Un informe del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree) y TGI muestra que si no se firman nuevos contratos, el país tendría que importar a 2030 gran parte del gas que se consume en el país.

Colombia debe buscar y encontrar nuevas fuentes de gas natural en el corto y mediano plazo en la medida que avanza hacia una transición energética responsable. Esa quizás es una de las grandes conclusiones del más reciente informe del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree) y TGI, en el que se detalla que los escenarios futuros muestran una demanda en crecimiento y una oferta que es limitada si no se incentiva el desarrollo de este sector.

El documento, de 38 páginas, muestra en síntesis que la demanda de gas natural tiene un crecimiento sostenido hasta 2050. En un contexto de un escenario de menor descarbonización, el análisis destaca que este mercado se expande casi tres veces, por lo que se ve que será un eje fundamental en el futuro energético de Colombia.

“Sectorialmente el gas juega un papel diferente en cada caso. En generación de electricidad —que debe descarbonizarse primero— alcanza su pico en 2040 en los dos escenarios de menor restricción, pero desaparece desde 2030 cuando la presión a descarbonizarse es más fuerte. En transporte, la demanda de gas se comporta similar a la de generación, con el pico en 2040 para los dos escenarios de menor restricción”, sostiene el informe.

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De acuerdo con el último reporte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en 2021 las reservas de gas ascendieron a los 4,5 Terapiés cúbicos (TPC), que corresponden a una autosuficiencia de 8 años. De estas, solo 3,16 TPC son probadas.

Aunque en las últimas décadas se han concretado esfuerzos para que el país mantenga su autosuficiencia en gas y petróleo, la Cree y TGI advierten que la relación Reservas/Producción ha caído 20% desde 2015. Asimismo, consideran que en dado caso de no tomar acciones en el corto plazo se podrían generar escenarios no deseados que alteren la formación de precios de este combustible.

Si no se firman nuevos contratos habrá que importar

La declinación de los campos, la falta de incentivos y las nuevas políticas del gobierno limitan el crecimiento de la oferta de gas natural en el país en medio del incremento de la demanda.

“Como es de esperarse, la oferta sigue a la demanda en todos los escenarios, pero su composición varía significativamente. Dos hechos sobresalen: desde 2030 dependemos de reservas que aún no hemos desarrollado y la disponibilidad de reservas condiciona las necesidades de importaciones”, agrega el documento.

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Tomas González, director de la Cree, aseguró que la proyección muestra que si no se toman decisiones en este momento se tendría que incurrir a las importaciones para abastecer el consumo interno en 2030. Para este año, por ejemplo, no se proyectan los recursos que se encuentren en el Mar Caribe colombiano, pues tan solo aparecen para la década de 2040.

“El gas offshore se requiere también desde 2030, pero en menor medida, volviéndose indispensable a partir de este momento hasta convertirse en la mayor fuente de abastecimiento para la demanda en 2040”, destaca el análisis.

Pese a que el estudio no hace cálculos de formación de precios o incluso no cuantifica el aumento que se podría dar en las tarifas, González reitera que un gas importado elevaría los costos de las facturas, pues ya incluye nuevos elementos como transporte.

Estas recomendaciones llegan en un momento en el que el sector está a la espera del informe de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en el que se revelarán a cuánto ascienden las reservas de gas en este momento. Además, en medio de la construcción de la hoja de ruta para la transición energética, que prevé incluir a los hidrocarburos.

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