Los registros de la ciudad muestran que un inspector de edificios visitó el lugar el viernes y el sábado, pero se les negó el acceso al techo.

La decisión de Elon Musk de colocar una X gigante sobre la sede de Twitter en San Francisco ha desencadenado un nuevo enfrentamiento entre el multimillonario y la administración municipal, después de que ambos se enemistaran anteriormente por el supuesto incumplimiento por parte de Musk de las normas de seguridad y construcción de la ciudad.

Tras el cambio de marca de Twitter a X la semana pasada, la empresa de redes sociales instaló el viernes un nuevo logotipo “X” en el tejado de su sede en la calle Market de San Francisco, del que Musk compartió vídeos y fotos.

La estructura -que se ilumina con un patrón de parpadeo lento- provocó de inmediato las quejas de los vecinos de Twitter en la zona, lo que llevó al Departamento de Inspección de Edificios de la ciudad a comenzar a investigar, informó el San Francisco Chronicle.

Los registros de la ciudad muestran que un inspector de edificios visitó el lugar el viernes y el sábado, pero se les negó el acceso al techo y se les dijo que la estructura era “una señal iluminada temporal para un evento.”

Musk pareció no inmutarse por la investigación y se burló del casero de la empresa en San Francisco -que demandó a Twitter por supuesto impago del alquiler- con un meme de Ferris Bueller y escribió: “¡No para de llamar a la policía por nuestras modificaciones en el cartel!”

La polémica en torno a la estructura X es el último enfrentamiento en una disputa continua entre Musk y los funcionarios públicos de San Francisco. Una demanda presentada por antiguos empleados de Twitter a principios de este año puso de relieve el supuesto desprecio del multimillonario por los códigos de construcción.

La demanda alega que Musk quería que se construyera un baño junto a su despacho en la sede de San Francisco y se ordenó a Joseph Killian, antiguo jefe de diseño de construcción de la empresa, que lo hiciera. Cuando Killian mencionó los permisos, supuestamente le dijeron que los ignorara y contratara a un “fontanero sin licencia” para construir el baño.

En la demanda, Killian alega que se le ordenó incumplir otras normas de construcción, como utilizar cerraduras más baratas y calefactores en el edificio. La demanda ha dado lugar a una investigación por parte de las autoridades municipales. El año pasado, Musk también transformó repentinamente algunas oficinas de la sede de Twitter en dormitorios con colchones, lo que llevó a las autoridades municipales a investigar si Twitter había infringido el código de edificación de San Francisco para espacios residenciales.

El domingo, Musk tuiteó: “Muchos han ofrecido ricos incentivos para que X (alias Twitter) traslade su sede fuera de San Francisco. Además, la ciudad está sumida en una espiral catastrófica, con una empresa tras otra marchándose o marchándose. Por lo tanto, esperan que X también se mude. No lo haremos… San Francisco, hermosa San Francisco, aunque otros te abandonen, siempre seremos tus amigos”.

Publicado en Forbes US