Las críticas al nuevo esquema para entregar ayudas a familias vulnerables han aumentado por los problemas evidenciados en el proceso.

Muchas críticas ha recibido el Gobierno Nacional y, específicamente, el Departamento de la Prosperidad Social por la nueva estrategia para entregar subsidios a las familias vulnerables del país.

El esquema de ayudas adquirió el nombre de programa de “Renta Ciudadana” que es el eje de política social del Gobierno Petro. Actualmente se está haciendo entrega del segundo ciclo de esta ayuda que se otorga cada dos meses. 

Pues resulta que esta semana se inició la entrega de la ayuda y lo que han evidenciado los usuarios son largas filas para acceder al beneficio. Estos recursos se les entregan a cada persona en las oficinas del Banco Agrario.

Ante el hecho, muchas críticas le han llovido a la directora de Prosperidad Social, Cielo Rusinque, pues hasta la llegada del Gobierno Petro, la entrega de ayudas en Colombia había sido administrada por actores privados sin mayores complicaciones.

Pero con la nueva decisión quedó en evidencia que hay más dificultades para los usuarios, todos ellos de escasos recursos, que deben hacer largas filas durante horas para recibir la ayuda que puede llegar hasta $1 millón.

Ante la problemática muchos expertos han señalado incluso que por cuenta del problema, Risinque debería ser separada del cargo.

“Absolutamente escandaloso lo que está pasando con los giros para reclamar renta ciudadana. Es un ejemplo del daño que hacen los dogmatismos. En cualquier parte del mundo Cielo Rusinque hubiera sido destituida fulminantemente”, dijo investigador, profesor y ex rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, en su cuenta de Twitter.

En declaraciones a Noticias RCN Televisión, Rusinque señaló que hay una campaña de desinformación que ha llevado a las personas masivamente a las oficinas del Banco Agrario, porque se les está diciendo que si no cobran pronto, no tendrán acceso al beneficio.

Rusinque señaló que para las personas beneficiarias bancarizadas, el dinero ya están en sus cuentas mientras que para los no bancarizados, se hace un pago escalonado hasta el 31 de julio.

A pesar de las explicaciones, las críticas se han mantenido. La representante a la Cámara por Bogotá, Cathy Juvinao, aseguró también en la red social que “este gobierno tiene que entender que los dogmas trasnochados y el sectarismo político pueden conducir a verdaderos desastres. Lo que estamos viendo con el programa Renta Ciudadana debería obligar a una formulación mucho más rigurosa (y menos ideologizada) de las reformas”.

En el mismo sentido se pronunció el senador David Luna al señalar “por la terquedad e improvisación del gobierno, los ciudadanos terminan pagando terribles consecuencias, haciendo filas interminables a sol y agua para reclamar un subsidio. Un sistema que funcionaba, ahora es fallido. ¿Qué responde la señora Cielo Rusinque ante esta crisis? ¿Por qué le duele tanto construir sobre lo construido?”.

Para muchos, la principal crítica es que la entrega de beneficios monetarios venía funcionando muy bien durante los últimos años gracias a la participación de compañías privadas que ofrecen miles de puntos de contacto con la ciudadanía.

No obstante, el gobierno Petro decidió cambiar esta decisión y realizar un convenio con el Banco Agrario, de naturaleza pública, en aras de lograr un ahorro de los recursos. Por ahora, la estrategia no está saliendo bien.