Muebles Jamar es el gigante colombiano de los muebles. Benny Naimark, su vicepresidente, que cada vez toma más el mando de las operaciones, revela que buscarán entrar a más países y le da la bienvenida a la competencia
Para Benny Naimark el mejor de los planes en sus vacaciones cuando era niño era acompañar a su padre a la tienda de Muebles Jamar a contar la plata y a bajar modelos de muebles en internet desde que empezaron a llegar los computadores.
Ahora, que son muchas tiendas, las visita todas cada mes y al menos una vez a la semana recorre las que están en Panamá, donde vive y desde donde busca cada día a administradores de las tiendas a las que peor y mejor les va para entender qué se está haciendo mal o qué se está haciendo bien.
Sus muebles son un patrimonio de muchos hogares colombianos. Benny, que es el vicepresidente de retail de la compañía y gerente en Panamá, representa la tercera generación de una familia que por siete décadas ha construido la que ahora es la compañía de muebles más grande de Colombia.
Fue su abuelo Jaime Naimark el que abrió el primer almacén en el Paseo Bolívar de Barranquilla y fue su padre Max quien la expandió por todos los departamentos de la región Caribe, Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Villavicencio, hasta facturar $420.000 millones en 2022.
Benny toma cada vez más las riendas del negocio, fue quien abrió en Panamá la primera operación internacional y tiene a su cargo lograr que el 30% del total de las ventas provengan de afuera.
“He visto crecer el negocio y cómo se ha construido la logística”, relata Benny en una entrevista con Forbes. “Manejamos aproximadamente 2.000 referencias y más de 1.500 despachos diarios en promedio, siempre tenemos productos para entregar y estamos a dos días de los clientes”.
De hecho, saca pecho por tener entre sus centros de distribución el más grande de país y el segundo más grande en Latinoamérica. Y no se asusta por la expansión que también están teniendo otros jugadores como Tugó y por la llegada al país del titán sueco Ikea.

“Estamos contentos de que venga la competencia; la competencia es buena”, contesta Benny. “Nosotros tenemos un equipo de diseño que entiende cuál es la necesidad de nuestro cliente. No es lo mismo un apartamento en Milán que uno en Bogotá. Uno no puede seguir diseñando sofás grandes cuando la tienda está pidiendo sofás pequeños. No se trata solo de achicar los productos, es volverlos funcionales. Cómo hago un sofá que sea cama y un comedor que sea expandible”.
Muebles Jamar acaba de abrir su tienda más grande en el centro comercial El Edén en Bogotá y se prepara para inaugurar dos nuevas tiendas más este año.
El 70% de sus compradores usan el producto financiero Credijamar, que empezó como un crédito que otorgaban de manera presencial y que ahora se denomina una fintech que los aprueba en dos minutos. El año pasado Credijamar otorgó 130.000 créditos por $300.000 millones y aspira a crecer 5% durante 2023.
“Hemos adquirido la tecnología para agilizar esos procesos y la tenemos también en el piso de venta, permitiendo al vendedor aprobar el crédito desde su celular”, resalta Benny.
Como en todos los negocios, la pandemia marcó un antes y después para Jamar. Desde entonces han tomado fuerza los escritorios para el hogar y las digitales llegaron a ser el 80% del total.
El ecosistema digital participa en un 25% y 30% en las intenciones de compra, aunque en esta empresa creen que al menos el 95% de las 4 millones de personas que pasaron por sus almacenes en el último año, entraron primero a la página web. “El de ahora es un consumidor mucho más estudiado”, anota Benny.

El 92% de los muebles que venden son producidos en Colombia y junto con la producción propia, han incentivado a una red de aliados a quienes han incentivado para que se industrialicen y así obtener mejores productos.
“Yo espero de mi equipo que den la milla extra y mucha honestidad”, apunta Benny. “Uno ve a los grandes deportistas aprendiendo a equivocarse y haciéndolo rápido. Los números son los que hablan y hemos estado implementado varias metodologías para que el equipo crezca con nosotros”.
De este emporio de muebles se desprenden 1.200 empleos directos y 9.000 empleos indirectos.
“Estamos trabajando para crecer la marca y seguir vendiendo muebles, estos sube y baja de la economía no nos preocupan porque los momentos más difíciles ya los hemos pasado y seguimos apostando por Colombia, así que nos gustaría abrir en el Eje Cafetero y en Cali”, complementa Benny.
Tienen 25 showrooms en Colombia y seis en Panamá. Este año aspiran a crecer 10% y seguir buscando oportunidades en más mercados.
“Pronto nos verán en otro país, queremos crecer también hacia Centroamérica y el Caribe, ya tenemos el conocimiento y creemos que se nos hará fácil abrir en más países”, concluye Benny.
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