Los temores se han ido disolviendo y los inversionistas siguen encontrando oportunidades en medio de la crisis política del Gobierno de Gustavo Petro.

La pérdida del capital político de Petro, la moderación en el tono de sus propuestas más radicales y unas mejores expectativas de Colombia en el corto y mediano plazo son tres de los varios factores que están incidiendo para que el dólar mantenga su tendencia a la baja. Este jueves, la divisa estadounidense cerró la jornada en $4.180, casi $280 menos de lo que se registró el pasado 1 de junio.

Tras alcanzar el nivel más bajo en lo corrido del año, lo que muestran los indicadores es que hoy el peso colombiano es una de las monedas más revaluadas en América Latina en lo corrido de este año. Cifras de Bloomberg muestran que en los primeros cinco meses, el peso colombiano completa una apreciación de 14,7%, por encima del peso mexicano (11%), el real brasilero (10,7) y el peso chileno (7,5%).

Aunque en la variable también influyen factores internacionales como las expectativas de movimiento de tasas de la FED y el recorte de producción de los países de la Opep, lo cierto es que, en medio de la coyuntura nacional, los inversionistas están viendo una estabilidad macroeconómica en Colombia y una menor incertidumbre frente a lo que se percibía el año pasado.

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Sorprende, incluso, que el peso colombiano se ha revaluado más rápido en el gobierno de Gustavo Petro que en el primer periodo de Álvaro Uribe, cuando el dólar se ubicaba en los niveles de $2.450. (Ver gráfica). ¿Por qué? Felipe Gómez Bridge, managing director de Ashmore Investments, explica que, aunque eran mundos distintos, “la gente estaba muerta del miedo en ese momento porque en Brasil iba a ganar Lula. Los inversionistas empezaron a sacar la plata de los mercados emergentes y ese proceso de revaluación tardó un poco más”.

Con Petro, por el contrario, se generó una incertidumbre muy alta frente a las propuestas iniciales y un susto por el impacto de la reforma tributaria. Sin embargo, estos temores se han ido disolviendo en la medida que los inversionistas han encontrado instituciones sólidas y unas mejores expectativas para seguir introduciendo divisas al país.

De hecho, cifras del Banco de la República muestran que la Inversión Extranjera Directa (IED) solo en abril llegó a US$1.951 millones, US$879 millones más de lo que se registró en marzo cuando fue a US$1.072 millones.

“Lo que vemos es que siguen entrando dólares por remesas y siguen entrando dólares por inversión extranjera directa y paradójicamente, la inversión en petróleo”, detalla Gómez.

Una de las cifras que muestra la balanza cambiaria es que en abril, por ejemplo, la minería y el petróleo atrajo inversiones por US$1.721 millones, lo que se tradujo en un aumento de US$1.013 millones frente al mismo mes del año pasado.

Ante estas cifras y el comportamiento de la tasa de cambio, esta semana, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla aseguró en entrevista con Bloomberg, que los activos colombianos se están recuperando gracias a la estabilidad de la economía del país. “El mercado nos está apoyando, pero no porque haya debilidad en el Gobierno”, dijo el jefe de la cartera.

Aunque la menor gobernabilidad de Petro sí ha incidido en la tasa de cambio, lo cierto es que los inversionistas siguen encontrando oportunidades de inversión en Colombia en medio de la crisis política del Gobierno. Muchos de ellos apuestan por activos de largo plazo e incluso ponen al país como alternativa, por encima de mercados como Chile, Argentina y Brasil.

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