‘Sobrevivir en la clase media’: Aldemar Moreno presenta un thriller financiero con mensaje de resiliencia y ahorro

El tercer libro de Aldemar Moreno consiste en una mirada íntima al descalabro financiero que sufrió hace cinco años, pese a que las señales del mismo venían de décadas atrás. En palabras de su autor, el valor agregado de este texto es que sirve como un diagnóstico certero a los errores que comete la clase media promedio.

Medio en serio y medio en broma, Aldemar Moreno asegura que ha inventado un nuevo género literario. La verdad es que sí se puede argumentar que no hay tal cosa como un ‘thriller financiero’ o una ‘autobiografía financiera’, al menos en la literatura, y la razón es muy sencilla: pocos, por no decir que nadie, se han atrevido a contar la historia de una crisis económica y convertirla en un libro.

Y es que la inspiración para ‘Sobrevivir en la clase media’, que llegó a las librerías de todo Colombia desde este mes, también surgió de una manera poco convencional. Según cuenta Aldemar en diálogo con Forbes Colombia, revista en la que funge como editor jefe desde hace poco más de dos años, todo se dio en medio de una conversación con Diego Garzón, editor de no ficción en ‘Planeta’, casa editorial de su libro. Al parecer, el ejecutivo estaba buscando “hacer cosas de no ficción que resultaran interesantes” y lo contactó para que escribiera lo que quisiera… pero había un problema.

“Yo podría decir lo que quiera, pero yo no me puedo poner a hacer reportería porque yo ahora estoy con Forbes. Fue entonces que se me encendió el bombillo y le dije que llevaba años tratando de manejar una crisis que se me presentó, y me pareció que hay una historia interesante de contar”, dijo.

¿Cómo llegó ahí? ¿Cómo se levantó? Esas fueron las preguntas en las que estuvo trabajando todos los fines de semana entre enero a mayo de este año, meses en los que salió una buena historia que despertó el entusiasmo de Garzón. Todo consistía en relatar cómo había llegado a una crisis financiera como la que puede vivir cualquier persona a la que, en algún momento, el flujo de caja no le da para cubrir las obligaciones.

“Cuando hice el recorrido de cómo había llegado a esa circunstancia, y por las respuestas que la gente me ha dado a la lectura del libro, terminé descubriendo que eso es una historia universal tener problemas de caja de manera permanente y cubrir esos con créditos de consumo. Como resultado, el crédito aumenta y se agravan los problemas de caja hasta que se revientan”, añadió.

Pese a que su quiebra financiera se materializó hace unos cinco años, Aldemar asegura que su historia se remonta a prácticamente 15 o 20 años, porque paralelo a que iba con ese desarrollo financiero nocivo, su vida profesional iba bien. Eso llevó a que no diagnosticara el problema sino hasta 2018, año en que “se me reventó la caja”. Fue entonces cuando tuvo que aplicar recortes de gastos, buscar nuevos ingresos alternativos y “todo lo que uno hace en esa crónica por mantener la caña”. 

Lo que le ha resultado sorpresivo tras la publicación de su libro es que la gente se siente identificada con su historia, lo que le ha llevado a reiterar que, más que un simple testimonio personal financiero, su nuevo libro es una especie de diagnóstico sobre la clase media, a la que califica como “muy trabajadora y exitosa”. 

“Yo miro a mí alrededor y lo único que veo son personas que están más o menos en la misma circunstancia, que no necesariamente se han quebrado, sino que pedalean en busca de nuevos ingresos, de aumentar el flujo de caja, de no gastar mal. Ese es como el común denominador de la gente y eso es lo que me ha sorprendido”, detalló. 

LAS LECCIONES DE ‘SOBREVIVIR EN LA CLASE MEDIA’

Normalmente para mejorar nuestras finanzas personales, estamos acostumbrados a referenciarnos con literatura de expertos que provienen de países desarrollados cuya cultura y oportunidades distan de las que vivimos en Latinoamérica, especialmente en Colombia. Para el CEO de Omnicon, Eduardo Acosta, la sabiduría de Aldemar “puede ser de gran ayuda para familias que estén enfrentando estos posibles escenarios”.

“Los ciudadanos de clase media estamos expuestos a un sinnúmero de decisiones sobre nuestras restricciones que son determinantes en el logro de nuestras metas. El libro de Aldemar recoge su experiencia en un lenguaje familiar que resulta muy valioso”, señaló.

Para Aldemar, analizar el costo de oportunidad es el hilo conductor de la clase media. Hay que analizar muy bien cuáles son las opciones que uno toma para gastar el dinero y responderse varias preguntas… ¿Qué es lo que estamos escogiendo? ¿Porque lo escogemos? ¿Financieramente es una decisión sensata?

Un típico caso de ‘costo de oportunidad’ en ciertos segmentos de la población y de la clase media es tener casa propia. Y es que, si alguien le mete toda su plata a una casa y logra obtenerla, en algún momento esa decisión implica un ajuste o unas restricciones para la capacidad de pago del colegio o la universidad de los hijos, por dar un ejemplo.

“La gran lección es que hay que atender a esa realidad de primera mano, pues de ahí surgen fenómenos como los de pobreza oculta, que aplica para la gente que logró su casa y, al llegar a la tercera edad, no tiene como pagar los servicios, el mantenimiento, el predial, y entran en condición de pobreza estando en una muy buena casa en un muy buen sector”, agregó.

El texto nunca será un libro de coaching, pues su autor considera que “hay que respetarle a la gente las decisiones que adopta”, pero si le preguntaran a qué tenemos que apostar toda la vida, su respuesta sería que los ingresos sean superiores a los gastos. Justamente la incapacidad de lograrlo es donde radica la historia de la clase media, que es mantener flujo de caja positivo. 

Si los ingresos son superiores a los egresos se empieza a tener capacidad de ahorro, y eso hay que buscarlo. Cuando uno no tiene flujo de caja positivo, hay dos alternativas: recortar gastos o endeudarse. Ahí es donde no hay que caer, pues la deuda, y en general el crédito de consumo, lo único que hace es agravar son los problemas de caja de las familias. Eso fue lo que Aldemar hizo. De ahí, su gran conclusión es que siempre será mejor tener flujo de cada positivo y capacidad de ahorro. 

Si le toca a uno enfrentar una crisis financiera, hay que hacer todo lo posible para que esa crisis no sea también personal o familiar. “No hay que mezclar las cosas, porque imagínate uno tratando de resolver un problema financiero, y después tratar de resolver el divorcio, o también una depresión, o algún otro problema de salud… Es peor el diagnóstico”, sostuvo. 

LAS SOLUCIONES: “EL ZAPATERO A SUS ZAPATOS”

Queda claro que uno corre el riesgo enorme de equivocarse siempre, pues la clase media siempre está sobreviviendo. En el caso de Aldemar, el error que cometió fue tratar de emprender haciendo otras cosas: montó una tienda de barrio y fracasó, trató de vincular carros en aplicaciones de movilidad y fracasó, trató de vender ropa y zapatos y fracasó ¿La razón? No era lo suyo. 

Con este panorama en frente, la reflexión de cómo generar ingresos llegó a su mente. En su caso, la apuesta fuerte se centró en escribir y dictar clase, o como él mismo lo dijo: zapatero a tus zapatos.  “Por ahí es donde a uno le toca moverse, porque la curva de aprendizaje puede resultar muy dolorosa”, subrayó. Precisamente, fue este detalle el que más llamó la atención de Acosta, quien concordó en la idoneidad de apalancarse en las habilidades profesionales y desarrollarlas para mejorar ingresos y calidad de vida.

La carrera de Aldemar como escritor abarca poco más de una década con los libros ‘Moneda sana: siete capítulos clave en la historia moderna del Banco de la República’ y ‘Periodismo y Desarrollo Humano’. Por otro lado, se ha desempeñado como profesor en casas de estudio como Universidad de La Sabana, Universidad Javeriana y Universidad Santo Tomás durante casi dos décadas. Tanto así, que un chiste común entre los comunicadores colombianos es preguntarse: ¿Quién no ha tenido clase con Aldemar Moreno?

Por ello, no sorprende que sus exalumnos ya hayan acudido a las librerías a comprar su última publicación. Federico Brunal, uno de tantos comunicadores que pasó por las clases de Aldemar en La Sabana, comentó a Forbes que da una luz de esperanza al recalcar que “las respuestas están en uno mismo, pues todos tenemos un talento que podemos monetizar”. 

Y es que el hecho de que a Aldemar no le haya funcionado emprender en lo personal, aclara que, si hay alguien que tiene toda esa creatividad, ánimo y fortaleza para ser emprendedor, pues por ahí hay que darle. Y es que, teniendo claro qué es lo que uno hace bien y cómo genera un ingreso, hay que buscar educarse y formarse para que haya algo de sostenibilidad y de pensamiento de largo plazo.

“Uno de los problemas de la clase media es que vive lo que nosotros llamaríamos en el rebusque, que no es simplemente salir a la calle y poner un negocito, sino que es estar atento donde encuentra una habilidad chévere. No lograrlo impide el pensamiento de largo plazo y los proyectos de largo plazo, y nada se resuelve de la noche a la mañana”, afirmó. 

Esta es su historia de los últimos 25 años, y según cuenta, ya está logrando tener flujo de caja positivo. Ahora, su estrategia es mantenerse y salir adelante con esos pensamientos a largo plazo.

SE RESUELVE LA CRISIS Y… ¿QUÉ VIENE DESPUÉS?

Aquí es donde viene el mensaje anti-coaching, y en palabras de Aldemar, la parte más polémica de su tesis: la clase media no tiene sino capacidad de trabajo. Pese al tono trágico que esta frase abarca, Brunal rescata que el libro representa una manera de “leer para no repetir”, por lo que lo consideró una lectura obligada para aquellos que apenas consiguieron su primer empleo o que esperan recibir su primer sueldo, pues su futuro financiero dependerá de las primeras acciones que tomen con ese capital.

“Supongamos que uno se logra comprar una casita de $1.000 millones… Imagínate lo que hay que hacer para conseguir una casa de $1.000 millones, pero aun así supongamos que lo logras: tu vida puede cambiar muy fácilmente, pierdes el empleo y tienes que venderla. Te gastas la plata”, explicó.

¿Qué hacer en estos casos? Tomar conciencia de que la clase media es un segmento que tiene la bendición de estar pensando en la necesidad de trabajar de manera permanente, y de hacerlo inclusive más allá de la edad de pensión. Por ello, hay que apostarle a tener un ahorro, pero alterno a eso, queda fuera de la ecuación el pensar en irse a dormir a la casa tras obtener la pensión. 

“Hay que ser cuidadoso con eso por salud por salud física, mental y financiera. Yo creo que vale la pena pensionarse y reconocerse como un agente activo para la economía todavía, como una persona que aporta y seguir trabajando, con menos ritmo y toda la cosa (…) Esa es la parte anti coaching que tengo: la clase media no puede cantar victoria”, aseveró. 

Eso forma parte de una ética frente al trabajo y la vida de querer seguir haciendo las cosas y de mantenerse vigente. Hay que aceptar esa realidad porque, querámoslo o no, recibir la pensión siempre implica menores ingreso de los que uno venía teniendo. Irse a encerrar a la casa, con todo lo que ya hemos visto, es un escenario desastroso. No obstante, si quedarse descansando ya es una decisión, es imperativo encontrar actividades, y si estas permiten que uno se mantenga vigente y ofrecen la posibilidad de generar ingresos, mejor aún. 

La conclusión es clara: después de superada la crisis, el camino a seguir es no volver a cometer los mismos errores, no volverse a endeudar, y tener una ética de trabajo férrea que nos sirva para ir más allá, inclusive de la edad de pensión, para generar ingresos. Eso es lo que le habilita una inclusión la posibilidad de descansar en algún momento, de hacer un sabático o irse a darse una vuelta por el mundo, pero en el largo plazo, seguir trabajando siempre será una bendición, a pesar de que uno se canse.

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