Las empresas más grandes del país entregan sus fórmulas para mejorar los indicadores de competitividad y avanzar en un mayor desarrollo económico, social y ambiental. a pesar de la desaceleración, el papel del sector privado es vital para el pulso local.
En un momento de desaceleración económica, altas tasas de interés e inflación, las empresas más grandes del país mantienen su confianza en Colombia, ratificando sus inversiones en las regiones e incentivando el desarrollo social, ambiental y económico en los territorios.
Aún cuando existen retos para el cierre de brechas en materia de educación, salud, infraestructura y logística, los empresarios se muestran optimistas sobre los avances en materia de competitividad, pese a que coinciden que hay retos que frenan el desarrollo productivo del país.
Forbes le abre espacio a algunas voces empresariales sobre cuáles son las recetas para continuar apostando por el desarrollo de las principales regiones, qué retos se enfrentan quienes lleguen a partir del próximo año a las administraciones locales y gubernamentales y cuáles son los principales proyectos estratégicos en los que están trabajando.
Bogotá: el centro para los negocios
De acuerdo con el Observatorio de la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá, la ciudad va por buen camino en su recuperación luego de que su crecimiento se paralizara por la pandemia y las complejas condiciones económicas que marcaron el 2021. Según las cifras de la entidad, el PIB de Bogotá para el primer trimestre del 2023 llegó hasta el 3,1%, superior en 0,1 puntos porcentuales al PIB nacional.
El balance en la Capital es positivo y todo se debe a que continúa siendo el centro para los pequeños, medianos y grandes negocios. Los empresarios destacan que la ciudad se ha posicionado como uno de los principales destinos corporativos del país, donde se concentran millonarias inversiones en sectores como el financiero, los BPO, los servicios y la tecnología.
Las cifras muestran que la creación de empresas sigue creciendo, pero eso no significa que no existan desafíos en el corto y mediano plazo. Juan Rafael Restrepo, vicepresidente de operaciones de Alpina, sostiene que los últimos meses han “sido duros por la inflación, las altas tasas de interés, el costo de los insumos, la tasa de cambio y las respectivas afectaciones (de estos fenómenos) en el consumo”.
Aunque estos indicadores han reducido los márgenes, las organizaciones argumentan que esto no frena sus proyectos e incluso no incide en sus planes de inversión. La constructora Amarilo, por ejemplo, reportó ventas de más de 3.000 viviendas entre enero a mayo, generando ingresos por $1,04 billones.
Roberto Moreno, presidente de Amarilo, explica a Forbes que la compañía ha venido aportando en el proceso de transformación de las ciudades mediante el desarrollo urbanístico, mejorando la calidad de vida de los colombianos con un concepto de ‘Ciudad dentro de la ciudad’ que se puso a prueba por primera vez en Soacha.

Uno de los principales retos que se ve en la capital está en materia de desarrollo urbano, alcantarillado y transporte. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, que hace parte del club de las 100 compañías más grandes del país, destaca que este año han crecido un 12% gracias a una recuperación del consumo no residencial y los proyectos en los que siguen enfocados.
Su tamaño la hace una de las empresas más representativas de la región y por ello trabajan en estrategias y soluciones que les permitan no solo expandir su operación, sino también garantizar un crecimiento sostenible. “Hay una oportunidad de desarrollo en el sector, lo que demandará inversiones en infraestructura y será un multiplicador de empleo”, destacan.
Ecopetrol, la compañía más grande del país, también ve con optimismo el desarrollo de la capital y por eso argumentan que trabajan para fomentar la inversión en las regiones. La empresa le ha apostado a liderar la transición energética en Colombia, por lo que se mantienen su promesa de aportar a la descarbonización de la economía y a la generación de valor de la mano de nuevas inversiones en este sector.
Si bien Bogotá es un hub corporativo, en Cundinamarca la inversión local sigue estando en los planes de negocio. Alpina le contó a Forbes que preparan una inversión de $19.000 millones en la modernización de sus cuatro plantas. Solo en Sopó inauguraron el año pasado una planta pulverizadora de leche, con una inversión de $17.000 millones, que contribuirá a una mayor competitividad y productividad de los ganaderos, a la vez que se desarrollan nuevos modelos de negocios con ellos.
Las cifras son buenas y los empresarios ven potencial en Bogotá y la región de Cundinamarca para el crecimiento de sus compañías. Hoy más del 50% de las 1.000 organizaciones más grandes de Colombia tienen sus oficinas principales en Bogotá, por lo que la capital se mantiene como un destino óptimo para la inversión y el desarrollo empresarial.
Caribe: un mar de oportunidades
En la región Caribe, en el norte del país, donde habita el 22% de la población colombiana y se produce el 15% del Producto Interno Bruto, también hay un cúmulo de compañías que con su crecimiento empresarial se han propuesto aportar en paralelo al progreso de la región.
El fabricante de vidrio Tecnoglass, con sede en Barranquilla, ha pasado de vender US$495 millones en 2021 a una proyección de US$850 millones este año. Se trata de uno de los ascensos más espectaculares en el empresariado colombiano en los últimos años de la mano de una vocación exportadora, ya que el mercado de Estados Unidos representa el 95% de sus ingresos.
“Con ese crecimiento ha venido una gran generación de empleo y bienestar para nuestros empleados existentes y nuevos colaboradores”, destaca a Forbes el cofundador y COO Christian Daes. “No hace mucho teníamos cerca de 5.000 empleados y hoy podemos decir que generamos empleos para más de 9.000 familias en la región. Es parte de nuestra misión el no solo crear empleos de alta calidad sino también crearlo con unas condiciones y beneficios económicos a los generales del mercado”.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información de negocios.
El Caribe se consolida como una región de oportunidades, donde cada vez más siguen llegando inversionistas para acelerar proyectos de energías renovables, infraestructura, logísticos y de agroindustria. Precisamente, allí prevé desarrollarse en el segundo semestre una subasta de energía eólica costa afuera, que tiene como objetivo fomentar nuevas inversiones para el desarrollo de energías no convencionales.
La región se sigue perfilando por su potencial turístico y agroindustrial, pues justamente desde los puertos de Santa Marta y Cartagena salen millones de toneladas de productos agrícolas al mundo. El Grupo Daabon, por ejemplo, se ha convertido, en uno de los principales proveedores de ingredientes orgánicos en el mundo y su aceite de palma ya está presente en cuatro continentes, más de 30 países y decenas de tiendas en el mundo.

Esto es una muestra de empuje empresarial, confianza por el país y talento caribeño. De hecho, otro referente en esta región es Olímpica, que desde hace 70 años nació como un pequeño almacén de abarrotes y ahora tiene presencia en 120 municipios.
“Somos un gran empleador que cree en el talento nacional y desarrolla la mayor parte de su modelo de negocio con proveedores y marcas locales, contribuyendo con el crecimiento social y económico del país”, explica a Forbes la vicepresidente de mercadeo de Olímpica Linda Char, quien sostiene que el 97% de los proveedores de la compañía son locales. “Desde nuestros inicios hemos trabajado por ofrecer productos de calidad a precios bajos, y esta promesa en constante evolución nos ha permitió lanzar una estrategia en pro de los colombianos, estar siempre cerca, invertir en nuevos negocios, y ser cada vez más eficientes y socialmente responsables”.
Valle: el potencial del Pacífico
El Valle del Cauca se mantiene como un destino atractivo para la inversión extranjera por su cercanía al Puerto de Buenaventura. Las empresas más grandes del territorio destacan que se han dado grandes avances industriales en los últimos 20 años, lo que ha permitido que multinacionales como Dollarcity, Unilever, Cargill, Baxter, Nestlé, Abbott y Goodyear, entre otros, consoliden su presencia en el territorio.
Mauricio Escobar, vicepresidente corporativo de Mercadeo de Colombina, explica que la “actividad empresarial es motor de desarrollo y clave para el crecimiento y bienestar de las sociedades. Por eso desde Colombina siempre hemos sido conscientes que la generación de empleo es uno de los pilares de crecimiento económico más importantes y en esta línea en los últimos 20 años hemos triplicado los puestos de trabajo, brindando hoy en día 9.300 oportunidades de empleo”.
Escobar destaca que hace unos años crearon el programa Big Brother a través del cual ponen al servicio de empresas que hacen parte de su cadena de valor, el conocimiento y la experiencia del equipo de colaboradores de Colombina. “Se trata de un programa de apadrinamiento, mediante el cual acogemos una Mipyme y le hacemos transferencia de mejores prácticas en cuanto a productividad, calidad, capacidad exportadora, entre otros. Lo único que esperamos por parte de ellos, es que repliquen el modelo con sus proveedores”, destaca.
Cali se destaca por tener uno de los hospitales más importantes de América Latina, pero también por registrar brechas importantes en materia de salud pública.
Vicente Borrero, director de la Fundación Valle del Lili, cree que la ciudad ha tenido avances importantes en este sector, pero se hace imperativo “mejorar, despolitizar y definitivamente generar calidad de atención en los hospitales públicos, que son los que están en las ciudades intermedias y en las zonas rurales”.
“Los hospitales nuestros en el Valle del Cauca se politizaron, hay políticos y grupos que prácticamente controlan el sistema de salud muchos de ellos para su beneficio personal. Una de mis preocupaciones ha sido precisamente esa, y por eso en este momento la Fundación Valle del Lili tiene un proyecto que se llama ‘Hospital Padrino’, por medio del cual nosotros apadrinamos hospitales, les ayudamos en su desarrollo tecnológico, en su capacitación, en su resolución de problemas, y hemos tenido un éxito extraordinario en ese proyecto a unos costos mínimos”, destaca Borrero.
Pedro Felipe Carvajal, presidente de la Organización Carvajal, una de las empresas más grandes del país, argumenta que el país se debe construir desde las regiones. “Estamos convencidos que los desafíos sociales, económicos y ambientales que nos rodean deben responderse de manera holística, entendiendo que cuando transformamos una persona, transformamos entornos y así avanzamos hacia un desarrollo social y sostenible”, destaca.
Antioquia: capital de la innovación
El departamento representa más del 15% del PIB nacional y ha logrado convertirse en una de las capitales de la innovación en América Latina. Tiene un alto potencial para el sector agroindustrial, minero, manufacturero e industrial y allí se ubican varias de las principales empresas del país.
Aunque de fondo la región ha avanzado en índices de competitividad, aún contempla desafíos en educación, bilingüismo, pobreza y orden público. No obstante, lo cierto es que las empresas continúan apostándole a la innovación y al desarrollo de tecnologías que les permitan ser más eficientes en sus procesos.
Diego Loaiza, director general de Grupo Familia, una compañía de la mutinacional Essity, explica que siguen invirtiendo en procesos de digitalización, así como planean inversiones importantes en machine learning, inteligencia artificial, entre otras innovadoras tecnológicas.
Comenta que el foco de desarrollo de la región se debe centrar en implementar nuevos modelos de producción, que permitan ser más eficientes y estar a la vanguardia de las nuevas tendencias. “Nuestro foco estará puesto en la implementación de un proyecto multipropósito en nuestra planta de Rionegro, Antioquia, el cual se consolida como una de las iniciativas más importantes de la organización”, detalla Loaiza. “En este contexto, se está construyendo, en este lugar, uno de los centros de distribución más modernos de Latinoamérica”.

Sura y Argos, dos de las empresas más tradicionales de Antioquia, aseguraron a Forbes que también avanzan en el desarrollo de macroproyectos que les permitirán traer mayor competitividad a la región. Por el lado de Sura, explicaron que recientemente inauguraron en Medellín el laboratorio para la investigación en vacunas y biológicos, con el cual ratificaron su compromiso con la creación de capacidades de infraestructura y conocimiento en investigación, desarrollo e innovación en el país. Asimismo, desde el Grupo Argos aseguraron que apuntan al desarrollo de “plataformas de inversión que permitirán fortalecer la competitividad y conectividad de la región para unir a las zonas más apartadas con los centros urbanos”.
Recientemente, entró en operación Odinsa Vías, el vehículo de gestión e inversión en infraestructura en alianza con el fondo Macquarie. Esta plataforma contempla el desarrollo de proyectos enfocados en impulsar el tráfico de pasajeros como la ampliación del Túnel de Oriente, en Antioquia; Perimetral de la Sabana, en Cundinamarca y Conexión Centro, en el Eje Cafetero. La empresa argumenta que es un paso más para aportar al desarrollo vial del país.