Este mecanismo internacional, creado por la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), busca mitigar el cambio climático mientras se fortalece la gobernanza forestal, el desarrollo territorial, social, ambiental y económico. En ese escenario Colombia está llamado a implementar proyectos de alto impacto con una mirada holística que integre multiplicidad de actores que mejoren la calidad de vida de comunidades indígenas y afrodescendientes.

La sigla REDD+ (Reducción de las emisiones debido a la deforestación y la degradación de los bosques) ha tomado cada vez más fuerza como ese camino para volver realidad proyectos importantes para revertir el cambio climático, mientras se logra un impacto social gigantesco en las comunidades donde se desarrollan esas iniciativas para mejorar su calidad de vida a partir del cuidado de la naturaleza.

Algunas de las problemáticas más importantes que abordan los proyectos REDD+ incluyen la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la recuperación de áreas afectadas por la deforestación y degradación de los bosques, la conservación de los ecosistemas, el aumento de las reservas de carbono, el manejo forestal sostenible, los procesos productivos sostenibles y el manejo forestal comunitario.

Sin embargo, aunque las posibilidades con este marco de acción parecen ilimitadas en pro del ambiente y las comunidades, no se puede desconocer que este tipo de acciones no pueden hacerse ‘a la ligera’ o sin un proceso que garantice que se mantendrán en el tiempo y cambiarán de forma sustancial el ambiente y a las personas.

En ese sentido, Wildlife Works, organización líder mundial en proyectos REDD+, dice que de nada sirve apurarse cuando el proceso debe venir de la raíz, desde las capacidades y prioridades en el territorio, los liderazgos de las comunidades y pensando en el largo plazo en la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad y en las comunidades y sus procesos territoriales.

En Colombia la entidad ha tenido un papel clave en el fortalecimiento de este mecanismo. De hecho, acaba de cerrar su participación como aliado técnico del Programa Páramos y Bosques liderado por Chemonics Internacional y financiado por USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) donde acompañó la implementación y fortalecimiento de los ocho Proyectos del Portafolio REDD+ Pacífico (BioREDD).

Archivo – Programa Páramos y Bosques de USAID

Los diferenciales como organización

Wildlife Works comenzó su quehacer en 1997 buscando una forma de proteger el elefante de la caza, el deterioro de su hábitat y cuidar uno de sus corredores de migración en el sur de Kenia, África. Su principal objetivo era generar participativamente alternativas económicas a las personas y familias de la zona, poniendo en operación un santuario de flora y fauna. Ahora, tras más de 25 años, y con un enfoque de sector privado, su bandera es el trabajo conjunto con las comunidades para generar transformaciones ambientales, comunitarias y procesos de conservación.

Entrada la década de los 2000, Wildlife Works fue el primero en desarrollar un proyecto REDD+ como un instrumento eficaz para concretar soluciones basadas en el mercado orientadas a mitigar el cambio climático y conservar la biodiversidad, procurando un desarrollo real y sostenible a las comunidades locales.

Archivo programa Páramos y Bosques de USAID

Identificamos tres grandes diferenciales de Wildlife Works a la hora de la puesta en marcha de los proyectos REDD+. El primero, un modelo integral de mitigación del cambio climático y conservación, centrado en el bienestar de las comunidades y sostenido en un esquema financiero a largo plazo, que sugiere un enfoque alterno el asistencialismo por el desarrollo comunitario, para proteger los bosques y cuidar la biodiversidad.

 Archivo programa Páramos y Bosques – Cámara de fototrampeo para monitoreo de la biodiversidad – Cabildo Mayor Indígena Mutatá

Segundo, son socios de las comunidades dueñas del territorio y prestan soporte y acompañamiento en todo el ciclo de vida de los proyectos de carbono, garantizando impactos positivos para las personas, para la biodiversidad y para el medio ambiente.

En tercer lugar, Wildlife Works, con presencia en África y Asia, y en proceso de expansión en Latinoamérica y Colombia, ha desempeñado un papel líder en el mercado y se ha convertido en pionera al entregar los primeros créditos REDD+ certificados a nivel mundial. Además, ha sido responsable de desarrollar aproximadamente el 20 % de todos los proyectos de este tipo en todo el mundo.

Su trayectoria en Colombia

Llegaron al país en el 2018, invitados por Chemonics International, para participar en el programa Páramos y Bosques financiado por USAID. Su papel, apoyar la implementación de ocho proyectos REDD+ a lo largo del Pacífico colombiano orientados a reducir las emisiones por deforestación y degradación de los bosques, pero también a conservar la riqueza y biodiversidad del Chocó biográfico y aportar al desarrollo comunitario.

“Nuestra primera tarea fue ayudarle a estos proyectos, de la mano de su Agente Implementador, Fondo Acción, a lograr la verificación de sus Proyectos y materializar la generación de créditos de carbono. Luego empezamos a co-facilitar y acompañar la implementación, desarrollar actividades productivas, económicas sostenibles, de monitoreo de biodiversidad y a fortalecer ejercicios de gobernanza territorial”, explica Enrique Díaz, director país de Wildlife Works.

En cercanía con su Agente Implementador, y en el marco del Programa Páramos y Bosques, en los últimos cinco años Wildlife Works ha acompañado los proyectos REDD+ del Portafolio Pacífico respetando las salvaguardas ambientales y sociales, procurando propiciar el monitoreo de resultados y la veeduría para la distribución justa de los recursos de los créditos de carbono, y buscando generar empoderamiento para que las comunidades sigan liderando con autonomía los proyectos en los 20 años que les restan de implementación.

Los retos como país

Desde Wildlife Works subrayan que, más que nuevos proyectos REDD+ en Colombia, se necesitan mejores proyectos, unos que procuren estándares de alta calidad, que se desarrollen respetando cuidadosamente las salvaguardas ambientales y sociales, propicien la participación de las comunidades, planteen proyectos justos que a largo plazo reduzcan las emisiones, conserven la biodiversidad, los bosques, favorezcan la gobernanza y el desarrollo territorial.

Además, el director suma que los gobiernos se han visto cortos para acompañar efectivamente el crecimiento y desarrollo de proyectos REDD+, que, si bien la regulación está en alguna medida, no hay mecanismos efectivos para aterrizarla; por otra parte, desde el gremio se debe exigir ‘hacer la tarea bien’, de manera justa, con respeto a las buenas prácticas y sin tomar el camino ‘corto’.

“Hay buenas experiencias que demuestran que los proyectos son convenientes si los procesos se llevan a cabo de manera rigurosa. Las iniciativas REDD+, ya sean privadas, comunitarias o lideradas por el Ministerio de Ambiente, son una de las estrategias para reducir la deforestación, pero no es la única solución, ni debe ser comprendidas como el único camino. La clave está en avanzar con una mirada holística que integre una multiplicidad de actores; la solución no está solo en las organizaciones de la sociedad civil, las entidades públicas o privadas, sino en integrarlas para atender los retos de manera integral y colectiva”.

¿Qué viene para Wildlife Works?

Archivo Wildlife Works Latam

En abril terminaron cinco años de trabajo con el Programa de Páramos y Bosques de USAID, pero seguirán en el país. Ahora se enfocarán en la formulación de seis proyectos REDD+ en el Pacífico y la Amazonía, y esperan a final de año tener algunos verificados y bajo los lineamientos de Gobierno para permanecer al menos 10 años más en el país, o más si las comunidades así lo quieren.

“Agradecemos inmensamente a las comunidades del Portafolio REDD+ Pacífico, a Chemonics, al Gobierno de los Estados Unidos y al Fondo Acción por permitirnos acompañar el portafolio, tuvimos la fortuna invaluable de aterrizar en Colombia. Nos mantendremos como lo hacemos, lento, pero juiciosamente, cuidando las salvaguardas, apostándole al mecanismo como una de las formas de aportar al control de la deforestación y a la gobernanza de las comunidades”, finaliza Enrique Díaz, director País de Wildlife Works en Colombia.

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