El directivo que acaba de cumplir 65 años permanecerá en el cargo hasta el cierre de la operación de Nutresa con el Grupo Gilinski, aunque en ningún caso más allá del 30 de abril de 2024. Después de 42 años de trabajo en las empresas del Grupo Sura S.A., Gonzalo Alberto Pérez renunció ante la junta […]
El directivo que acaba de cumplir 65 años permanecerá en el cargo hasta el cierre de la operación de Nutresa con el Grupo Gilinski, aunque en ningún caso más allá del 30 de abril de 2024.
Después de 42 años de trabajo en las empresas del Grupo Sura S.A., Gonzalo Alberto Pérez renunció ante la junta directiva de la compañía, en la primera sesión de dicho órgano de administración posterior al día en que cumplió los 65 años, tal como lo establece el Código de Buen Gobierno de la sociedad.
Tras aceptar la renuncia, la junta directiva le solicitó que permanezca en el cargo hasta el cierre de la transacción de Nutresa con el Grupo Gilinski anunciada el pasado 15 de junio, la cual comprende una serie de operaciones, que entre otros efectos, producirán cambios en la base de accionistas de Grupo. Pérez aceptó esta condición, pero en ningún caso permanecerá en el cargo más allá del 30 de abril de 2024.
De acuerdo con los planes de sucesión establecidos para la Alta Gerencia de la compañía, la Junta Directiva continuará el proceso de evaluación de los candidatos a la Presidencia e informará al mercado cuando se tome una decisión al respecto.
“En dicho proceso se tendrán en cuenta, entre otros asuntos, el perfil y las competencias de los candidatos requeridas para el cargo, con la finalidad de asegurarse que el designado se ajuste a la cultura empresarial de Grupo Sura, y que sus cualidades le permitan continuar liderando el desarrollo sostenible de la Sociedad”, señaló la junta en un comunicado.
Tras subrayar la labor realizada por Pérez durante los últimos 3 años, en los que se desempeñó como Presidente de Grupo Sura, la junta destacó el redireccionamiento estratégico que le dio al Grupo, definiéndolo como un Gestor de Inversiones, con dos objetivos principales: obtener una rentabilidad superior al costo de capital para los accionistas y aportar al desarrollo armónico de las sociedades en las que están presentes las compañías del Grupo.
Como parte de ese mismo redireccionamiento, el Grupo anunció un plan de desinversiones de su filial Suramericana en América Latina. De hecho, según la Superintendencia Financiera, la utilidad neta en los primeros seis meses del año cayó 17% hasta $823.157 millones, y en el segundo trimestre registró una pérdida de $11.118 millones.