Dejarse llevar por la emoción del momento puede hacerte gastar mucho más de lo que puedes, sobre todo, si viajas con amigos con mayor poder adquisitivo que tú. Disfruta sin descuidar tu bolsillo.
A los amigos(as) muchas veces les gusta salir al cine, a tomar cerveza, ir a conciertos, a restaurantes o hasta organizar un fin de semana un paseo por los pueblos aledaños o, por qué no, en algún otro destino playero. Sin duda ese ritmo de vida es emocionante, pero a nivel financiero puede ocasionarte problemas si no hay una planeación.
Si este año has decidido tomar el control de tus finanzas personales, está perfecto. No te arrepientas de la decisión y sigue adelante con tu objetivo. Lo que te sugerimos es que si eso llega a afectar tu agenda social (porque no todos quieren o no están listos para hacer lo mismo que tú), no te dejes de llevar por los inconvenientes que podrían surgir.
Intenta ser más empático con los demás y compasivo contigo mismo(a). Tampoco te obsesiones con el dinero, las cuentas y los ahorros. Poner la seguridad financiera por encima de tus relaciones personales a menudo puede ser contraproducente.
Las personas que vigilan cada gasto suelen ser grandes ahorradores, pero llegan a sentirse ansiosas y, desde luego, escatiman a expensas de sus amistades y bienestar personal.
La máxima recompensa de ahorrar dinero es que puedas preocuparte menos por ello y gastar tu energía haciendo más de lo que quieres. Para la mayoría de las personas, eso beneficia sus relaciones con los amigos y la familia. No sacrifiques a uno por el bien del otro.
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APRENDE A DECIR QUE NO A TUS AMIGOS
La diversión y los gastos empiezan casi al momento de tomar el auto, el autobús o el avión. Ir de vacaciones puede ser bastante caro, más cuando viajas con otras personas, de ahí la importancia de tener un presupuesto.
Si eres uno de los que más ganan en tu grupo, probablemente no pienses mucho en lo que otras personas pueden y no pueden permitirse; si eres el o la que gana menos, es posible que sientas que el viaje es algo que definitivamente no puedes costear, pero aún así considerarás ir.
NORMALIZA LAS CHARLAS SOBRE DINERO
Las conversaciones sobre el dinero casi siempre son incómodas, pero evitarlas puede hacer que las cosas sean todavía peores. En lugar de inventar todo tipo de excusas, sé honesto y explica que un viaje, un concierto e incluso un café por ahora no está dentro de tus posibilidades.
Sabemos que no es sencillo, pero si hay confianza, será un poco más fácil compartir tu situación financiera con tus amigos. Tal vez descubran que hay alternativas más amigables con sus carteras. Como dicen las abuelas, hablando se entiende la gente.
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BUSCA OTRAS OPCIONES
Algunos amigos prefieren el lujo o la novedad, lo que casi siempre implica una buena cantidad de dinero. Asegúrate de proponer algunas alternativas similares en atractivo, pero menos costosas. Las temporadas bajas o las zonas menos concurridas suelen ser menos caras, eso les dará oportunidad de ahorrar en la estancia, pero tener más margen para las comidas o las salidas nocturnas.
PONTE LÍMITES
Dejarse llevar por la emoción del momento puede hacerte gastar mucho más de lo que puedes, sobre todo, si viajas con amigos con mayor poder adquisitivo que tú. Decide cuánto necesitarás para cada día, añade un extra para emergencias y apégate a eso. Para darte a ti mismo una ayuda, deja tu tarjeta de crédito en casa y usa solo el efectivo que llevas, así evitarás cualquier tentación.
Si tus amigos realmente lo son y te valoran independientemente de lo que puedas gastar (o no) en sus salidas, entenderán tu situación. Lo ideal es que modifiquen los planes para que todos puedan unirse sin afectar sus finanzas, o bien, que tú vayas cuando verdaderamente estés listo(a) para sobrellevar los gastos de esa salida.
Si al final decides ir, estos tips te ayudarán a ahorrar un poco en la playa:
- Planea aunque sea con un poco de antelación y trata de establecer un presupuesto, todo lo que no planees será un costo adicional. Es muy fácil que todo se salga de control a partir de ahí.
- Procura salir entre semana, ya que los costos suelen reducirse en comparación con los viernes, sábados y domingos. Esto también te da el beneficio de evitar las multitudes.
- Lleva tantas cosas de casa como puedas, por ejemplo, sándwiches, botanas, bebidas, incluso sombrilla y chaleco salvavidas, todo lo que no lleves te ocasionará gastos de renta que pueden llegar a ser muy elevados.
- Al rentar una casa en playa toma en cuanta que, entre más cerca estés de la playa, más cara será. Considera mejor rentar una con cocina para que las comidas sean menos costosas para todos.
Publicado en Forbes Centroamérica.