. Hoy el país produce poco más de 771.000 barriles diarios.

En un análisis publicado en enero, el Comité advierte que, en un escenario base, el déficit comercial alcanzaría el 3,2% del PIB en 2030: “Con una caída de la inversión de 30%, el déficit comercial se estabilizaría alrededor de 3,5% del PIB”, destacaron. Ese 30% corresponde a que se disminuirían los ingresos fiscales a 2030 en $12,7 billones.