El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, explicó que se completan 15 meses de caídas continuas en las ventas de vivienda.

Las ventas de vivienda siguen cayendo en Colombia y los constructores ya prendieron las alarmas sobre cuáles serían las posibles salidas para frenar esta tendencia. De acuerdo con Camacol, solo en mayo la comercialización de unidades residenciales de interés social se redujo 66%, lo que marca una evidente contracción del sector.

De acuerdo con el gremio, en los primeros cinco meses del año se dejaron de vender 64.000 viviendas en comparación con el mismo periodo del 2022. Esto representó una reducción de $13 billones de inversión en vivienda nueva de los hogares, de los cuales 7 billones correspondieron a VIS.

El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, explicó que se completan 15 meses de caídas continuas y un promedio trimestral de ventas de VIS y de oferta de rangos medio y alto (No VIS) inferior a las iniciaciones.

Por eso, el líder gremial puso sobre la mesa tres propuestas para reactivar el sector, incentivar las ventas de vivienda e impulsar nuevas iniciaciones. La primera, por ejemplo, consiste en ponernos al día con el programa Mi Casa Ya.

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Según los anuncios del Gobierno, con la adición presupuestal de $1 billón se lograrían $2,24 billones para el programa, que permitirían desembolsar 75.000 subsidios este año. Además, se tendrían 52.000 coberturas a la tasa de interés para el 2023 y 8.000 para el 2024.

Si bien este es un apoyo importante, Camacol indica que se requieren al menos 90.000 subsidios a la cuota inicial y coberturas a la tasa de interés para cubrir la demanda de los hogares. Esto quiere decir que hay un déficit de 15.000 subsidios a la cuota inicial y de 33.000 coberturas.

La segunda propuesta, reiteró Camacol, es la apuesta a trabajar en la estrategia contracíclica anunciada por el presidente Gustavo Petro, la cual debe ser presentada al sector. Destaca Herrera que es necesario apropiar los recursos presupuestales para el 2024 con el fin de respaldar más de 100.000 VIS que ya tienen más del 70 % comercializado y un año de preventa.

En tercer lugar, dice Camacol que se necesita garantizar la sostenibilidad empresarial con un régimen de transición para que los hogares que ya compraron sus viviendas puedan continuar con sus negocios inmobiliarios y los constructores puedan así cerrar los proyectos que tienen y lanzar otros.

“Esto evitaría la cancelación de obras que, según Coordenada Urbana, con corte a mayo, aumentó 18 % con especial incidencia en el 92 % de las medianas y pequeñas empresas que desarrollan VIS. Se suma el impacto en la cadena industrial de las edificaciones, y en el comercio minorista y los micronegocios asociados a la economía popular”, indicaron.