Esta estrategia tiene en cuenta los impactos positivos del intercambio de deuda privada como medio para liberar financiamiento para el desarrollo.
Los Bancos Públicos de Desarrollo tiene varios retos entre manos, pero hay cuatro que priman entre las prioridades de su agenda: pymes e inclusión financiera, clima y biodiversidad, infraestructura sostenible, y su agenda institucional. Para abordarlos y lograr objetivos concretos, es clave considerar los impactos positivos del intercambio de deuda privada como medio para liberar financiamiento para el desarrollo.
Para ello, se requiere fortalecer la financiación para países que necesiten invertir en desarrollo sostenible, movilizar mayores recursos para proteger la naturaleza, reducir las emisiones de CO2 y ayudar a las poblaciones frente al cambio climático, tal como se acordó en la Cumbre por un “Nuevo Pacto Global de Financiamiento”, celebrada en París, Francia.
Continuando con esos esfuerzos, la Cumbre Mundial de Bancos Públicos de Desarrollo (FiCS 2023), que se celebrará por primera vez en Latinoamérica, consolidará las nuevas alianzas e innovaciones para la próxima generación de financiamiento para el desarrollo.
El evento, que tendrá lugar del 4 al 6 de septiembre en Cartagena, tiene como punto de partida la solicitud de los representantes de Colombia, Kenia y Francia para evaluar el impacto de la deuda en la capacidad de los países de bajos y medianos ingresos, buscar preservar la naturaleza, y ayudarlos a adaptarse al cambio climático y a descarbonizar sus economías.
A partir de estas preocupaciones, la cumbre buscará profundizar en aspectos como integración
social e impacto en el desarrollo, movilización de capital privado hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), colaboración con la sociedad civil y la inclusión de los derechos humanos, y la perspectiva de Latinoamérica y el Caribe.