En todo el país la actividad está desacelerada, pero hay una enorme cantidad de proyectos de construcción. ¿Se acerca la reactivación?
La alertas están encendidas en el sector de la construcción de Colombia. La desaceleración es un hecho y las propias cifras oficiales así lo muestran.
Por ejemplo, las licencias de construcción llegaron en abril pasado a su nivel más bajo de los últimos dos años, según reportó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
De igual forma, el número de viviendas construidas durante el primer trimestre de este año mostró una caída de 2,74% frente al mismo período del año anterior.
Los empresarios del sector se han mostrado preocupados por la caída en la demanda y por el incremento en los costos de financiamiento hipotecario que llevaron las tasas por encima del 18% efectivo anual.
Pero hay un factor que sorprende: la gran cantidad de proyectos sobre planos que están apareciendo en distintas partes del país. Y muchos de ellos ya se están desarrollando y tienen perspectivas de iniciar construcción este mismo año. En la Costa, el asunto es más destacado. Esto da esperanzas sobre que pronto se dé la reactivación de la construcción.
De acuerdo con Laura Restrepo Campos, gerente de Camacol Atlántico, la desaceleración realmente golpeó a la actividad: entre enero a junio de 2023, en Atlántico se han vendido 5.636 viviendas nuevas frente a 15.205 vendidas en el mismo período del 2022. No obstante, “de esta manera, “el departamento se ha mantenido como uno de los territorios más resilientes a los efectos externos e internos de la economía actual”.
Para la directiva gremial, hay otros indicadores destacados. Por ejemplo, el departamento tiene el primer lugar en el indicador de disposición de compra de vivienda a nivel nacional. Igualmente, Atlántico posee el segundo lugar en la asignación de subsidios Mi Casa Ya, con más de 2870 y ostenta el cuarto lugar en ventas de vivienda nueva en el país.
El caso de Bolívar
Jonathan Lustgarten es gerente del Grupo Attia, firma que está desarrollando el proyecto Meraki al interior del Serena del Mar en Cartagena. De acuerdo con el empresario, si bien a comienzo de año sintieron algo de desaceleración, el año pasado había sido muy positivo y en esta segunda parte de 2023 se espera retomar el ritmo y que todo vaya hacia la reactivación de la construcción.
“En 2022 tuvimos un incremento en ventas del 61%, comparándolo con 2021”, señaló. En todo Serena del Mar la meta es llegar a unas 28.000 viviendas con cerca de 60.000 personas habitando el proyecto. Esto impacta favorablemente la actividad económica en la zona, pues se generan cerca de 4.500 empleos. En los últimos 7 años en este proyecto se han vendido más de 5.600 apartamentos.
“Se han vendido solo en 2022 unos 1.300 apartamentos y se han entregado 1.800. Ya hay más de 5.000 residentes viviendo”, explicó.
En el caso puntual del proyecto Meraki, Lustgarten aseguró ya han vendido la primera torre en un 90% y quienes allí compraron han logrado una valorización del 30%. La torre 2 está vendida al 60%, alcanzando punto de equilibrio. Se espera que la torre 3 empiece ventas durante el primer semestre de 2024.
Este es un tema sensible: muchos compradores ya están empezando a ver nuevamente la inversión inmobiliaria una fuente estable de rentabilidad y reserva patrimonial.
“Para Meraki el año pasado fue récord en ventas. A principios de este año sufrimos un poco por la coyuntura política pero el mes de mayo y junio vendimos 5 apartamentos por más de 6.000 millones. Creo que se nota de nuevo confianza de los clientes y los inversionistas que buscan resguardar su dinero en ladrillos”, comentó.
En los próximos días van a lanzar un nuevo producto que es la venta de proyectos inmobiliarios por fracciones.
De acuerdo con Paola Andrea Rojas, gerente (e) de Camacol Bolívar, “el panorama del sector de la construcción dentro del departamento de Bolívar es retador. Existen diversos factores que han tenido un efecto directo sobre los principales indicadores que mueven el sector. El aumento de las tasas de interés y el periodo transicional de las nuevas disposiciones políticas de vivienda del gobierno entrante han tenido un efecto directo sobre el sector edificador en el departamento”.
Según ella, el lanzamiento de proyectos de vivienda ha caído 48%, lo que muestra el impacto de la desaceleración en los últimos 15 meses. La venta de viviendas también muestra esta tendencia: “Durante lo corrido del año 2023 se han realizado cerca de 1.582 ventas de vivienda VIS, mientras que para el mismo periodo del 2022 se habían cerrado ya más de 4.645 negocios de vivienda. Por otro lado, la vivienda NO VIS ha presentado un decrecimiento menos acentuado que la vivienda de interés social, durante lo corrido del año se han cerrado cerca de 1.279 negocios de vivienda NO VIS en el departamento”.
Esto muestra que aún quedan dudas sobre cuándo llegará la reactivación de la construcción.
Aún así, la dirigente gremial destaca que “es importante señalar la intención de los constructores en sacar adelante los proyectos a pesar de la coyuntura que atraviesa el sector. Los inicios de obra han presentado un comportamiento notable durante lo corrido del año; esto significa que gran parte de los proyectos residenciales están cumpliendo con los ciclos estimados de preventa. Existen diversos megaproyectos de vivienda que se están desarrollando dentro de diversas zonas en el departamento, la zona norte de la ciudad se ha convertido en un polo de desarrollo y crecimiento demográfico, económico y social de la ciudad, proyectos que brindan tranquilidad, confort y elegancia, un equilibrio que combina la dinámica movida de la ciudad y la tranquilidad de la playa”.
Concluyó que “los desarrollos de megaproyectos de vivienda de interés social dentro del departamento han tenido repercusión directa dentro de distintas zonas y esperamos que se mejore el ritmo de asignación de subsidios en lo que queda del año, para revertir la situación actual. La gran mayoría de constructores y desarrolladores de obras han expresado su deseo de lanzar nuevos proyectos al mercado, proyectos que brinden todas las comodidades a todos y cada uno de sus habitantes”.
Dentro de los factores que pueden convertirse en una tabla de salvación para el sector está el del turismo que muestra buenas perspectivas, lo que favorece la actividad económica en toda la región costera y abre posibilidades a quienes quieren invertir en proyectos que ofrezcan ingresos de esta fuente.
Si bien, la parte dura de la curva en materia económica no ha pasado, hay signos que pueden dar señales de que pronto vendrá la reactivación de la construcción.