El incremento de los precios del petróleo y la expectativa sobre las decisiones de la Reserva Federal influyeron en la caída de la divisa estadounidense.

Tal y como sucedió hace tres meses, el dólar rompió la barrera de los $3.900 a la baja, cerrando la primera jornada semanal en $3.895, cifra que se ubicó $10,95 por debajo de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) vigente para hoy, que fue de $3.905,95.

Un primer detonante para esta caída fue el incremento en el precio del barril de petróleo Brent, que terminó en 94,41 dólares, un 0,51 % más que al finalizar la sesión anterior. Al efecto del crudo hay que agregarle un segundo empuje ligado a la expectativa sobre las decisiones que tome la Reserva Federal en su reunión del miércoles, donde es posible que las tasas de interés sigan subiendo.

En el primer caso, cabe anotar que la subida tanto del barril Brent como de la referencia WTI se ha mantenido en constante ascenso durante los últimos meses, consiguiendo cifras que no se veían desde noviembre del año pasado. Con respecto al segundo, los analistas aseguran que la FED ha adoptado un tono más cauteloso ante los riesgos económicos que se avecinan a nivel internacional, dejando entrever que las tasas se mantendrán altas en lo que resta del año.

A nivel nacional, hay que mencionar el dato de crecimiento económico para julio, que logró un aumento de 1,2% según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), cifra que se ubicó por encima de las estimaciones de los analistas. No obstante, los número también dejan entrever una fuerte desaceleración económica que deja serias dudas sobre la posibilidad de que el Banco de la República baje sus tasas de interés en la reunión de finales de mes.

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